www.diariocritico.com
Programa, programa, programa

Programa, programa, programa

lunes 24 de noviembre de 2014, 09:57h
Lo que está pasando en España es absurdo. Incluso esperpéntico. Si Valle Inclán despertara del sueño eterno, aquí no quedaría títere con cabeza. No le haría falta al  gallego imaginar muchos "Tirano Banderas", ni alumbrar muchas "Luces de Bohemia", porque  las tiene todas, y todos juntitos, negro sobre blanco. Le bastaría con   echar un vistazo a los titulares de los diarios de papel o de Internet en los últimos 30 días, para dibujar perfectamente el momento crítico  que está atravesando España.

En este país, unos -el Gobierno, el partido que le apoya y el grupo mayoritario de la oposición-, mareando la perdiz y mirando para otro lado, como si la cosa de la corrupción, la fuga de capitales, el despilfarro y otras cuantas cositas de  "quítame allá estas  pajas" no fuera con ellos. Por otro, la gente de "Podemos", haciendo un  ejercicio diario de  populismo y demagogia de manual de  Ciencia Política, proponiendo arrasar con los fundamentos de un sistema  político que nos ha permitido vivir en democracia, en paz y en libertad  durante cuarenta años (para ellos, este sistema está caducado), pero sin aportar ningún tipo de propuesta concreta sobre ese nuevo e idílico sistema que pretenden que sustituya al actual, es decir, a la Monarquía Parlamentaria.
 
La  transición de España desde un modelo autárquico de dictadura a  otro de participación ciudadana y de democracia  (con todos los defectos que queramos, pero  democracia), ha sido modélica y así  lo han reconocido, a lo largo de estos casi cuarenta años de andadura, los presidentes de las naciones más civilizadas, jefes de gobierno, intelectuales de todo signo y así se  ha venido estudiando también  en las Facultades de Ciencias Políticas y de Sociología de todas las universidades de prestigio.

Si hiciéramos caso al líder de "Podemos", ya tendríamos que estar  tirando al cubo de la basura tantos y tan esforzados logros  conseguidos por la inmensa mayoría de ciudadanos de este país que  hoy sobrepasan los 55 años, que somos quienes -de una u otra forma- hemos colaborado en el cambio de régimen. Y todos los menores  de esa edad que han podido gozar de las libertades  conseguidas, entre otros, todos los componentes de la ejecutiva de "Podemos", capitaneados por Pablo Iglesias.
 

La Moncloa, a tiro de piedra

¿Que hay que corregir las desviaciones producidas, expulsar de la vida pública y hacerles pagar por ello a todos los implicados, sean  estos del partido  que sean? De acuerdo. ¿Que hay que modificar la Constitución del 78 y todas aquellas leyes que sean necesarias para   revitalizar un sistema que está haciendo aguas por varias vías a la vez? De acuerdo también. ¿Que habría que buscar y aplicar fórmulas  de mayor participación ciudadana en la decisión de asuntos clave del Estado que afectan a todos y cada uno de los españoles, a través de referendos  o consultas más  frecuentes, sin que ello  derive en una  especie de democracia asamblearia  permanente? También de acuerdo.

Sí, hay que buscar vías de salida a estos y a otros problemas  sociales y políticos que se han generado por la complacencia y la  aparente impunidad con que  ciertos personajes de la "casta" (en el lenguaje de "Podemos") han venido utilizando en beneficio propio  y de sus cómplices y allegados. Pero tirar todo por tierra sería un   verdadero suicidio colectivo.
 
"Podemos" ha irrumpido ya  de hecho, y con fuerza, en el tablero de la política nacional y, si quiere ser percibida como una alternativa seria, debería haber plasmado ya sobre el papel sus propuestas y alternativas al sistema que combate con tanto ardor como demagogia. Los dirigentes de esta nueva formación política debieran  aplicarse aquel  "programa, programa, programa"  del que fuera  máximo dirigente de Izquierda Unida, Julio Anguita, que es la única forma de  comprobar el grado de voluntarismo demagógico o de capacidad política real de unos dirigentes políticos que, al menos, han sabido captar en beneficio propio, el enorme grado de descontento social existente en muchos sectores sociales de este país.
 
De la actuación de Rajoy y Sánchez, los líderes de PP y PSOE, depende en buena medida que ninguno de los dos  sean los futuros ocupantes del Palacio de la Moncloa cuando, dentro de un año vuelvan a celebrarse elecciones generales  y los españoles podamos seguir decidiendo democráticamente en quien depositamos nuestra confianza para que rija el destino colectivo de España y los españoles.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios