Pablo Guerrero, un grande/grande de nuestra canción que nos regala sus '14 ríos pequeños'

Pablo Guerrero ha reunido en este disco catorce nuevas canciones que fluyen con facilidad, llenas de fuerza y delicadeza, de silencios y reverberaciones, de poesía y música con aromas de nuestras líricas más tradicionales. De difícil y extremada sencillez, 'Catorce ríos pequeños' pasa por distintos tonos emotivos como el humor, la rabia, el sarcasmo. Pero sobre todo es un canto a la Naturaleza. A esos momentos de plenitud que todos hemos tenido alguna vez, cuando estamos en armonía y en paz con ella, con los demás, con nosotros mismos.


Como todos los discos de Pablo, como toda su poesía, Catorce ríos pequeños está lleno de latidos, de humanidad, de unión, de luminosidad, de calidez, de misterio. Un disco para escuchar sin prisas, para sentirse abrazado. Música balsámica para sentirse aceptado, para sentirse acogido, para sentirse amigo.Y no hubiera sido posible sin la entregada y cohesionada colaboración de su banda: Luis Mendo, Santi Vallejo y Christian Pérez. Y los artistas invitados Lorenzo Solano y Susana Mártins. El sonido, las mezclas y el mastering se deben a Fran Gude.

Triple CD con toda su enorme obra

Ya con anterioridad, en 2013 se publicó, con una gran acogida, 'Lobos sin dueño', la antología que celebrara los 40 años del histórico 'A cántaros', recuperando en un triple CD la obra del cantante y compositor extremeño. Una obra trabajada minuciosamente, esa personal música poética que ha publicado pausadamente, alternándola con las ediciones de sus libros de poemas durante una de las carreras más largas y profundas de la música española. Una trayectoria musical 
única por su rigor y su evolución. 

Desde aquel primer A cántaros a canciones del disco grabado en directo en el Olympia de París en 1975, para continuar con el álbum Porque amamos el fuego de 1976 (con otro clásico: Dulce muchacha triste); la primera inmersión en sonoridades flamencas de un cantautor español en A tapar la calle de 1976; la etapa más experimental que se manifiesta en álbumes como Los momentos de agua (1985), El hombre que vendió el desierto (1988), Toda la vida es ahora (1992), Alas alas (1995) y Sueños sencillos (2000), de la mano de Suso Saiz y Miguel Herrero... Hasta llegar a su última obra con discos como Plata (2005) y Luz de tierra (2009), grabados y producidos por Luis Mendo. 

En definitiva que arranca 2015 con la magnífica noticia de la publicación de este un nuevo disco. Catorce canciones que discurren como ríos pequeños. Y la voz de Pablo Guerrero, que nos transmite paz y ternura y cercanía. Un soplo de luz contra estos tiempos oscuros.