Del Río asegura al juez que el ex consejero de Industria le amenazó con echarle "a la puta calle"

Siete meses después de dimitir como consejero de Industria, Del Olmo se ha sentado en el banquillo de los acusados para responder por los delitos de los que se le acusan y también por dos faltas de vejaciones y una de amenazas. Por todas estos cargos, el fiscal y la acusación particular piden entre dos años y medio y tres años de prisión y otros ocho de inhabilitación para cargos públicos. También se pide una multa de 15.750 eruos y 12.000 euros de indemnización a cada uno de los trabajadores

La causa se remonta al año 2007, cuando Del Olmo era presidente de la Autoridad Portuaria. Un trabajador del puerto, Antonio Martínez, puso una demanda a finales del año 2006 en relación a su calificación profesional. En su favor declaró como testigo el jefe del Departamento de Administración y Finanzas del Puerto, José Manuel del Río y, finalmente, la sentencia le reconoció la calificación que reclamaba.

Del Olmo está acusado de haber despedido a ese directivo por haber declarado a favor del otro empleado y de haber provocado deliberadamente que empeoraran las condiciones de trabajo de este último tras ese pleito.

En su declaración, Del Olmo ha justificado el encuentro con el jefe del Departamento de Administración y Finanzas despedido posteriormente asegurando que no le "amedrentó", como sostiene la Fiscalia, con un despido que al final se hizo efectivo. Así el que fuera consejero de Industria y Desarrollo Tecnológico del Gobierno de Cantabria afirmó tener el "absoluto convencimiento" de que tenía competencias para tomar esta decisión, que basó en informes previos en los que se probaba que Del Río protagonizó un "incumplimiento grave" de las normas de "la Casa".

   Sin embargo, Del Río, ha aseverado ante el juez que fue convocado a una reunión que le supuso un "auténtico calvario", que el consejero estaba "fuera de sí" y le amenazó con expresiones como "te vas a enterar de quién manda aquí" o "te voy a echar a la puta calle",  por haber declarado en favor del trabajador, algo que el acusado ha desmentido tachándolo de "absolutamente inexacto".

Por su parte, Martínez, antiguo jefe de la Policía Portuaria, pasó del Departamento de Explotación en el que estaba adscrito a colaborar bajo las órdenes de Del Río en otro área, y posteriormente, tras el cambio de convenio colectivo del Puerto, efectuó una reclamación judicial de su categoría profesional, que fue avalada por una sentencia.

   Fue este fallo por el cual en la Autoridad Portuaria pudieron confirmar el cambio de departamento, que aseguraban desconocer de forma oficial. Del Olmo consideró que los cambios en la movilidad de los trabajadores podían llevar a una "desorganización absoluta" y la "anarquía" en el Puerto.

   Del Olmo sostiene que el presidente del Puerto tiene competencias en materia de personal. Se apoya para ello en lo que le transmitieron el jefe de Recursos Humanos, Carlos González; el director del Puerto, Mariano Revestido; y el encargado de los Servicios Jurídicos, Javier Álvarez, que le aseguraron "jurídicamente" y "sin ningún tipo de dudas" que podía despedir a Del Río. También cita un informe del subdirector general de Recursos Humanos de Puertos del Estado, del que depende la APS, que avalaba su postura.

   Por tanto, no pensaba "de forma gratuita" que tenía competencias para el despido. "Mi convencimiento era absoluto, y el convencimiento intelectual lo tengo hoy todavía", aseveró. Esta decisión se le trasladó en una reunión en la que presuntamente se profirieron las amenazas de Del Olmo a Del Río, en presencia del entonces director del Puerto, Mariano Revestido, que rechazó que se hubieran producido, pero admitió que hubo "tensión".

   El ex presidente del Puerto precisó además que Del Río no era un directivo de esta institución, cargo que en realidad sólo ostenta como tal el director, que en esa fecha era Mariano Revestido. Y que como fue el quien nombró a Del Río para este cargo, entendía que podía igualmente "desnombrarle".

Traición

El representante de Comisiones Obreras en el Consejo de Administración del Puerto, Fernando Solar, explicó que el despido de Del Río les fue comunicado a los miembros del Comité de Empresa por Del Olmo, que dijo "textualmente" que era por que había cometido una "traición" a la APS. Solar sostuvo en su declaración ante el juez que la competencia para los despidos le corresponde al Consejo y que nunca ha visto a un presidente del Puerto hacerlo.

   El actual presidente de la APS, Christian Manrique, era en ese período jefe del departamento al que estaba adscrito Martínez cuando pasó a colaborar con Del Río en otro área, la de Finanzas. Fue un cambio que, según declaró, no le fue comunicado y del que no tuvo conocimiento posterior.

   En cuanto a Antonio Martínez, el empleado que cambió de área a petición de Del Río, este contó que días después de la sentencia, Del Olmo le notificó cambios en sus horarios y condiciones de trabajo, algo que normalmente solía hacer el director del Puerto, Mariano Revestido.

   A esta circunstancia se añade que, alertado sobre un consumo "extraordinariamente alto" en la cuenta telefónica, Del Olmo encargó una auditoría sobre el consumo de teléfonos e Internet. Tras una investigación, se abrieron cuatro expedientes por el uso indebido de estos medios para cuestiones no laborales, de los que finalmente uno se convirtió en sanción, la que se impuso a Martínez. En base a esto, se decidió despedirle, aunque tras recibirse alegaciones, esta medida quedó limitada a una sanción.

   Cuando se le comunicó el despido a Martínez, salió de las instalaciones portuarias acompañado de dos policías portuarios, en un procedimiento que "no es habitual", según indicó el propio afectado en la vista oral.

   Al respecto, un policía del Puerto desde el año 1980, que también declaró en el juicio, aseguró que vio la foto, con "cuernos y el cartel de 'Se busca'", algo que "no había presenciado jamás" en la APS, mientras que la anterior secretaria de la Presidencia del Puerto aseguró ante el juez que se quedó "pasmada" al ver la foto y que los policías escoltaban a Martínez "como si fuera De Juana Chaos".

La defensa pide la absolución total. La segunda jornada de este juicio será el 26 de noviembre, cuando quedará visto para sentencia.