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Clint Eastwood seduce a Cannes, a pesar de Angelina Jolie, y Maradona arremete contra Bush y Pelé

Clint Eastwood seduce a Cannes, a pesar de Angelina Jolie, y Maradona arremete contra Bush y Pelé

miércoles 21 de mayo de 2008, 11:16h
Clint Eastwood ha dado este martes de nuevo una lección de cine en Cannes, donde ha seducido con una emotiva historia basada en hechos reales, sobre la desaparición de niños y la corrupción policial, y lo ha hecho a pesar de Angelina Jolie, su protagonista.
'Changeling', en competición oficial en Cannes, recibió una doble ovación al finalizar su primera proyección y, sobre todo, Eastwood fue aclamado al entrar en la sala de la conferencia de prensa y aplaudido en varias ocasiones durante la misma.

Un poco excesivo para la película aunque comprensible por la trayectoria de un actor y director que se dio a conocer con los "spaghetti western" y ha acabado siendo uno de los realizadores más sensibles y con más oficio de la industria cinematográfica.

Y esa experiencia se ve en 'Changeling', donde todo encaja a la perfección. Un guión que funciona como la maquinaria de un reloj suizo; unos movimientos de cámara precisos; excelente fotografía; preciosa y emocionante música y unos actores secundarios impecables.

















Lo único que chirría: una Angelina Jolie que no encuentra el tono del personaje.

Basada en hechos reales, ocurridos en Los Ángeles en los años veinte, Jolie interpreta a Christine Collins, una mujer independiente y moderna para la época que cría sola a su hijo. Y un día el niño desaparece.

Comienza en ese momento una historia kafkiana con una policía corrupta (similar a la de "L.A. Confidential") que trae de vuelta a Christine a un niño diciéndole a ella y a todo el mundo que es su hijo, cuando no lo es. Y sólo la ayuda un reverendo, interpretado por John Malkovich.

Sin grandes sorpresas en un guión que va 'in crescendo', Eastwood construye un gran filme. No es el mejor de su carrera como director, pero da gusto ver una película en la que todo está donde debe estar.

Un Eastwood de 78 años, que impresiona por su altura, por lo vivido que refleja su cara e incluso por su evidente sordera, afirmó en rueda de prensa que la historia que cuenta la película es "un gran estudio de características humanas", de cómo "una sola mujer lucha contra toda una ciudad".

La película se centra en dos temas. El primero, la desaparición de niños, sobre lo que Eastwood indicó que la pedofilia o la delincuencia contra niños "son los crímenes más abyectos que se pueden imaginar".

Con esta historia, "se pone de nuevo en cuestión a la humanidad" y demuestra hasta qué punto "los seres humanos pueden ser terribles".

El segundo tema de la película es la corrupción policial.

Al respecto, indicó que cada dos o tres décadas, el departamento de policía de Los Ángeles sufre una revolución en su estructura política a causa de la corrupción y la película muestra uno de esos momentos.

En la historia que cuenta "Changeling" -cuyo título podría ser cambiado por "The exchange"-, se añade el elemento de que Christine es una madre soltera, algo que pudo jugar en su contra en aquel momento.

Para preparar ese papel, Angelina Jolie señaló que como madre se podía imaginar el "dolor y la frustración" de Christine, pero que necesitaba "algo más". Ese elemento vino del dolor, pocos meses antes de iniciar el rodaje, por la muerte de su madre.

En cuanto al trabajo con Eastwood, la actriz reconoció haber estado nerviosa el primer día de rodaje, pero la capacidad de liderazgo del director lo hace todo más fácil, afirmó.

"Cada persona en el set lo respeta. No he visto a nadie ser más respetado que él", agregó.

Al ser preguntado por consejos para nuevos directores, el responsable de "Unforgiven" o "Million dollar baby" se limitó a decir: "Continuar siempre. Creer en vosotros y alguien terminará por creer. Cada vez que cierren una puerta, perseverar".

Y bromeó: "Aunque si os parecéis a Angelina no os cerrarán muchas puertas".

Preguntado por su ausencia del filme como actor, dijo ser "demasiado joven para interpretar a uno de los niños", ante las risas de los periodistas, para añadir que no había ningún papel adecuado para él.

Además resaltó que de forma gradual cada vez pasa más tiempo detrás de la cámara que delante.

Vestido con un traje blanco y camisa y corbata grises, Eastwood se mostró encantado de estar en Cannes y consideró que si se viene a un Festival como éste, "hay que estar en la competición oficial".

Y sobre sus opciones a la Palma de Oro, tanto él como Jolie insistieron en que estar en Cannes ya es un premio.

