Mientras Zapatero recibía aplausos de sus diputados y senadores, Mariano Rajoy contraprogramaba en Televisión Española, en un desayuno en el que recordó que el PP en el año 1996 bajó los impuestos y redujo el gasto público, lo que dio lugar a una mayor actividad económica y la consiguiente recaudación para las arcas del Estado: “Yo hubiera congelado el sueldo de los funcionarios y con el resto de trabajadores aceptaría las decisiones que adopten empresarios y trabajadores”, dijo.
En su intervención televisiva, Rajoy defendió la necesidad de reformas en nuestra economía y ha recordado que el Grupo Popular ha presentado propuestas para que los pequeños y medianos empresarios y los autónomos no tengan que pagar el IVA hasta que no ingresen el pago de los proveedores y una reducción del gasto público en un 25 %.
En su recetario ha incluido que se estimule la contratación indefinida, para que se termine así con la dualidad de contratos –con indemnizaciones de 45 días por año trabajado en el caso de los indefinidos y ninguna en los temporales- que contribuye, según él, a que, entre otras cosas, un 45 % de los jóvenes en edad de trabajar no puedan hacerlo. Asimismo, ha reclamado que la intermediación en el mercado de trabajo no sea monopolio del INEM y puedan participar también empresas privadas.
En otro orden de cosas, Mariano Rajoy se ha mostrado partidario de prolongar la vida laboral de los trabajadores “de forma voluntaria”, y ha recordado que en su etapa en el Ministerio de Administraciones Públicas ya se aprobó esta medida. No obstante, ha exigido que cualquier modificación en este sentido se haga en el seno de la Comisión del Pacto de Toledo.
En definitiva, ha criticado que el Gobierno haya subido este año el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, los impuestos del ahorro y los del consumo, especialmente el IVA en un sector como el turístico, que en España representa el 10 % del PIB. En su opinión, hay que hacer bajadas selectivas de impuestos a las Pymes y a los autónomos, “que son los que pasan por una mayor dificultad”.
Recordó, en ese sentido, que el PP en el año 1996 bajó los impuestos y redujo el gasto público, lo que dio lugar a una mayor actividad económica y la consiguiente recaudación para las arcas del Estado. “Yo hubiera congelado el sueldo de los funcionarios y con el resto de trabajadores aceptaría las decisiones que adopten empresarios y trabajadores”, explicó Rajoy.
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