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Siguen las dudas

Una multitud exigió justicia para esclarecer el asesinato de Ferreyra

Una multitud exigió justicia para esclarecer el asesinato de Ferreyra

viernes 22 de octubre de 2010, 15:44h
Organizaciones políticas, sociales y estudiantiles protagonizaron en Buenos Aires una multitudinaria manifestación para repudiar y exigir justicia por el asesinato de Mariano Ferreyra, un joven de 23 años en un conflicto gremial ocurrido el miércoles.

La movilización, que hizo casi intransitable la capital argentina, estuvo secundada por una huelga general convocada por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la segunda organización sindical del país.

Las principales columnas de manifestantes se concentraron para marchar hacia la Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno y donde culminó la protesta.

Miles de personas llegaron a la Casa Rosada desde la periferia de la ciudad, donde cortaron parcialmente algunos puentes de acceso y las vías del ferrocarril.

Mariano Ferreyra, un militante del trostkista Partido Obrero (PO), fue asesinado a balazos en un enfrentamiento entre trabajadores y grupos de choque del sindicato Unión Ferroviaria, .

Además otra activista del PO, de 57 años, recibió un balazo en la cabeza que la mantiene en grave estado en un hospital público de Buenos Aires, donde hoy fue dado de alta Nelson Aguirre, otro militante de esa fuerza política.

Aguirre, a quien la Justicia ha pasado a considerar un testigo clave en el esclarecimiento del asesinato, aseguró haber visto a una persona de la Unión Ferroviaria "disparando a quemarropa", aunque no descartó que en ese grupo de choque hubiera más gente armada.

"Fue una clara emboscada. El que disparó no tenía ropa de ferroviario, sino que estaba vestido de civil", afirmó en declaraciones a la televisión.

Los principales partidos de la oposición y organizaciones estudiantiles y de desempleados han responsabilizado por el asesinato al Gobierno de Cristina Fernández, al que acusan de "apañar" a la "burocracia sindical".

El Partido Obrero, en tanto, sostuvo que la policía permitió que "patotas" (grupos de choque) del sindicato ferroviario atacaran a balazos a activistas de esa fuerza política que apoyaban una protesta por despidos y bajos salarios en plantillas de trabajadores de empresas contratistas del ferrocarril estatal.
En dos actos políticos, Fernández acusó por estos actos de violencia a "algunos sectores", que no identificó, que "desde hace mucho tiempo buscan un muerto en Argentina".
"Como no lo pueden lograr desde la fuerzas de seguridad, aparecen estas bandas", añadió la mandataria,
quien señaló que el Gobierno mantendrá su "política de no reprimir" las protestas sociales.
"No quiero una sociedad de piedras y palos. Prefiero pagar costos políticos antes que ordenar una represión", matizó.

El líder de la CTA, Hugo Yasky, abogó por "terminar con la complicidad entre grupos empresarios y fuerzas sindicales que actúan como grupos de choque".

El crimen "no puede ser moneda corriente para los trabajadores. El único pecado de Mariano Ferreyra fue participar de una marcha en la que se reclamaba estabilidad laboral", dijo a Efe.

El vicepresidente argentino, Julio Cobos, pidió el "pronto esclarecimiento" del crimen, consideró que no se puede seguir pensando en el país en "términos de antinomias" y llamó al "diálogo constructivo" entre todos los sectores.

"Hoy más que nunca es necesario el diálogo. Las amenazas, las patotas, los agravios, la violencia deben quedar atrás", sostuvo Cobos, enfrentado desde 2008 con el Ejecutivo

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