'Coco': la 'disneyficación' de Pixar

Puede que 'Coco' sea el paso definitivo de Pixar hacia los terrenos de la compañía que la compró hace más de 10 años, Disney. No es de extrañar tampoco que hayan decidido dejarnos sin esos cortos propios que avisaban de nuevos talentos para ponernos 20 nuevos minutos de 'Frozen', el nuevo (y empalagoso) buque insignia de la compañía de Mickey Mouse. Y no es que la película esté libre de todo encanto, es más, vuelve a ser una maravilla visual, y un retrato bastante positivo de la cultura mexicana, pero se le notan demasiado los trucos, la poca originalidad de la historia y la búsqueda excesiva de la lágrima fácil.

A 'Coco' se la nota demasiado el engranaje como para emocionar realmente, es una historia descomunal visualmente pero con un esqueleto autoral demasiado pequeño. Pixar ha tirado de fórmula y ha ido hacia lo seguro, aquí no hay nada parecido a la experimentación de 'Wall-E' o a la emoción pura de 'Up', no llega a la vacuidad de 'Cars 3' pero tampoco era muy difícil mejorarla.

Lee Unkrich y Adrian Molina, directores de la película, buscan con ahínco emocionar pero se olvidan de esas carcajadas que hacían que las lágrimas no fueran artificiales en 'Del Revés' o 'Ratatoille', una película con la que comparte un argumento bastante similar, una rata que quiere convertirse en un gran chef, un niño que quiere convertirse en un gran músico, ambos con todo en contra para conseguirlo, la primera porque, ejem, es una rata, el segundo porque su familia ha prohibido la música en sus vidas debido a un hecho de su pasado. Pero si en 'Ratatoille' todos los personajes estaban perfectamente definidos en 'Coco' no, y hasta que no entramos en la 'Tierra de los Muertos' las cosas, irónicamente, no cobran vida. Aquí sí que hay cosas destacables, como la película trata la muerte y la importancia de ser recordados, el increíble despliegue visual, hay un buen trasfondo, pero la película sigue cojeando debido a que la familia de Miguel, que así se llama el niño, no está nada bien desarrollada, con las motivaciones de todos ellos siendo meras excusas para las aventuras de Miguel.

La película gana muchos enteros con la aparición de Héctor, que funciona como Virgilio para el Dante que es Miguel. Si el guión hubiera logrado unir bien las dos historias, la familiar con la de la muerte, estaríamos hablando de un nuevo acierto de los creadores de 'Toy Story' pero no es así y la resolución busca la lágrima fácil en vez de la emoción verdadera.

'Coco' va a triunfar, y mucho, en la taquilla pero no creo que pasado un tiempo sea recordada como una de las mejores obras de esta casa. Eso sí, tampoco es un absoluto traspiés y prueba que la compañía todavía tiene cosas que decir más allá de seguir reciclando sus grandes clásicos (recordemos que de sus 11 últimos proyectos, siete han sido secuelas).