Susana le ve las orejas al lobo de Podemos

A buenas horas mangas verdes. Después de haber pactado con tirios y troyanos (primero con el PA y en la última legislatura con IULV-CA) para conservar un poder en la Junta de Andalucía que no le dieron las urnas, ahora se dan cuenta que si no hacen algo, y rápido, se les va a acabar el chollo del bipartidismo. No cabe duda de que Susana Díaz es una gran estratega política que no da puntada sin hilo y que suelta sus propuestas personales en momentos claves sin encomendarse a Dios ni al diablo y, por supuesto, sin consultarle nada a su jefe inmediato, Pedro Sánchez, a quien considera poco menos que un cero a la izquierda. Viene todo esto a cuento del último órdago que ha lanzado a los cuatro vientos desde las emisoras de Onda Cero. Supersusana pide ahora una segunda vuelta en todas las elecciones a modo y manera del sistema electoral francés. 

Ello supondría la institucionalización del bipartidismo puesto que serían las dos primeras fuerzas políticas quienes se disputarían en esa segunda vuelta el Gobierno, ya sea local, autonómico o nacional. Que conste que a mí no me parece mal este sistema que impediría de forma efectiva que partidos con escasa representación (entre ellos los los nacionalistas, Izquierda Unida, Podemos o Ciudadanos) se conviertan de la noche a la mañana en la llave de la gobernabilidad a cambio, casi siempre, de dádivas y sillones.

Ocurre que Supersusana le está viendo las orejas al lobo de Podemos y Ciudadanos y se está viendo venir que si no consigue en los escasos días que le quedan para el 5 de mayo, fecha fijada para su investidura, un acuerdo con Podemos o Ciudadanos, podría ver que su pírrica victoria del 22 de marzo se convirtiera en el sueño de una noche de primavera. Y es que, además, contempla estupefacta como Podemos y Ciudadanos, sobre todo estos últimos, continuan su imparable ascenso apoderándose no sólo del voto del PP sino también de mucho descontento del PSOE. Y unas nuevas elecciones autonómicas si no hay acuerdos antes del 5 de mayo podrían dar al traste con todas sus ilusiones de gobierno. 

En el fondo sus asesores lo que piensan es que los dos grandes partidos que han gobernado España en los últimos treinta años, PSOE y PP, tienen los días contados y que las nuevas fuerzas surgidas en el último año, Podemos y Ciudadanos, van a ser los herederos naturales de una izquierda corrupta y sin ideas y de una derecha también corrupta que sigue avergonzándose de su pasado. Si PSOE y PP no se dan prisa en reformar la actual ley electoral, es muy posible que ambos puedan quedar exentos en esa segunda vuelta que pide Susana. De ahí que se haya puesto nerviosa y le haya entrado un ansia por acelerar cuanto antes el proceso de cambio.

El gran problema de la presidenta en funciones es su orgullo. Adulada por todos los cogecosas que la rodean, por empresarios y sindicatos, se creen en posesión de la razón e ignora cualquier propuesta que le quieran hacer los otros partidos representados en la Cámara andaluza. Qué fácil hubiera sido para ella que hubiese aceptado la propuesta que le hizo en su momento el líder del PP-A, Juanma Moreno, de que ambos partidos firmasen un acuerdo para que se respetara la lista más votada en las próximas elecciones municipales del 24 de mayo. Ella pensaba entonces que no necesitaba para nada al PP porque conseguiría atraerse a su redil, como ya hizo Griñán hace tres años con IULV-CA, a Podemos, a Ciudadanos o a ambos. Pero resulta que las cosas de momento no están saliendo como ella pensaba y que, conforme pasa el tiempo, ve con más nitidez que el fantasma del rechazo a su investidura va tomando cuerpo.

Soy de los que piensan que toda esta política de rechazo a Susana es un paripé y que, al final, aunque sea en segunda vuelta, será investida como presidenta de la Junta, pero es verdad que nos va a tener a todos, sobre todo a los socialistas, en vilo hasta última hora. Eso sí, como aquí somos memos, nos conformaremos con que Griñán y Chaves dejen sus puestos para justificar la abstencion de Podemos y Ciudadanos. A ver si en próximas elecciones estos partidos llave se dejan de pamplinas y le piden a quien quiera gobernar cosas más serias que un intercambio de cromos. Porque, aunque ustedes no se lo crean, Andalucía sufre en sus carnes, y en las de sus cientos de miles de parados problemas muchos más graves que la dimisión y el cese o no de ambos ex presidentes. Por mí, como si se operan.