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Obra de teatro 'Último tren a Treblinka'
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Obra de teatro 'Último tren a Treblinka'

'Último tren a Treblinka': Hambre, miedo, horror, muerte… pero, sobre todo, dignidad

viernes 10 de febrero de 2017, 17:42h

La Sala Cuarta Pared se ha transformado por unos días. Literas de camastros pegadas a las paredes y mesas y cajones de madera que no saben qué es una lija han ocupado todo el espacio del escenario y del patio de butacas. La ya mítica sala del teatro alternativo madrileño se ha visto transformada de pronto en el orfanatode Korczak, en pleno centro de la Varsovia ocupada por la Alemania nazi. Los espectadores que acuden así a este ‘Último tren a Treblinka’ se convierten, quiéranlo o no, en parte de los 200 niños que alberga la institución…

Entre paredes desconchadas, mesas y literas humildes, aunque limpias (el orden y la limpieza no pueden faltar tampoco en la casa del pobre), dos centenares de niños se han convertido, gracias a la guerra, en los involuntarios huéspedes del centro, custodiado por el médico y pedagogo polaco Janusz Korczak. En el fondo son sus verdaderos hijos putativos. Allí conviven Danel, Natka o Miryamen un régimen muy parecido a la autogestión, en donde hasta la opinión del doctor cuenta como una más, aunque todos le reconocen su indudable autoridad moral. Los niños, sin saberlo aún, van a vivir su último día de vida porque los nazis, que los tienen ahí, muertos de hambre y sin poder salir, van a subirlos a ese tren cuyo silbato suena intermitente y macabro a lo largo de todo el montaje, y desgraciadamente, ese será su último viaje. El que realizaron el 5 de agosto de 1942, que los llevaría, no a un viejo balneario, para reponerse de sus carencias después de tantos días de padecimientos, sino a la cámara de gas del campo de exterminio nazi de Treblinka.

El montaje,dirigido por Mireia Gabilondo, y escrito por Patxo Tellería, ha partido de una idea original de Ana Pimenta y Fernando Bernués, cuenta con la participación de nueve actores (cuatro interpretando a adultos y cinco a niños internos en el centro), y casi dos centenares más -el público- que permanece allí, codo con codo, ya sea en camastros o en las mesas, con esos nueve actores que reviven la historia de un hombre, el doctor Korczak (magnífico Alfonso Torregrosa), que blandió la bandera de la lealtad a todos los chicos allí alojados, para morir con ellos en Treblinka, cuando tenía 63 años, desechando todos los intentos de soborno por parte de los militares nazis para que, al menos él, pudiera salvar subida, a cambio de traicionar a los muchachos alojados allí.

Las normas de funcionamiento del orfanato y las situaciones de penuria que se vivieron en el orfanato han podido conocerse a partir de las notas queJanusz Korczak fue escribiendo en un diario personal, en el que se ha inspirado el texto del que ha partido el montaje. Un montaje, por cierto, lleno de fuerza y en el que lo metateatral (teatro dentro del teatro) cobra aquí una fuerza inusitada que pueden vivir los espectadores en su propia carne. Los actores conviven en la misma litera con el público, recogen los destartalados menajes de sus mesas, se pelean, lloran, interpretan canciones, bailan, cantan, juzgan a los compañeros que se han saltado gravemente las normas del centro que los acoge, sueñan, se abrazan o se encojen de miedo… Y todo, confundidos con el público, hombro a hombro, en medio de los estrechos pasillos que dejan las filas de mesas con bancos corridos que pueblan la sala.

El montaje, desde luego, es de esos que dejan huella y que difícilmente va a olvidar el espectador, convertido durante unos 80 minutos en rehén de los nazis, hacinado en medio del gueto de Varsovia, en un lastimoso orfanato de niños polacos en plena II Guerra Mundial. Las circunstancias son muy distintas, pero al final los niños refugiados que están pasando sus interminables días de espera en tiendas de campaña, a más de diez grados bajo cero, en campos de refugiados de Grecia, Lampedusa o Turquía no deben de ser muy diferentes… ¡Hombre, si te pones así, es verdad que no habrá tren a Treblinka! ¡Faltaría más...!

‘Último tren a Treblinka’

Texto: Patxo Telleria

Idea Original y Argumento: Ana Pimenta, Fernando Bernués

Dirección: Mireia Gabilondo

Intérpretes: Alfonso Torregrosa, Maiken Beitia, Mariano Estudillo, Gorka Martin, Tania Fornieles, Nerea Elizalde, Jon Casamayor, Mikel Laskurain y Kepa Errasti

Espacio escénico: Fernando Bernúes

Música original y espacio sonoro: Iñaki Salvador

Iluminación: Xabier Lozano

Ayudante de dirección y regidor: Kepa Errasti

Producción: Vaivén Producciones

Sala Cuarta Pared, Madrid

Hasta el 12 de febrero de 2017


Teaser

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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