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Según la empresa propietaria del aparato

La avioneta siniestrada había superado todas las inspecciones

viernes 03 de agosto de 2007, 14:33h
Aeromadrid, la empresa propietaria de la avioneta que se estrelló en la noche de este jueves en Villanueva de la Cañada, provocando la muerte del piloto instructor y del alumno, aseguró este viernes que el aparato había pasado satisfactoriamente todas las inspecciones periódicas reglamentarias y tenía toda su documentación en regla. Mientras, UGT-Madrid ha reclamado que la muerte del instructor sea considerado un accidente laboral.
En nota prensa, Aeromadrid añade que la Comisión de Investigación de Aviación Civil ha abierto una investigación para averiguar las circunstancias que rodearon a este accidente. También informa que el instructor que pilotaba el aparato estaba en posesión de todas las licencias y habilitaciones pertinentes y en nomina en la empresa . A la espera de que se determinen las causas del siniestro, AeroMadrid manifiesta su más profundo pesar a los allegados de los fallecidos.

Por su parte, UGT ha reclamado que la muerte de este instructor de vuelo sea considerado un accidente laboral, con lo que se elevaría a 88 el número de fallecidos en accidente de trabajo en lo que va de año en la Comunidad de Madrid. En este sentido, UGT notificará formalmente este siniestro a la inspección de trabajo y al resto de organismos implicados en la prevención de riesgos laborales como viene realizando de manera sistemática en todos los accidentes mortales y graves que se producen en la Comunidad de Madrid.

El instructor, de 22 años, y su alumno, de 40, fallecieron al precipitarse a tierra la avioneta en la que viajaban en el paraje conocido como Las Ventegas, próximo a la carretera M-600, en el término madrileño de Villanueva de la Cañada. La avioneta había despegado del aeródromo de Cuatro Vientos, a donde tenía previsto regresar.

Según los primeros testimonios recogidos por agentes del instituto armado del puesto de Villanueva de la Cañada, el aparato cayó en picado contra el suelo. Cuando llegaron al lugar del accidente, un terreno de barbecho a unos 50 metros de una pista forestal, los agentes hallaron en el interior de la avioneta, que no llegó a incendiarse y chocó con un talud de unos 5 metros de altura, a uno de sus dos ocupantes muerto y al otro moribundo, pereciendo poco después.
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