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Los agricultores muestran su apuesta decidida por la innovación

La ICAM desarrollará un modelo de auditoría integral para la mejora de la sostenibilidad de las dehesas

La ICAM desarrollará un modelo de auditoría integral para la mejora de la sostenibilidad de las dehesas

viernes 05 de noviembre de 2010, 17:09h

El futuro de la PAC, la dehesa y los cultivos transgénicos se abordaron en una jornada en la que los agricultores mostraron su apuesta decidida por la innovación, sin renunciar a ninguna de las tecnologías que ya se están empleando con éxito en otras áreas del mundo

El Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales (ICAM) llevará a cabo un proyecto de diseño y aplicación de un modelo de auditoría integral para la mejora de la sostenibilidad de las dehesas españolas, un proyecto de carácter nacional, que tendrá una duración de cuatro años, y que se desarrollará en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Este proyecto, denominado 'Dehesa Innova: Diseño y aplicación de un modelo de auditoría integral para la mejora de la sostenibilidad de las dehesas españolas,' tendrá como ámbito geográfico de actuación los territorios con presencia de la dehesa, esto es, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.

La presentación del proyecto ha tenido lugar  en Sevilla durante una jornada organizada por ICAM y la Fundación Antama, con la colaboración del MARM, en la que bajo el epígrafe “La agricultura del futuro: Políticas y nuevas tecnologías”, se han abordado además el documento de la Comisión Europea sobre el fututo de la PAC y la situación de los cultivos transgénicos en la agricultura española.

Dehesa innova

Tal como ha explicado el director de ICAM, Daniel Pérez, el proyecto Dehesa Innova surge tras constatar el grave problema de rentabilidad de las explotaciones sustentadas en la dehesa y el consiguiente riesgo de degradación de este ecosistema único.

 Esta iniciativa pretende, tras analizar la tipología de las dehesas, diseñar un modelo de auditoría integral que, englobando los factores económicos, medioambientales y sociales (pilares básicos de la sostenibilidad), ayude a propietarios y gestores en la toma de decisiones respecto a sus explotaciones. Como base para lograr este primer objetivo se pretende emplear el Sistema de Planificación de Recursos Empresariales (ERP - Enterprise Resource Planning) que, si bien es común su uso con notable éxito en otros ámbitos, no se ha aplicado hasta ahora en explotaciones agropecuarias.

Entre los objetivos generales del proyecto se encuentran, en primer lugar, el fomento de la gestión sostenible de los recursos naturales de estos espacios, contribuyendo en la obtención de unas rentas básicas razonables y atractivas en el ámbito territorial de la dehesa; fundamentales para asegurar la continuidad de las mismas. Con el proyecto se pretende también la adaptación de la dehesa al cambio global y las demandas sociales, poniendo en valor los servicios públicos que aportan estos sistemas únicos.

Presupuesto de la PAC

Por su parte, el director de los Servicios Técnicos de ASAJA Nacional, José Carlos Caballero, ha destacado que la PAC está asegurada más allá de 2013, tal y como recoge la propia Estrategia 2020 de la Comisión Europea, en la que la PAC es una de las políticas prioritarias junto a la innovación y junto a otras.  Tal como confirmó José Carlos Caballero, lo que se debate en estos momentos es cuál va a ser el presupuesto con el que va a contar esta política y a qué se va a dedicar ese presupuesto, “éste es el asunto clave en este momento”.

La Comunicación de la Comisión sobre la PAC, que se hará pública el próximo 17 de noviembre, y a la que ASAJA ya ha tenido acceso, es la que va fijando las nuevas líneas del que será el modelo de PAC que marque el desarrollo de la agricultura en España y en Europa en el periodo 2014-2020. Este documento, pese a que va centrando los debates, es aún bastante abierto, aunque incluye ya algunos de los conceptos con los que tendremos que manejarnos en los próximos años, como el concepto de los “bienes públicos”, un concepto tomado del ámbito ecologista y que defiende una política agraria que prime lo improductivo, aquellos aspectos más distantes de la función principal de la agricultura, la de dar de comer con calidad, seguridad y a un precio razonable a los ciudadanos europeos, que es la que defiende ASAJA.

El documento es por tanto sólo un punto de partida. Abre tres escenarios. El primero, mantenimiento del status quo, y el tercero, la ecologización radical de la PAC, quedan menos desarrollados, y se observa la clara apuesta de la Comisión por el segundo, en el que se mantiene una PAC apoyada en dos pilares, la agricultura y el desarrollo rural, y se habla del establecimiento de un pago desacoplado básico y uniforme para los agricultores de un estado miembro o región, que se completará con otros pagos a aquellos agricultores que desarrollen su actividad en zonas desfavorecidas y también para aquellos que asuman compromisos medioambientales que vayan más allá de la condicionalidad.

Desde ASAJA se defiende que hay que mantener el potencial productivo, y para ello es importante que la reforma mantenga pagos diferenciados para los distintos tipos de agricultura, y de manera similar a como ocurre ahora, aquellas explotaciones más productivas, que asumen más costes, generan más empleo y garantizan la producción de alimentos tengan unos pagos más altos en función de estos bienes públicos, que son los que realmente se deben primar.

