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'Alma', fascinante adaptación al teatro de 'Persona' de Ingmar Bergman

'Alma', fascinante adaptación al teatro de 'Persona' de Ingmar Bergman

martes 03 de marzo de 2015, 19:40h

En 1966, Ingmar Bergman estrenó una de sus obras cumbres,  'Persona'. Contaba, en blanco y negro, y en ese tono hermético, intimista, a veces incluso agobiante, rodada en interiores, lahistoria de unaactriz, Elisabeth Vogler (interpretada por Liv Ullmann), que  se encuentra en un hospital después de perder la voz mientras estaba interpretando en el teatro el personaje de Electra. Una enfermera llamada Alma (Bibi Andersson), es la encargada de cuidar a la actriz  y permanecer atenta a cuantos avances o retrocesos pueda tener en la evolución de su extraña enfermedad Elisabeth, a quien los doctores no encuentran causa alguna de su silencio. En esa situación  comienza una estrecha relación entre las dos mujeres. La fusión y la sintonía de ambas mujeres acabará siendo tal, que en realidad las dos son como dos caras de una misma mujer.

En 2015, un jovencísimo director teatral, Arturo Turón -su primera obra como director sigue representándose en Madrid, 'Confesiones a Alá' y con permanente éxito de público y crítica- se ha atrevido a llevar a la escena una versión bastante fiel de la película de Bergman.  Desde fuera podría pensarse que esa iniciativa no deja de ser una osadía, y hasta puede que quien así piense no le falte razón. Pero el resultado del montaje es una verdadera delicia. Una obra llena de poesía, silencio, inquietud, sensualidad, belleza y fascinación, de lo mejorcito que puede verse en estos momentos en el teatro madrileño.

Ahora, Elisabeth Vogler es Rocío Muñoz Cobo (la fantástica Lady Macbeth de MBIG), y a Alma la interpretaAndrea Dueso. El duelo interpretativo de las dos actrices es soberbio, antológico, sublime. Ambas alcanzan cotas de expresividad gestual, corporal y verbal tales que se hace difícil pensar que puedan ser fácilmente sustituidas. Y eso que sus personajes son muy distintos inicialmente aunque al final, como sucede en el film de Bergman, las dos  se acaban convirtiendo en las dos caras de una misma mujer.

¿Y cómo solucionar el problema de trasladar una historia de cine a  otra sobre un escenario? Turón ha recurrido a Juan Divasson para  diseñar la escenografía y la ambientación, que es tan sobria como  sencilla. Milimétricamente estructurada, con espacios muy bien diferenciados, pintados sobre el suelo, como si se tratase de un plano. Una terraza de la casa de campo, que sirve a la actriz para tomar el sol mientras lee. Dos habitaciones, una de cada una de las dos protagonistas, y una cocina, que sirve de punto de encuentro entre las dos mujeres.

Al fondo, en una gran pantalla empiezan proyectándose escenas de ojos, tijeras,..., que asocié inmediatamente a la película de Buñuel 'El perro andaluz', para continuar, a lo largo de la obra, con las proyecciones de distintas emociones surgidas de la cara de Elizabeth. Al final, vuelven esas proyecciones. Alma acaricia la cara de Elizabeth en la pantalla y la imagen sonríe. El  cuidadísimo  espacio visual y la fotografía es obra de Sergio Lardiez y el diseño de la luz, de Jon Corcuera. Por último, Ana López Cobos ha diseñado un vestuario tan sencillo como elegante.

Y por si todo eso fuera poco, Turón ha introducido también la danza contemporánea dentro del montaje, de la mano de Cristina Masson, coreógrafa y bailarina.

El resultado de todo este trabajo es de una belleza fascinante en donde el tiempo se detiene y el gesto, la luz, el sonido  (hermosísimas las canciones a las que ha acudido Turón para subrayar los sentimientos íntimos que  transitan por el escenario), y la palabra se conjugan para hacer vivir al espectador noventa minutos de pasión y belleza inolvidables. Una verdadera delicia para los sentidos más refinados y cultos. Y dos interpretaciones, las de Rocío y Andrea, que perdurarán en la memoria de cuantos se  quieran acercar a Nave 73 para ver a ambas actrices en acción. Yo, desde luego, volveré a hacerlo porque esta es una de esas obras que  merece la pena volver a ver.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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