www.diariocritico.com
Sánchez y López, el mismo PSOE

Sánchez y López, el mismo PSOE

viernes 22 de agosto de 2014, 10:24h
Leí una de esas noticias raras del verano. "El ex capitán italiano Francesco Schetino, imputado por el hundimiento del crucero Costa Concordia, en el que murieron 32 personas, ha dado una clase sobre gestión del pánico, pese a que fue el primero en abandonar el buque". Y no sé por qué me acordé de Patxi López que ese mismo día comunicaba al Parlamento Vasco que dejaba su representación popular, en pleno mes de agosto. Por lo menos el lehendakari Ibarretxe lo anunció en un pleno parlamentario y tras haber ganado las elecciones, aunque Don Patxi y Don Antonio le quitaron su mejor derecho.

López se va a Madrid de gran jefe de un área gaseosa del PSOE, como el capitán del Costa Concordia, dejando a su partido con la mitad de votos que lo cogió y para enseñar a los demás cómo se gestiona una crisis después de haber sido el Lehendakari de todos los vascos y haber reivindicado que no hay cargo que de más satisfacciones que éste. Por lo menos Montilla, el expresidente catalán es senador, y plantea siempre en clave institucional cuestiones de Catalunya, pero su residencia es Barcelona. Patxi no. Él se va a Madrid como se fue Antonio Basagoiti a México a hacer dinero, Laura Mintegi a la Universidad y ahora Don Patxi a Madrid. Decía Félix Illarramendi que en la política vasca había mucho pájaro de alambre, de esos que cuando das una palmada, se van en desbandada. De ahí que llame la atención que de cuatro candidatos a lehendakaris de las últimas elecciones, solo quede Iñigo Urkullu, que pase lo que pase, seguirá viviendo en Euzkadi. No así Benegas, Ramón Jauregi, Nicolás Redondo y ahora Patxi Ló­pez. Su destino será siempre Madrid. Euzkadi es un mero trampolín.

Contrastan estos hechos con el discurso de enero de 2011 cuando López celebró el 125 aniversario del PSE, siendo lehendakari, con Pérez Rubalcaba a su vera y diciendo enfático que el PSE era "un partido de patriotas". Los dos coincidieron en resaltar el "amor a la tierra" de los socialistas vascos, "un sentimiento que nadie debe intentar apropiarse" mientras nos criticaban por pretender "ostentar el monopolio de ese sentimiento".

Patxi López nos restregó que ellos eran el primer partido de Euzkadi, diciendo que en la historia vasca "está la huella permanente e indeleble del socialismo y no viene nada mal recordarlo porque algunos quieren hacer como si fuéramos extraños o usurpadores en nuestra propia tierra". Patxi López dijo que todavía quedaban muchas cosas que hacer en Euzkadi y que él estaría siempre al pie de la mina.

Han pasado tres años, la política vasca ha sincerado su representación, a Patxi López se le queda pequeña la mina y ahora quiere resolver los problemas de España y del mundo. Y no es que nosotros digamos que el PSE no sea un partido vasco, sino que sus dirigentes son unos cantamañanas, que no están involucrados con el día a día del país y que a la primera de cambio se van a Madrid a hacer fortuna porque lo de ellos es España, y la gente así lo ve y así lo siente.

Pero quien aparentemente manda en el socialismo español, un socialismo en bancarrota por haber traicionado casi todos sus principios, aunque Sánchez solo haya reconocido que no debieron indultar a Alfredo Sáenz, es este nuevo secretario general con permiso de la presidenta de Andalucía Susana Díaz. Curioso. El socialismo al inicio de la transición se basaba en el pacto del Betis entre andaluces y vascos. Por una parte Felipe González, Alfonso Guerra, Manuel Chaves y by por la otra Nicolás Redondo, Ramón Rubial, Txiki Benegas y Enrique Mugica. Pero ahora, estos patriotas socialistas vascos, pintan menos que Maximino en Haro. Y ahí le han puesto solitario en la ejecutiva a López, pero quien manda es el tándem Sánchez-Díaz, que de seguir así, y con la debacle del PSC en Catalunya, corre el riesgo éste partido de convertirse en una UPN andaluza porque no solo han elegido al secretario general sino le han puesto de presidenta del PSOE a Micaela Navarro, una andujareña no muy simpática, de esas que si te pueden dejar de saludar lo hacen.

¿Y qué podemos esperar del jefe de López, Pedro Sánchez?

