En los pasillos, antes y durante la cumbre, los principales comentarios se centraban en que la ausencia de
Hugo Chávez se debía a que había descubierto que la viuda
Kirchner colaboraba con Washington; Evo Morales estaba muy molesto con la señora porque entraba en las confidencias críticas de
Cristina Fernández y no quedaban rezagadas las confidencias conocidas del presidente saliente del Brasil,
Lula da Silva, sobre algunos colegas latinoamericanos. Son sólo algunos ejemplos de las consecuencias que están teniendo estas revelaciones que han pretendido utilizar los denominados gobiernos bolivarianos para atacar a Estados Unidos.
Fue el presidente de Ecuador,
Rafael Correa,
quien lideró la iniciativa, rechazada desde el principio por Argentina, México, Brasil y España, de incorporar en la declaración final una condena a Estados Unidos por sus prácticas diplomáticas que se consideran una injerencia en asuntos internos. Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador propugnaban la condena que se topó con la negativa firme desde el principio de la anfitriona argentina quien había recibido las disculpas en persona, a través de una conversación telefónica, de la propia secretaria de Estado norteamericana,
Hillary Clinton, a quien prometió que en la Cumbre no habría condena para Washington.
El Rey firma los decretos
Lo que queda claro es que las relaciones diplomáticas van a cambiar a partir de ahora o, al menos, los comentarios de cada país sobre los demás cuya publicidad puede provocar muchos desencuentros políticos graves. Reforzar los servicios de comunicación como tiene, desde hace tiempo, la diplomacia española que permitió con todas las garantías de seguridad que el rey sancionara el real decreto-ley sobre los controladores y después las dos disposiciones que traspasaban las competencias aéreas de AENA al Ministerio de Defensa y la declaración del estado de alarma en España. Tanto el rey como la ministra de Asuntos Exteriores,
Trinidad Jiménez, informaron a los asistentes a la cumbre de los pormenores de la situación en España que afectó también a numerosos pasajeros latinoamericanos.
Cláusula democrática
La XX Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata será la cumbre de Wikileaks, pero, sobre todo, de la democracia y de la educación. Los líderes iberoamericanos aprobaron una cláusula democrática que impone una serie de condiciones a sus miembros para evitar tentaciones de golpes de estado y penalizarlos en caso de que se produzcan. Se establecen los mecanismos para reforzar la democracia en estos países que consisten en una primera fase disuasoria ante el riesgo de una intentona golpista que capacitaría a la organización, a través de sus órganos pretémpore, la secretaría general y la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de expulsar a aquellos países que sufran un cambio de gobierno por la fuerza y la fase ejecutiva directa de expulsión en caso de que se produzca el golpe con la pérdida de todos los beneficios de pertenecer a la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
Con esta decisión y una mención expresa al caso, Ecuador satisfizo su pretensión de dar toda la mayor trascendencia a la revuelta salarial de un grupo de policías que después se presentó como un intento de golpe de estado. O más claramente se aplicaría en un caso como el de Honduras, no invitado a Mar del Plata, de derrocar por la fuerza al presidente legítimo,
Manuel Zelaya, y cambiar al presidente aunque fuera celebrando elecciones y fuera elegido
Porfirio Lobo.
Educación
Clausurada la cumbre, los expertos comentaban que habría que estar muy alertas para que se cumpliera los objetivos del gran proyecto de la Cumbre que es la educación para la inclusión social con el programa Metas 2021. Es el gran logro de la Cumbre que a veces no tiene la difusión merecida pero que resulta fundamental para miles de ciudadanos como fue el caso de otros proyectos como el agua, la electrificación, la alfabetización, etc…
Los mandatarios iberoamericanos se citaron para el año que viene en Paraguay en una nueva cita donde América Latina va a consolidar sus relaciones políticas y comerciales en un momento donde se ha convertido en una solución para los problemas económicos de países europeos como España y Portugal.
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