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Obra de teatro 'Ostia' de Sergio Blanco
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Obra de teatro 'Ostia' de Sergio Blanco

'Ostia': debe de ser coreano

jueves 28 de diciembre de 2017, 16:31h

Si, como decía Teilhard de Chardin, en la escala de lo cósmico, solo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero, en ‘Ostia’ hay mucha verdad. Se trata de un curioso, poético y hermosísimo texto de Sergio Blanco (Montevideo, 1971), que solo por tres días estará en el Ambigú del Pavón Kamikaze. En él, Sergio y Roxana Blanco, sentados cada uno en su escritorio, con una luz íntima y evocadora, y con un cadáver cubierto de periódicos por medio, dialogan a partir de este extraño pero fascinante texto de autoficción titulado con el nombre de esa ciudad costera próxima a Roma, Ostia, que fue la puerta del imperio romano durante siglos y el lugar del crimen de Pier Paolo Pasolini (1922-1975), director de cine y escritor italiano asesinado allí en circunstancias no esclarecidas todavía al día de hoy.

Con todo, en ‘Ostia’ de lo que verdaderamente se habla es de la hermosa relación entre un hermano y una hermana que, por expreso deseo del autor, solo puede ser interpretado por los propios hermanos Blanco. Y como en todo relato de autoficción, el límite entre lo vivido y lo imaginado es tan difuso y caprichoso como la memoria, tan verdadero como deseado, tan poético como melancólico, tan evocador como histórico. Pero, sobre todo, aquí lo que resplandece es la verdad. La verdad poética sobre todo aquello que, con placer o con dolor, se recuerda, se imagina, se vive con la misma o mayor intensidad que si uno estuviera allí, de cuerpo presente.

En ‘Ostia’, con fondo musical de una armoniosa pieza de Monteverdi u otra romántica de Rafaela Carrá (música italiana, en todo caso), se parte y se termina en el mismo punto:

- ¿Empezamos?

- ¡Empezamos!

- Son veinte escenas.

- ¿Qué hora es?

- La hora de empezar.

- Bien. ¿Podría ser ayer?

- Es ayer.

- Sin embargo, es hoy…

- También es hoy…

- ¿Qué pasa?

- Es extraño.

- ¿Qué cosa?

- La sensación de saber que ellos están ahí esperando, esperándonos…

… Y, a partir de ahí, en un viaje emocional y circular -ya digo que el final termina también con estas o parecidas palabras-, el espectador navega junto a los hermanos Blanco, con sus palabras pausadas, tranquilas, profundas, añorantes, nostálgicas a través de los recuerdos, unas veces cargados de dolor, otras de cierta resignación. Con una imagen fija del mar Tirreno en perpetuo movimiento de olas incansables que van a dar a la playa, una a una, las veinte escenas del drama se suceden con viajes al pasado (Montevideo años 70, Italia años 40, Madrid hoy,…), muertos en la playa (el ahogado que descubren los hermanos en la playa del Río de la Plata, en su primera infancia -“puede ser coreano”-, la evocación del cuerpo aplastado a piedrazos de Pasolini, los represaliados políticos uruguayos arrojados al mar…), Roma, París, el cine en blanco y negro, los ragazzi de estación Termini, la sala X repleta de hombres reprimidos, y así un sinfín de situaciones que revelan una relación muy estrecha entre los hermanos Blanco.

‘Ostia’, el texto de Sergio Blanco, tan efímero como la historia, como la verdad, como el hombre, está lleno de poesía y, acaso por eso mismo ha sido deliberadamente escrito para ser leído -y solamente leído-. Eso le hace ser aún más bello, sugerente y misterioso. Hay quien ve en él un cierto tinte incestuoso (aquí viene, como en todo texto publicado, la trinchera sutil de las interpretaciones), pero nosotros creemos que tiene mucho más de búsqueda de la verdad, de la libertad de pensamiento y de manifiesto irrefrenable de la imaginación como fuente de conocimiento, como vía tan sutil como necesaria para acercarse a la verdad. No es nada nuevo: la recitatio Sergio Blanco

era en el mundo griego y romano una de las formas más frecuentes de leer un libro en público. La perspectiva de leer delante de un auditorio refinado y calificado mantenía el gusto por la perfección estilística y por la búsqueda literaria. Porque “la verdad os hará libres”, como proclamaba San Pablo.




‘Ostia’

Texto y dirección: Intérpretes: Roxana Blanco y Sergio Blanco

Video instalación y luces: Miguel Grompone

Escenografía: Sergio Blanco

Producción: Salvador Collado

El Pavón Teatro Kamikaze, Madrid

27, 28 y 29 de diciembre de 2017

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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