Es algo innato en ella. Esa forma visceral de acometer los temas, sin importarle nada ni nadie, es característico en Elena Salgado, ministra de Sanidad y Consumo y ex candidata a la dirección general de la Organización Mundial de la Salud. A su regreso de Ginebra, tras el fracasado “asalto” a la agencia de salud de Naciones Unidas, la ministra ha vuelto a demostrar su sectarismo. Ahora le ha tocado a los promotores de los bancos privados de cordón umbilical soportar un decreto que, jurídicamente, no se sostiene por ninguna parte. Me atrevo a decir que es un decreto interesado y parcial que sólo protege los intereses de unos pocos, entroniza a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y desprecia el derecho legítimo de los ciudadanos. No se puede ser arte y parte y este decreto está claro que está construido con los ladrillos exclusivos de la ONT, para su mayor gloria y para impedir el derecho de la empresa privada a desarrollar su actividad. Además es abusivo, porque desde esa posición de poder, se abusa de la confianza de los políticos, que no conocen el tema en profundidad, y han sacado adelante unos postulados despreciando a la ciencia, a los derechos, a la investigación y al sentido común.
La otra cuestión, también preocupante para un amplio colectivo de empresarios de la Comunidad madrileña, es el decreto que desarrolla la ley antitabaco y que ha sido recurrido por Elena Salgado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, pidiendo su suspensión cautelar. Es el cuarto recurso contra los decretos autonómicos que se han aprobado en los últimos meses, todos ellos en Comunidades dirigidas por el Partido Popular (La Rioja, Castilla y León, Comunidad Valenciana y, ahora, Madrid) pero el primero en solicitar esa suspensión cautelar. Sin entrar en el fondo de la cuestión, pero si en la forma, en los mentideros políticos se piensa que la ministra y su equipo se han vuelto a equivocar. La opinión pública se encuentra dividida ante estas medidas, pero de lo que no hay duda es que la decisión de la presidenta Esperanza Aguirre de aprobar el citado decreto le va a suponer una porción importante de votos en las próximas elecciones de mayo, además de la posibilidad de declarar inconstitucional la ley antitabaco, tras el recurso que ha presentado la Comunidad de Madrid.
Esta fijación permanente de la ministra Salgado contra la presidenta Aguirre le está suponiendo a la primera un desgaste importante. La polémica de la vacunas –Madrid decidió incluir en el calendario vacunal la inmunización contra el neumococo y la varicela, en contra del criterio de la ministra- le ha pasado factura a Elena Salgado en Ginebra. Esta situación ha actuado en su contra a la hora de conseguir votos del consejo ejecutivo de la OMS. Quizás, para compensar esa situación, Elena Salgado ha decidido apoyar ahora a los médicos de familia que acaban de protagonizar una huelga para conseguir más tiempo y atender debidamente a los pacientes. Los integrantes de la plataforma Diez Minutos no dan crédito a las opiniones que pronunció la ministra en público, en el sentido de pedir más financiación y recursos para Atención Primaria, cuando todos saben que el PSOE desestimó en 2005 una serie de medidas en ese sentido propuestas por Ana Pastor en el Congreso de los Diputados.
Y ya, como colofón, recordar que hasta Comisiones Obreras está en contra de la labor de la ministra. María José Alende, secretaria general de la Federal Estatal de este sindicato, ha pedido la dimisión de Salgado a quien ha calificado de ser “la peor ministra de Sanidad de toda la historia de la democracia”. No me extraña que Elena tenga ese carácter tan agrio....
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