Respecto a la película "Dirty Harry", que se proyectará el próximo viernes en Cannes y que es uno de sus trabajos clave en su carrera como actor, Eastwood resaltó que hace 37 años cuando se rodó, fue una "gran aventura".

"Mostraba a un tenaz policía al que no para la burocracia para defender a las víctimas. En aquella época no había muchas películas con el punto de vista de las víctimas", por lo que provocó "tensiones" y reacciones contradictorias.

Por ello, se mostró "orgulloso". Pero eso no quiere decir que vaya a retomar el personaje, como han apuntado algunos rumores. "No podría estar en el departamento de policía a mi edad", afirmó con una sonrisa.

Maradona arremete contra Bush y Pelé en Cannes



Diego Maradona dijo que varios biógrafos y directores de cine han inventado historias sobre él, mostrándolo como una fuerza malévola e incluso como un mediocre. Pero al fin, agrega, llegó alguien que plasmó correctamente su historia.

El legendario futbolista argentino asistió el martes al Festival Internacional de Cine de Cannes para el estreno del documental "Maradona por Kusturica", del director serbio Emir Kusturica (quien hizo "Underground").

La película trata sobre el culto a la personalidad alrededor de Maradona, de 47 años, quien llevó a Argentina al título de la Copa del Mundo en 1986 y a una final en 1990. Incluye imágenes graciosas de seguidores de la llamada "Iglesia de Maradona", quienes cantan su nombre con la melodía de "Ave María", levantan templos dedicados a él e incluso celebran bodas en su honor.

La cinta también explora la antigua dependencia de Maradona a la cocaína, la relación con sus dos hijas y su lado político. En pantalla, Maradona presume un tatuaje con la imagen del ex presidente cubano Fidel Castro y dice que él nunca estrecharía la mano del príncipe Carlos de Gran Bretaña. También afirma que el presidente estadounidense George W. Bush es un "pedazo de basura humana".

Fuera de la pantalla, él es así de franco.

"Parece que cuando uno se vuelve una figura muy conocida no puede hablar sobre Estados Unidos ni Bush", dijo Maradona a los reporteros. "Hay muchos asuntos de los que no se permite hablar. Pero Emir me mostró el respeto que merece todo ser humano. Aún si uno es futbolista, tiene el derecho de expresar sus opiniones sobre alguien que es un asesino".

Aunque el documental no habla de la rivalidad de Maradona con el brasileño Pelé, sí se trató en la conferencia de prensa en Cannes, donde Maradona insistió en que él fue el jugador más grande del mundo, un punto de vista disputado por muchos seguidores del fútbol.

"Le prometí a mis hijas que no hablaría sobre Pelé, pero bueno, no puedo evitarlo. Lo siento por él", afirmó Maradona.

"Si yo no hubiera hecho todas las cosas malas que he hecho en mi vida, Pelé nunca habría podido llegar como el segundo detrás de mí, porque él se acostaba a las 10 de la noche, mientras yo todavía estaba afuera en las baldosas hasta las 5 de la mañana. Esa es la gran diferencia entre nosotros".

Maradona, quien posó para los paparazzi de Cannes malabareando la pelota y equilibrándola en la cabeza, dijo no obstante que su pasado descontrolado quedó atrás.

"He abandonado todos esos malos hábitos", afirmó un Maradona adelgazado y aseado. "Ahora tengo una vida diferente. Y sobre todo que no estoy viviendo a 100 kilómetros por hora como acostumbraba. Disfruto la vida".

Maradona, quien cooperó con Kusturica en el proyecto, dijo que el documental es la primera película sobre él que está bien hecha.

"He sido descrito como alguien malvado, alguien malo, alguien mediocre", se quejó. "La gente ha dicho muchas, muchas cosas sucias sobre mí. Ciertamente Emir fue quien pudo penetrar en mi corazón y hablar sobre lo que he vivido, no sólo en los momentos buenos, sino también en los momentos malos de mi vida".

Una distracción en la película es que Kusturica, un doble ganador del máximo galardón de Cannes, aparece casi tanto como Maradona en el documental. Kusturica alega que Maradona pudo haber sido un personaje en alguna de sus películas de absurdos, y para demostrarlo, incluyó escenas filmadas de ellos, algo que los seguidores de Maradona podrían considerar molesto.

Kusturica explicó que tenía una buena razón para ser tan protagonista. El voluble Maradona no siempre estaba presente cuando el director de cine lo esperaba. "Hubo veces que no podía encontrar a Diego en Buenos Aires", relató.


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