Se abre el Carnaval de Río

Más de 500 personas se dieron cita en la Ciudad de la Samba para la entrega simbólica de la llave, que estuvo precedida por un desfile que deseaba ser colorido, pero que resultó aguado por una persistente lluvia.

La celebración comenzó con un cortejo de tres carrozas de época que partió del Pazo Imperial, un edificio construido en 1743 que sirvió como casa a los vice reyes de Brasil y que se convirtió en sede de los Gobiernos del reino y del Imperio con la llegada de la Corte de Don João VI a Río de Janeiro.

Este año Brasil celebra el bicentenario de la llegada de la familia real portuguesa, y eso fue motivo de que el Rey Momo estuviera acompañado de actores que representaron a Don João, su esposa, Carlota Jaoquina, la reina madre y el príncipe Pedro.

Momo, un arquitecto de profesión y que este martes fue coronado Rey por décima vez, iba en la primera carroza, acompañado de la reina del Carnaval y las princesas.

En la segunda iba Don João, un rey que tuvo fama de bobo, débil y comilón, y Carlota Joaquina, la princesa española que conspiró contra su marido.

En el cortejo también estaban la reina madre, Doña María I, cuyos problemas mentales causaron que el heredero se convirtiera en regente a los 25 años, y el joven príncipe, Don Pedro, que llegó a Brasil con nueve años y que en 1822 proclamaría la independencia de Brasil.

Las carrozas recorrieron las calles del Río antiguo acompañadas por oficiales del Ejército brasileño trajeados con uniformes de la época del Imperio.

La fuerte lluvia obligó a la comitiva a acelerar el paso, lo que hizo acortar el tiempo de trayecto, aunque después tuvo que compensar el acelerón con una larga parada en un punto protegido del aguacero.

Un poco antes de lo previsto, la comitiva llegó a la ciudad de la samba, donde las 12 mejores escuelas de samba tienen talleres para la fabricación de las carrozas y atavíos del Carnaval.

Allí fueron recibidos por el alcalde y una representación de cada una de las escuelas, que portaba sus banderas respectivas.

Alex de Oliveira manifestó "su orgullo y satisfacción por ser el Rey de la mayor fiesta carioca" y del que considera "el mejor espectáculo cultural del mundo".

La música, a cargo de la batería de Beija-Flor de Nilópolis, consiguió levantar los ánimos y animar la fiesta, en la que destacó la actuación de tres niñas que saltaron al escenario para demostrar que no hay edad para "sambar".

El bicentenario de la llegada de la familia no solo ha marcado el comienzo del Carnaval, sino que ha inspirado a cuatro de las doce escuelas que participarán en los desfiles del domingo y lunes próximos, cuando la fiesta llegue a su apoteosis.

Los desfiles de la famosa avenida Marqués de Sapucaí comenzarán el viernes, con los niños, mientras que el sábado y el martes desfilarán escuelas de categorías inferiores.

Los festejos del Sambódromo tendrán ramificaciones en los numerosos bailes populares, fiestas y "blocos" carnavalescos, que se celebrarán hasta el miércoles de cenizas.

La figura del Rey Momo, nombre que se inspira en un dios griego que personificaba las burlas y el sarcasmo, tradicionalmente siempre ha sido un hombre simpático y de peso considerable.