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Escritos en libertad: El tercer leonesista, con partido propio

Escritos en libertad: El tercer leonesista, con partido propio

martes 01 de marzo de 2011, 21:29h
Se desveló la última incógnita. El tercer expulsado de la UPL, Luis Herrero Rubinat, vinculado a las Cortes de Castilla y León como asesor de Castresana y Joaquín Otero, ha optado por constituir partido propio. Los dos últimos no encuentran acomodo político e incluso el futuro laboral del último sigue siendo una incógnita. Se dice que méritos ha hecho sobrados, pero no está tan seguro que el PP acabe haciéndole un hueco remunerado.

Rubinat ha presentado el partido que lidera, Independientes  por San Andrés del Rabanedo, el tercer municipio de la provincia después de León y Ponferrada, con más de 25.000 habitantes. Aspira a obtener acta de concejal, con tres compromisos que son ofertas  electorales y que condensa en acrónimo con su nombre: Leales, Útiles, Independientes y Sociales.

El asunto no tendría mayor relevancia si no fuera porque Luis es uno de los históricos del movimiento leonesista, probablemente el que tiene mayor bagaje cultural a este respecto y, desde luego, mayor pedigrí que cualquier otro. Incluso más que el ya olvidado por las urnas José María Rodríguez de Francisco. Con estos antecedentes, la decisión de Rubinat de constituir nuevo partido no es asunto baladí y puede suponer un duro golpe para las aspiraciones de la UPL de mantener un representante en la Diputación Provincial.

Luis Herrero Rubinat, junto a los procuradores Joaquín Otero y Héctor Castresana, fue expulsado de la UPL por no acatar la disciplina del partido  y haber creado una oficina parlamentaria al margen de su Comité Central –tal vez lo mismo que ahora pretende el alcalde de León, Paco Fernández, en el PSOE de Óscar López- y, consiguientemente, no entregar los 12.000 euros mensuales que entre los tres citados se han repartido, o han gastado en cuestiones propias de su cargo. Habrá que terminar dando la razón al gran periodista Antonio Núñez cuando afirma con la socarronería que le caracteriza que en esta vida, en la política más, todo lo decide la bragueta o la cartera. No recuerdo si ha precisado el orden.

Luis Herrero nació en León en 1962. Abogado de formación y profesión, contaba tan sólo 16 años cuando fundó las Juventudes Leonesistas del también recién nacido Grupo Autonómico Leonés (GAL), auténtica génesis de todo el movimiento leonesista posterior. Aquella amalgama de jóvenes y no tanto procedentes de las más variadas ideologías y algunos adscritos a otras siglas, fundamentalmente de izquierdas.

Tras las elecciones municipales de 1997, y con el acta de concejal de San Andrés en la mano, su destino paralelo era la Diputación Provincial, donde había destacado ya por sus conocimientos y dotes de orador. La traición de un colega, el actual alcalde de Villaquilambre y secretario de organización de la UPL, García Bayón, le impidió el objetivo y Rubinat acabó acogido por sus amigos como asesor de los procuradores autonómicos para poder engordar el sueldo magro de concejal de la oposición.

Ahora Rubinat pasará un duro test, porque los ciudadanos de San Andrés le juzgarán seguramente por su tarea municipal en exclusiva, demasiado poco para quien durante 33 años ha contribuido a mantener viva la llama de una reivindicación histórica leonesa que otros han utilizado con desvergüenza y los más, de entre aquellos fundadores, han dejado en el olvido. Por no citar los advenedizos que buscaron y encontraron el mejor trampolín para fines tan particulares como en ocasiones inconfesables.

Fernando Aller. Periodista.
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