El papel del psicólogo ante la muerte trágica: dos jóvenes fallecen en el ascensor

Todos los medios de comunicación se han hecho eco de la fatídica noticia del pasado martes, día 9 de mayo, que tuvo lugar en la calle Hermanos Bécquer número 4, de Madrid, en la que dos jóvenes de 17 años perdieron la vida debido a un desprendimiento de la pared del ascensor en el que iban.

A día de hoy, seguimos impactados por la noticia y rabiosos por el horrible desenlace que ha tenido, truncando, el destino, la vida de dos jóvenes que celebraban su fin de exámenes.

Las plataformas digitales y los medios de comunicación, se hacen hoy eco de cómo era el ascensor, de la empresa que lo construyó, de la revisión que había pasado el pasado mes de abril, de si existe negligencia o no, etc. Se preguntan qué es lo que ha podido pasar, y buscan respuestas al suceso.

Desde aquí, más allá de intentar encontrar una respuesta al hecho, pensamos todavía en los familiares de los menores, en los amigos que les esperaban para celebrar el fin de exámenes e incluso en los vecinos o testigos del edificio, a los cuales consideramos victimas secundarias y terciarias de este suceso.

Si bien es cierto que, en algunos medios de comunicación hemos leído que "multitud de psicólogos del SAMUR atendieron a los familiares y amigos que allí se encontraban”, y nos llega a nuestros oídos, al igual que a muchos de vosotros, preguntas como: ¿Qué papel tiene el psicólogo con esa madre, o ese padre, al que aparentemente nadie puede consolar en un momento así? ¿Es real que existe una función que cumplir en esa situación por parte de los psicólogos? ¿es útil la intervención del psicólogo de emergencia?

Pues bien, desde aquí, con estas líneas queremos recalcar que, si existe una función real a realizar, queremos valorar la intervención de los psicólogos de emergencias y dar a conocer cuál es esa función o ese papel que el profesional de la emergencia sanitaria cumple en momentos tan horribles como ese.

Es verdad que, en familiares y amigos, en los que en ese momento reina la incertidumbre, la necesidad de saber, de conocer qué es lo que están haciendo los médicos, lo que está pasando dentro del puesto sanitario que han montado los técnicos de emergencia, el psicólogo tiene poco tratamiento clínico que hacer. La función del psicólogo de emergencias es informar a los familiares, comunicar lo que está ocurriendo de una manera cercana; tratamos la información de forma realista con el menor impacto o daño posible con el fin de disminuir o minimizar el primer impacto emocional de los familiares. El papel del psicólogo emergencista no es otro que comunicar la mala noticia de una manera adecuada, adaptándose a la situación de crisis que esas personas están atravesando. La comunicación de malas noticias, requiere de unas pautas y unos conocimientos que han de cumplirse si queremos minimizar el impacto emocional; no se trata de informar acerca del hecho en concreto sino de establecer una relación de comunicación con el familiar al que nos dirigimos. No podemos, ni mucho menos, quitarle importancia al hecho que ha ocurrido, ni juzgar a los familiares por sus reacciones, sino que, nos limitamos a dar espacio al dolor, a contestar a las preguntas que surgen, a realizar un acompañamiento emocional en ese momento de crisis en el cual tiene lugar cualquier reacción emocional, desde el silencio hasta los lloros y la agresividad. No buscamos un por qué de esa reacción, únicamente se acepta y se le da un hueco.

No debemos olvidar que todas las reacciones de las víctimas de una situación de crisis o emergencia, son reacciones normales ante una situación anormal y a todas ellas hay que darles cabida y respetarlas.

Análisis elaborado por Paloma López & Rocío Gavilán, del gabinete 'Psicología Velázquez'
Calle Velázquez 53, Madrid - 650541532
www.psicologiavelazquez.com