Lo que nos cuenta nuestro 'espía' desde Génova

Para empezar me voy cargando a la sede del PP con el portátil (con lo mal que estoy de la espalda) y, ¿para qué? Para nada porque los de prensa del PP nos aseguraron que nos iban a facilitar una conexión wifi pero, vaya por Dios, por ser demasiados, la mitad nos quedamos sin conexión. Pero eso no es importante. Mientras haya canapés, ¿verdad? Y sí, la verdad es que en eso no se puede una quejar, miles de bocadillos y mucha bebida. Alcohol incluido. Mi primera tentación es quedarme con los colegas a fumarme un cigarro en un lugar estratégico (a saber: David Gistau de El Mundo, Fran Blanco Argibay de Antena 3,  Magis Iglesias de Colpisa, Carmen Moraga, que a veces me sustituye en esta columna pero no es tan simpática como yo ni tiene la mitad de talento que yo, Susana Moneo, que no fuma pero cotillea como la que más, de la Cadena amiga, o sea la COPE…y todos, sin despeinarse lo más mínimo), pero el deber me llama y me bajo a la calle a comprobar el ambiente.

Les doy datos: esperanzadores para ellos: el PP ha subido en escaños en detrimento del PSOE. Comienzan varias chicas a gritar y enseguida se secunda el griterío. Nadie sabe por qué pero gritan. Dos cigarros más tarde me acerco a un grupillo y les hago una pregunta que sé que es dolorosa para ellas. ¿Y si gana el PSOE, qué? Y una chica de unos 20 años me dice toda resuelta: “Es que aquí, o viene Aznar o esto no hay quién lo arregle”, je, je quieres decir, le pregunto, ¿que Rajoy esto no lo va a solucionar? Bueno, no, es que, no sé, ¿sabes? Vale, ya está, no me contesta. Y entonces, la que parece ser su madre, se acerca y me dice: Bueno deja de preguntarle a ella que no ves que es muy pequeña. Bueno, ya, le contesto, será pequeña pero ha votado, ¿o no? Se quedan sin palabras, se están desinflando. Me vuelvo a la sala de prensa.

El ambiente de la zona de los periodistas…a falta de wifi, buenas son copas de un vino blanco malo y un tintorro peor. Los bocadillos a estas horas han volado. Todos se preguntan si va a aparecer alguien. Jacinto, el de prensa, comunica que alguien del partido (no especifica quién) saldrá en breves momentos.

Me asomo a la ventana para ver el ambiente de la calle: Las banderitas del PP cada vez ondean menos, están muy callados. Mi colega de Localia me llama desde Ferraz para decirme que allí hay más fiesta y encima quedan más canapés.

Pero todavía queda un clásico por cumplir: que Rajoy salga al balcón. Me cuentan mis fuentes (muy cercanas a Mariano) que está muy tranquilo, que se lo ha tomado bien. Pobre, ¡me da pena que encima tenga esa resignación cristiana! Al balcón se accede por la primera planta y yo estoy en la segunda. Con la acreditación de prensa no me van a dejar entrar. Suerte que nadie del PP me conoce, así que me cuelo. Me sitúo justito detrás de la comitiva del balcón. Allí veo a Zaplana. Está blanco y eso en él es mucho decir. Los jefes de prensa del PP, tan amables todos estos días, ya no están para bromas. Es normal, bueno, al menos es humano. Algunos miembros de de la ejecutiva ven a periodistas y enseguida dan instrucciones a los de seguridad para que los echen. No quieren compartir su tristeza públicamente. Soraya Sáez de Santamaría sale del balcón con gesto triste. E impresiona porque Soraya siempre sonríe. Es la cara más amable y cercana del PP (al menos en las distancias cortas)

En el PP pronto se han desinflado. Días atrás escuché en esa misma sede a mucha gente asegurar que lograrían la mayoría absoluta. Y el batacazo que se han llevado no es para menos. Decido marcharme a la calle y veo lo que nunca me hubiera gustado presenciar. Compañeros de Localia (Grupo Prisa) zarandeados por unos energúmenos que los insultan y culpan de su derrota. Estos payasos van con una bandera de España colocada como si fuera la capa de Superman. Menudo ultraje a la bandera, ¡¡¡Dios Santo!!!! Flaco favor le hacen a su recién derrotado presidente. ¿Quién le enseña a estos niñatos que la democracia consiste en repartir leña al que democráticamente ha ganado? Que tomen nota sus jefes y la próxima vez que los echen de la calle Génova y de cualquier lugar donde formen bronca.

Parece ser que unos cuantos, aún a pesar de la derrota, organizan una fiesta del PP en Fortuna. ¿Dónde si no? Bueno, hay gente que se toma las victorias deportivamente.