Kuruchet, caballo de invierno en Dos Hermanas

El triunfo de Kuruchet despertó los mayores halagos en la fría jornada sevillana, pero desde la calidez del hogar y la retransmisión televisiva, la antepenúltima reunión nazarena me levantó del sillón con la recta de la tercera carrera entre Vivaldi Real y Zarievich Nuñez. Es lo mejor que he visto en Dos Hermanas. No sé si porque a cien metros de la meta me dio tiempo a pensar. “Mira Martínez esta no se te escapa” y “mira, Janacek, ahí tienes que demostrar qué vales”. Y lo que ocurrió es que al uno se le vio su faceta de preparador (no sólo por acariciar a su caballo nada más pasar la meta) sino por el hecho de no llegar con la oreja de Vivaldi a balanzas y sí con caballo para próximas. Y al checo se le vieron nuevamente maneras de bueno porque no se le levanta una llegada tan fácilmente a Martínez como lo hizo con Zarievich Nuñez, uno más de los caballos que repiten en handicap, con demasiada facilidad.  

Pero vayamos por partes y volvamos a la carrera principal. De los seis participantes sólo Vivament Dimanche parecía correr para otra cosa. El resto salió temeroso de los cajones y tratando de guardar la viña. Así se vio pronto como el paso que marcaba Álvaro Gómez con Ilusionista era más falso que una moneda de diez euros. Lo vieron todos y ninguno se atrevió a modificarlo. El gran perjudicado fue Domeside, que además galopaba por dentro y al culo de los punteros. No tiene fortuna Grosjean con este Saf Saf. A mí era el que más me gustaba y me dejó sin excusa. El caballo no iba cómodo en Dos Hermanas y tratar de recuperarle para esto no sé si ha sido un acierto. Desde luego ha bajado un peldaño en lo que se esperaba de un ganador de Derby y tras su listed en Francia. Fuera de juego Domeside, a Kuruchet sólo le quedaba dominar en la recta sin complicaciones y nada más entrar en ella, Jarcovsky exigió a su montura para ponerse a salvo de cualquier remate. Y el único que tenía algo más era Ortiz de Urbina con la honrada Rayen. Fayos ya había exprimido a Blackberry Boy para un tercer puesto que era su lugar y ni Ilusionista ni Vivement Dimanche habían aparecido para más.  

Si la decepción con Domeside fue grande también me ocurrió algo parecido con Chiton. Lo tenía todo a favor para imponerse en la Lototurf y con un recorrido perfecto hasta la curva luego me lo sacaron de imagen y cuando le recuperé estaba más abierto que un Seven Eleven y sin ninguna posibilidad de presentar su ataque. La carrera ya la había ganado Don Hernando Hab, que con Francisco Jiménez en la silla, resucitó sin carrilleras ni anteojeras para darse un soberano paseo. El buen jockey de la cuadra de José Carlos Fernández ya había pasado por ganadores en la primera carrera con Carioka, una yegua que nunca debió perder la Copa de Criadores y que es de largo la mejor de la Yeguada Cortiñal.  

El otro ganador de la jornada fue ‘Don El Africano’. Un caballo que triplica victoria en Dos Hermanas y un jockey Jorge Moisés Sánchez Cuevas que es el que más ha crecido en este invierno. Sé que Álvaro Gómez también tiene su calidad pero, en Dos Hermanas, el mejor aprendiz no ha sido el ganador de la estadística 2009-2010 sino su compañero. La monta, de nuevo agazapado en la curva tras Alhaprince, y buscando sin precipitación un hueco en los primeros cien metros de la recta parece fácil pero no lo es tanto. Que se lo digan a Grosjean. A mí Sánchez Cuevas ya me ha convencido de que es un proyecto de jockey con garantías y que, al igual que el mismo Álvaro Gómez, hay futuro aunque sea escaso.