Tal como indicó José Carlos Caballero, la filtración de la propuesta ha decepcionado, pues, frente a lo que se afirmaba previamente, no se ocupa de uno de los problemas más graves de la agricultura española y europea, el del desequilibrio de la cadena de valor en prácticamente todas las producciones. Este es un aspecto muy grave para el que la Comisión no ofrece respuesta.

Por último, la Comunicación incluye una propuesta novedosa, la denominada gestión de riesgos, que aún no está bien perfilada pero que, según afirmó Caballero, puede entrar en colisión con el actual sistema de seguros agrarios con el que cuenta la agricultura española.

Los cultivos transgénicos en la futura agricultura española

La Jornada se ha cerrado con una mesa redonda en la que han intervenido el director general de Antama, Juan Quintana, el catedrático de Genética y Mejora Vegetal de la Universidad de Córdoba e investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, José Ignacio Cubero; y la secretaria del Consejo Interministerial de Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) de la Dirección de Desarrollo Sostenible del MARM, Esther Esteban.

El director general de Antama, Juan Quintana, ofreció algunos datos que permiten esbozar cuál es la situación actual de la biotecnología agraria en el mundo, con un nivel de desarrollo e implantación muy fuerte en grandes áreas tanto de países en vías de desarrollo como de países desarrollados. En este momento, 14 millones de agricultores de 25 países dedican a estos cultivos más de 134 millones de hectáreas. En grandes áreas del mundo el empleo de los transgénicos en la agricultura no constituye ya ningún debate. Así, en Canadá el 70% de los alimentos que se consumen llevan transgénicos desde hace 10 años y nadie los cuestiona. 

Desde el punto de vista del agricultor las ventajas son innumerables, desde el punto de vista productivo, económico e incluso medioambiental, la prueba es que más de un 95% de los agricultores que emplean semillas transgénicas repiten al año siguiente. El cultivo de transgénicos, al incrementar la productividad media del cultivo, permite dejar sin cultivar una parte del suelo, reduce el empleo de los productos fitosanitarios y las emisiones de CO2 a la atmósfera.

 

Se estima que, si se mantiene la evolución actual, en 2015 habrá ya 20 millones de agricultores que empleen 200 millones de hectáreas en 40 países en la producción de transgénicos. Pero según expuso Quintana, lo que nos viene es lo realmente importante: maíces resistentes a la sequía que reduzcan las necesidades de riego, el desarrollo de cultivos eficientes en nitrógeno que necesiten menos abonos, etc… El movimiento es imparable, y la UE permanece estancada y sus agricultores se encuentran en situación de desventaja y sin alternativas. En la UE hay 17 cultivos que ya han pasado todos los estudios y controles de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria pero que están aún pendientes de aprobación.

 

El director general de Antama concluyó su alocución con un par de preguntas: “¿Cuánto dinero y cuantos beneficios económicos y medioambientales está perdiendo al UE y los agricultores europeos por este retraso? ¿Puede permitirse la UE, máxime en el actual contexto de crisis, dejar tanta ventaja a otros países?”

 

Por su parte el profesor José Ignacio Cubero Salmerón, catedrático de Genética y Mejora Vegetal de la Universidad de Córdoba e investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, afirmó que la biotecnología constituye hoy por hoy una herramienta imprescindible para solucionar los problemas de un mundo en el que se duplicará la población entre 2010 y 2030 y será necesario producir más en menos superficie, por lo que los cultivos mejorados genéticamente constituirán la única vía para salir del atraso y la ineficiencia.

 

En China se producen la mitad de los cerdos del mundo, pero necesita importar grano para alimentar a toda esta cabaña. El consumo de carne se ha duplicado en China en los últimos diez años y la tendencia se mantiene al alza, sobre todo por que el nivel de renta y el nivel de vida en tanto en este país como en la vecina India van a suponer un tirón tremendo de la demanda de carne en los próximos años. En esta situación es básico incrementar las producciones mundiales sin esquilmar los recursos.

 

Ninguna tecnología sustituye totalmente a las anteriores, todas se complementan. José Ignacio Cubero puso el ejemplo del maíz, un cultivo básico en la alimentación animal que en 40 años, con el uso de las tecnologías clásicas, ha logrado reducir la superficie necesaria para producir una tonelada de maíz en un 40%, pero llega un momento en que estas tecnologías se encuentran con problemas de difícil solución, como ocurre con la plaga del taladro en el maíz, un problema que en la agricultura convencional no tenía solución pues los fitosanitarios que se empleaban no tenían capacidad para controlarla, por lo que la llegada del maíz BT  supuso una bendición para todos estos agricultores. 

 

Por último, José Ignacio Cubero ofreció un claro consejo a todos los consumidores: “Cuando vean en un supermercado un producto que en su etiqueta indique que contiene transgénicos, cómprenlo, pues será mucho más seguro que cualquier otro que pueda encontrar”.

Finalmente, la secretaria del Consejo Interministerial de Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) de la Dirección de Desarrollo Sostenible del MARM, Esther Esteban, expuso la situación legal de los transgénicos en la UE y las dificultades que se están planteando para la aprobación de nuevas variedades. En este momento se está discutiendo en la UE un nuevo reglamento que deja más libertad a los estados, y que probablemente vaya ya al Parlamento Europeo en el 2011.

La clausura de la jornada estuvo a cargo del secretario general de Innovación de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta

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