Si hay una frase que define a la perfección esta nueva edad de oro de la televisión es la acuñada por el gran David Simon ('The Wire', 'Trème'), "que se joda el espectador medio". Y en el último episodio de 'The Leftovers' Damon Lindeloff la ha vueltó a poner en marcha una vez más, dedicando un capítulo entero a un personaje que hasta ese momento no había pasado de algo menos que secundario, en el que la acción se traslada a más de 15.000 kilómetros del lugar donde están los protagonistas y en el que estos no aparecen ni un solo segundo en pantalla.
((ATENCIÓN SPOILERS))
Si el último capítulo hasta este, el dedicado a Nora, nos había dejado un epílogo en el que volvía a aparecer el padre del protagonista, llamado como él Kevin, en un lugar recóndito de Australia. Este capítulo nos cuenta como ha llegado hasta ahí y qué sucede después, explicándonos como las voces que comenzó a escuchar al poco de la misteriosa desaparición, le han llevado hasta allí. Su historia es puro Lindeloff, una cosa surrealista tras otra que no parece tener ningún sentido pero que Kevin Senior interpreta como una señal de que debe salvar al mundo de una gran inundación, copiando una canción de los aborígenes australianos. Nuevamente vuelve a jugar con la ambigüedad de la situación, todo hace indicar que, como el título del capítulo, el personaje no es más que "un tipo blanco loco pensando" pero algo nos dice que puede tener parte de razón, no en vano estamos en una serie en la que un 2 por ciento de la población mundial desapareció casi como por arte de magia. Pero lo bueno es que Lindeloff está consiguiendo que, a la vez, que nos hacemos muchas preguntas, rebajar la tensión con algo de humor, en ocasiones tan negro como en este capítulo, cuando Kevin Senior acaba aplastando por error al personaje clave para su canción, tras caerse del tejado.
Scott Glenn está perfecto como Kevin Senior, una especie de Willie Nelson en ácido, que nunca sabes si realmente sabe algo o está realmente loco, algo que también sucede con la mujer que termina salvándole en Australia. La misma que habíamos dejado en el último epílogo ahogando al sheriff Kevin junto a dos compañeras. Ella también está segura de recibir señales de Dios pero, hasta ahora, esas señales han llevado a la muerte de todos sus hijos y al asesinato de un oficial de policía. Si al final son señales, será que Lindeloff también piensa que "Dios escribe recto con renglones torcidos". Aunque todo parece indicar que el creador de la serie prefiere pensar que cada cual es libre de interpretar los hechos que suceden en la vida a su manera.
En un momento del episodio, Kevin Senior llama cabreado a Matt para reprocharle que esté ausente de esa especie de nuevo Evangelio que está escribiendo sobre su hijo. Parece hecho a propósito, como si Lindeloff estuviera justificando el hecho de que este personaje haya aparecido tan poco hasta ahora. Ahora bien, no queda claro si su participación, y el episodio, quedará como un apéndice de última hora, o su historia se volverá a ligar a la del resto del reparto siendo clave en la resolución (como ese ejemplar de National Geographic de 1972 que no hace más que aparecer). Lo que parece evidente es que Australia es a donde se dirige la serie y dos de sus protagonistas principales, Kevin Junior y Nora. Las Antípodas son la clave en el final de la serie y van a aparecer mucho más a partir de ahora. Quedan 5 capítulos y, tras el de Nora y el del padre de Kevin, queda alguno más dedicado en exclusiva a otros personajes, con toda seguridad Kevin y Matt, posiblemente alguno más y uno o dos capítulos que sirvan como conclusión.
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