Instituto Geofísico ve "saludable" la nueva norma anti-sismos

El pasado sábado el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció que el Gobierno emitirá las nuevas reglas, pues, en su opinión, "Ecuador, como país, tiene un altísimo riesgo sísmico" y no está preparado para eso, ya que muchas de las construcciones "son de pacotilla". Para Yepes "es saludable y normal" que se actualice la norma de acuerdo con los avances del conocimiento y de las técnicas de construcción. El director del Instituto dijo a Efe que el "reto" es que se aplique la normativa: "El país está plagado de leyes muy bien intencionadas, con muy buenas características, muy buenos criterios, pero que no cambian la situación". Recordó que normalmente las revisiones de los códigos de la construcción se producen tras daños provocados por terremotos, por lo que ve como un "mérito" que Ecuador haya decidido revisar la normativa antes de que se produzca algún desastre. El país se encuentra en el llamado "cinturón de fuego del Pacífico", el amplio círculo en torno a ese océano donde ocurre el mayor número de sismos en el mundo debido a la confluencia de las placas tectónicas. Según Yepes, la mayor parte de los habitantes de Ecuador vive en zonas sísmicas que "no necesariamente tienen buenas características de sismo resistencia". De acuerdo con el experto, la historia, evidencias actuales y los pocos estudios que se han hecho demuestran que "lastimosamente son muy pocas las estructuras que observan características sismo resistentes". En el mismo sentido se manifestó Correa, quien indicó que "en Ecuador se construye como les da la gana a los constructores" y por ello, en los dos últimos años, se ha elaborado la nueva normativa para las edificaciones. "El 70 por ciento de las construcciones son informales" y eso es un problema "que debemos corregir urgentemente", añadió el mandatario, al anunciar que "ya están listos las nuevas normas de construcción", que -dijo- el Gobierno las aplicará "con toda la firmeza de la ley". "Lo principal es evitar el riesgo de las vidas humanas", pero también aprovechar la normativa para generar "eficiencia energética" y un trato amigable con la naturaleza y el entorno urbanístico, agregó.