www.diariocritico.com
Fair Play en el carril bus

Fair Play en el carril bus

viernes 04 de abril de 2014, 07:54h
Ni aun aceptando la explicación peregrina de Esperanza Aguirre el asunto tiene asidero. Reconoce que se detuvo en el carril bus, frente a un cajero automático de Bankia y que tardó "un minuto". Independientemente de que en sesenta segundos no es posible operar en el cajero, de todos es sabido que en el carril bus no está permitido ni tan siquiera detenerse.
 
En otras latitudes encuentra uno señales de tráfico que advierten perentorias y amenazantes "Ni siquiera piense en aparcar aquí" e incrementan la eficacia del mandato reforzando la consigna que tienen la mayoría de los ciudadanos de esos lugares bien asumida: bajo ningún concepto un ciudadano decente va contra la ley. Una de estas sociedades es la inglesa.
 
Esperanza Aguirre, Dame Comander de la Real Orden del Imperio Británico, alababa hace poco que el fair play sea una divisa inglesa y afirmaba que le gustaría verla en España. Es completamente inaceptable que Esperanza Aguirre haya aparcado, así fuera un minuto o medio, en un carril bus por la simple razón de que es inaceptable que lo haga ningún ciudadano: demuestra un desprecio por la convivencia social impropia de una civilización digna de tal nombre. Saber esto, distinguirlo como concepto y tenerlo tan asumido que ni sea necesario pensar en ello es fair play porque evita el abuso del juego que Aguirre ha pretendido en esta funesta peripecia
 
Alejado yo de sus postulados, siempre respeté a Aguirre porque me gusta[ba] su forma de hacer política, muy sajona a mi ver; centrada en frentear cualquier demanda, decir lo que piensa y pensar lo que dice, tomar decisiones razonadas -no se trata de si fueron buenas o no, se trata de que era capaz de decidir pragmáticamente- que luego podía defender desde su ideología liberal. En ella no hay engaño: hace lo que dice y dice lo que hace. Sin embargo, la actuación del carril bus ha sido intolerable.
 
Todos tenemos derecho a un mal día, incluso los políticos. A lo que no tenemos derecho ninguno, y menos que el resto los políticos, es a situarnos por encima de la autoridad legalmente establecida: en cuestiones de tráfico son los agentes de movilidad los que llevan la batuta y a quienes hay que obedecer obligatoriamente y sin excepciones. Es insana una comunidad que no respeta sus propias leyes y ordenanzas: en ellas se definen y contienen las reglas del juego de la convivencia.
 
La ciudadana Aguirre debió reconocer su falta, aceptar la sanción sin más aspavientos y disculparse ante el agente por la infracción. Con esto habría cumplido con su deber cívico y se habría saldado el asunto. Sin embargo, algo no funcionó correctamente: Aguirre reconoce en Onda Cero que aparcó en el carril bus pero no parece darse cuenta de que comete una infracción y que contra eso no debe disputar con la autoridad.
 
Parece que estamos una vez más ante el repulsivo "Ud. no sabe con quién está hablando" por más que en esta ocasión el agente, al que aprovecho para felicitar por su actuación profesional, sabía perfectamente con quién se las había.
 
Esperanza Aguirre ha dilapidado como una boba principiante parte de su capital político con esta actuación prepotente. Cuando pregunta con desparpajo al agente si le ha retirado la multa y ante la negativa afirma que se marcha y arranca, Aguirre demuestra un incivismo indigno de ella y de los cargos que ha desempeñado.
 
Cuando escaquea su responsabilidad con la milonga de que la moto derribada estaba "malísimamente aparcada por otro agente de movilidad", niega la evidencia: que el agente cumplió el protocolo utilizando su moto como barrera contra el vehículo infractor. A qué tanto desprecio por la ley y la convivencia ciudadana.
 
Algo en todo esto me recuerda al evasor de impuestos que se jacta de su expolio o al listillo que circula a 150 con detector de radares. Es fácil burlar las normas, pero cada vez que lo hacemos provocamos un inútil e innecesario desequilibrio. El evasor de impuestos, el fittipaldi, el que aparca indebidamente en plazas para discapacitados, el que se cuela en un concierto, el que roba en El Corte Inglés o el que twitea libelos cojean del mismo pie.

@manuelpascua
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
3 comentarios