Pues no lo sé. Le conozco personalmente pues coincidí hasta su elección en una Comisión Mixta y es hombre correcto y con formación, pero, ¿puede ser un nuevo Zapatero?. Desde luego tiene todos los boletos. En cuarenta días, ante asunto tan delicado como el territorial demostró una improvisación pasmosa o quizás una evolución algo rápida como con el monarquismo.

Le faltaron reflejos políticos para después de estar con Rajoy haber llamado o estado con el lehendakari Urkullu y el president Mas. También es verdad que tras la conversación en La Moncloa con Rajoy salió hablando de las líneas rojas que no hay que cruzar y tras decir esto se fue a saludar en plan colegui a Felipe VI en su Palacio y no a la tumba de Pablo Iglesias o a la de algún socialista fusilado. Y digo lo de La Zarzuela pues, antes de ser elegido secretario general, había hablado de eliminar privilegios y de votar en contra de la abdicación del Rey. Se ve que su palabra, como el yogur, tiene fecha de caducidad. Dijo asimismo que integraría en la ejecutiva a Madina y a Pérez Tapias y no lo ha hecho, y que en noviembre habría primarias para elegir la candidatura socialista, y no las hará en esa fecha. Pero es que además cuando le preguntaron cuál era el primer problema de España dijo que la desigualdad. "Me preocupa más la igualdad entre los ciudadanos que marcar la diferencia entre territorios". Semanas antes se había ocupado también de la cuestión territorial "Cada territorio tiene su singularidad y su financiación y ésta debe hacerse respetando la igualdad y la solidaridad entre españoles y entre territorios". Pero 48 horas antes en un encuentro con los periodistas que seguían su campaña en las primarias Pedro Sánchez patrocinaba para Catalunya "un trato fiscal especial" y "reconocerla como nación". Como se ve toda una evolución. De esto último, que fue lo primero, a las líneas rojas dichas tras entrevistarse con Rajoy. Más de lo mismo.

Decía Xabier Arzalluz que había políticos en Madrid sin columna vertebral. Eran de los de la especie que no encaran los problemas de frente sino que reptan ante ellos. Me da que Sánchez va a seguir el mismo camino que ha llevado al PSOE a su actual situación que solo tiene como salida pactar con el PP ya que el bipartidismo está en aguda crisis en España por haberse identificado tanto con el PP en la defensa de la sacrosanta unidad de la Patria y en su pasividad en combatir la corrupción, y en haber mantenido una justicia pactada a dos que aunque Sánchez se vista de lagarterana, ya no engaña a nadie.

"Desterremos palabras que nos afectan e indignan a todos como crisis, paro, pobreza, desigualdad, corrupción, violencia de género, decadencia institucional -y aquí vino la bomba-, independentismo". El hecho de poner a la misma altura una aspiración política y delitos como el asesinato machista hirió lógicamente e hizo que muchos abrieran los ojos.

Y es que en su discurso de final clausura del congreso que lo ratificó como líder del PSOE ante tres mil delegados del congreso e invitados comparó patosamente el independentismo con la violencia machista y el paro. Como se ve una afirmación "muy puesta en razón" y que "ayudará" a resolver las cosas porque cada vez más, se recompensa a los políticos por adoptar las posturas más extremas y maximalistas aunque eso se paga tarde o temprano.

No sé si Patxi López en su calidad de secretario de Acción Política y Ciudadana en contacto directo con Pedro Sánchez va a poder cambiar ésta mentalidad mesetaria e hispanocéntrica.

El hecho claro para mí es que Podemos acorrala al PSOE que se debate en volver a los tiempos de Felipe González, del que Pedro Sánchez se confiesa como entregado admirador, o a un cierto discurso de una izquierda que le ladra en la cueva. De hecho en las encuestas ésta nueva fuerza, que ya empieza a organizarse en Euzkadi, ha irrumpido como tercera opción con el 15,3% de voto frente al 21,2% de los confundidos socialistas que quizás, con el consejo de Patxi López y con su trabajo transversal logre reconducir la situación como al parecer la ha hecho en Euzkadi con una Idoia Mendia, niña de ikastola, que dice que se gasta mucho en recuperar una lengua como el euskera, perseguida con saña por la dictadura.

Es cuestión de poco tiempo. Lo único que me entristece, sea que una persona que ha sido Lehendakari tenga tan poco arraigo a la tierra que le dio el máximo liderazgo, y que sin resolver los problemas de casa, se crea, como el Quijote el hombre idóneo para resolver los problemas del socialismo mundial.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios