Tía Larry, la General Secretaria

Desde 2007 he venido manifestando la incapacidad de Rosa Díez para liderar un proyecto aglutinador de una mayoría social. En ello influyen muchos elementos.

De entrada, el personalismo excluyente con que Rosa Díez maneja "su" partido. No menos influencia tienen sus modos adustos y su imagen de Fräulein Rottenmeier en conflicto permanente con la humanidad: de que se trata que yo-me-mi-conmigo me opongo.

Tampoco ayuda que saliera del PSOE abruptamente y tras haber perdido las primarias por la secretaría general en Euskadi frente a Redondo Terreros y luego a la Secretaría General nacional con unos resultados tan desastrosos que uno todavía se pregunta para qué se presentó.

Su currículum es mediocre, como su preparación académica sin estudios universitarios. Lleva en política más de 30 años y lo único que realmente ha hecho es la campaña "Ven y cuéntalo" desde la Consejería de Turismo que dirigió en 1991 gracias al pacto PSOE-PNV que permitió a Ardanza ser lehendakari y a ella pillar cacho gubernativo.

Su labor en Bruselas fue inexistente: entre 1999 y 2007 realizó dos informes como ponente, una declaración por escrito y 36 preguntas. En ocho años y por 700.000 € en sueldos no resulta rentable para el contribuyente.

Para el PSOE es una traidora. Para el PP ultra un submarino del PSOE. Para el PP derecha moderada es antipática.

Para los más esPPantados, la única alternativa al Hombre que Lee el Marca... hasta que apareció Albert Rivera.


Rosa Díez es la tía Larri Ñona: lo antiguo, el pasado, la vieja política hecha por gente cuya mala preparación tapa su sentido del servicio público, gente incapaz de dialogar por lo que solo riñe.

 Cuando aparece un joven, abogado, con posgrado en Derecho Constitucional, con historial en la empresa privada, ganador de premios de oratoria con 19 años y nacido en democracia, la vetustez de la vasca queda manifiesta.

Albert Rivera ve claro que su partido y el que representa Rosa Díez son concomitantes y podrían unir fuerzas. De hecho, Rivera lo vio antes de que la ciudadanía lo reclamara. Es entonces cuando Rosa Díez se percata del problema: un chaval joven, preparado, que habla idiomas, sensato y con un partido que defiende casi lo mismo que el suyo y ante el mismo nicho de votantes que ella es su peor pesadilla. Si ambos partidos se fusionaran habría que pasar por primarias -está en los estatutos de ambas formaciones- y La Riñona sabe que perderá: ya aprendió la lección contra Terreros y Zapatero.

A mí me gustaría saber qué opina Fernando Savater, fundador e impulsor de UPyD, de la situación actual y de la negativa de su otrora amiga a acordar nada con C's.

En UPyD hay gente muy interesante como el doctor Anchuelo, un economista brillantísimo, bilingüe en inglés y unos modales exquisitos, que explica lo difícil en forma simple. O Irene Lozano, una mujer incorruptible, buena escuchadora y mejor narradora, con la cabeza muy bien ordenada como casi todos los lingüistas, capaz de generar empatía con cualquier interlocutor sin renunciar ni un ápice a sus principios o, claro, el bueno de Sosa Wagner doctor en derecho y trilingüe en alemán, árabe y francés.

Ahora los palmeros de la tía Larry salen en tromba a advertirnos de las diferencias insalvables entre UPyD y C's y yo, que hace años ya que no cumpliré los 50, sonrío con tristeza recordando que lo mismo decían troskistas, leninistas, estalinistas y maoístas. O en otro entorno, lo mismo decía el PSP del PSOE y lo mismo decían Óscar Alzaga de su Partido Demócrata Popular y de AP, o Enrique Darroque de su Partido Liberal y AP, o Areilza y su engendro Liberal y AP o, claro, la Unión Liberal de Pedro Schwartz y, de nuevo, AP donde se integraron todos pariendo el PP (el de Aznar, no la entelequia en que lo ha convertido Rajoy).


Lo probable es que Rosa Díez acabe yéndose a casa: lo más difícil es asumir que ya no es tu tiempo, que es hora de otros. Si no lo hace, UPyD simplemente desaparecerá. Eso sí, ella seguirá siendo la Caudillesa; lo que pasa es que un líder sin seguidores no es más que una persona caminando por la calle.@manuelpascua