El último cómputo oficial ofrecido por el Gobierno fijaba en 183 el número de víctimas mortales y en 327, el de heridos.
Un comando terrorista formado por al menos 10 personas, que se dividió en cuatro grupos, inició el pasado miércoles una serie de operaciones en la lengua peninsular del sur de Bombay, según las pesquisas policiales.
Armados con rifles y granadas, los terroristas asaltaron un centro religioso judío, dos hoteles de lujo -el Taj y el Oberoi- y atacaron una antigua estación de trenes, un hospital y bares y restaurantes, además de disparar indiscriminadamente a civiles mientras se desplazaban por la ciudad.
La crisis finalizó el pasado sábado, cuando las fuerzas de elite indias acabaron con el último reducto terrorista, atrincherado en el hotel Taj Mahal.
El único detenido ha asegurado que pertenece a la organización terrorista Lashkar-e-Toiba, que lucha por la independencia de la Cachemira india, región que está inmersa en pleno proceso electoral.
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