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Dos goles de Falcao y uno de Diego

Un Atlético campeón entierra al 'Pupas' y gana la Liga Europa ante un Athletic sin pegada (3-0)

miércoles 09 de mayo de 2012, 20:45h
Ya no es el Pupas. El Atlético de Madrid, con la gran pegada de dos de sus estrellas, 'Matador' Falcao, que hizo dos golazos, y 'Maravillas' Diego, el tercero en la recta final, se ha proclamado campeón de la Liga Europa ante el Athletic de Bilbao en Bucarest (3-0). La final española fue todo un espectáculo, dentro y fuera del campo por la extraordinaria convivencia entre las dos aficiones.
Como en los toros: no basta con torear bien si luego no matas. Para cortar las orejas y salir por la Puerta Grande de la gloria hay que estoquear. Y para ello, el Atlético tiene al mejor 'Matador', a Falcao, que con dos espadazos puso ya muy por delante al Atlético en el primer tiempo. Después llegó el turno de 'Maravilla' Diego, algo así como Morante de la Puebla, que se gustó con un muletazo de arte puro que también acabó en las redes del Athlletic. Total que 'Milagro' Simeone ha revolucionado a su equipo desde el banquillo, le ha quitado, esperemos que para siempre el apodo de 'Pupas' y lo ha subido al altar europeo. y Olé.
  
Cosas de la vida. La final 'fratricida' entre dos clubes españoles, la decantó un colombiano. Radamel Falcao, que firmó dos soberbias obras de arte encarnadas en goles para su equipo. El 'Tigre' demostró que aumenta su rendimiento en las grandes citas, tras el título de Europa League que otorgó al Oporto el curso pasado anotando el único gol de la final. Además, con los dos tantos, se proclamó en solitario máximo goleador de la competición por segundo año consecutivo.
  
Pronto se abrió la veda. En el minuto 7, Falcao recibió un inocente balón en el pico derecho del área de Iraizoz. Tras controlar el esférico y otear el horizonte en busca de ayuda, el 'Tigre' aprovechó su soledad y la permisividad de los zagueros bilbaínos para caracolear, perfilarse y sacarse de la 'chistera' un zurdazo que se convirtió en gol tras atravesar la mismísima escuadra y en flecha para clavarse en los corazones de los más de 13.000 vascos que acudieron a Bucarest.
  
Antes y después de la estocada deportiva y moral del colombiano, el Athletic no se encontró cómodo en ningún momento sobre el césped, con un campo de minas ideado por Simeone para neutralizar el trato de balón vertiginoso al que acostumbra el equipo de Bielsa. Al contraataque, los colchoneros salían con mucho peligro comandados por los exquisitos Diego y Arda Turan.
  
Según se iba consumiendo el encuentro, Falcao mutó de gigante a islote, dentro de un Atlético de Madrid más preocupado de enfriar el fútbol que intentaba cocinar el equipo vasco y que garapiñó con un disparo de media distancia de Muniain y con un centro al corazón del área de Courtois que Llorente no supo conectar, víctima de la aceleración, el ansia y el acoso de Miranda.
  
Cuando el duelo se doraba en el horno, tomando el color verde de la casaca del Athletic, de nuevo emergió el '9' atlético. Una pelota sin peligro cayó en los pies de Amorebieta que, contrario a los postulados de todo central, se entretuvo en cabriolas sin sentido que dieron con Arda habilitando a Falcao. El colombiano se retorció en del área, pisando el balón para cambiar de dirección y tumbar a Aurtenetxe y al propio Amorebieta que fútilmente intentó enmendar su error, y por segunda vez con la zocata soltar un violento mandoble para anotar con autoridad.
  
Esta vez sí, la acción de Falcao domó a los 'leones', y aún más, los minimizó al nivel de un felino doméstico. No obstante, el conjunto de Simeone, con el oficio por bandera, no se volvió loco y pese a oler 'sangre' no descuidó la retaguardia, sabedor de que en cualquier momento los bilbaínos podían volver a rugir y soltar un zarpazo. Con la ventaja de dos goles (2-0) concluyó un primer acto donde brilló un único equipo, liderado por un colosal y certero Falcao.

Unos 'leones' sin mordiente   

La notable empresa de remontar, o al menos empatar, el envite en 45 minutos propició que Bielsa mirase al banquillo para introducir savia nueva en sus alicaídas filas. Si bien, el revulsivo resultó tan efervescente como efímero, con un par de acciones nacidas de la garra, el tesón y la gallardía que apenas lograron inquietar a Courtois y que no tuvieron continuidad alguna ni reflejo en el juego bilbaíno.
  
En el lado contrario de la cancha, Adrián pareció desperezarse, beneficiado por los espacios que dejaban los laterales a sus espaldas, en pos de cumplir con las labores ofensivas que su equipo requería. Su compañero de ataque y el hombre del partido, el 'Tigre', ofreció un auténtico recital de cómo un delantero debe ser útil para sus compañeros jugando de espaldas a la portería de Iraizoz, aguantando el esférico y descargando el juego a las bandas.
  
El guión del balón por el piso no le funcionó al Athletic, por lo que cada vez más, los vascos comenzaron a probar con los balones aéreos en dirección al estilete Fernando Llorente, pero toda acometida resultó vacua y estéril ante un equipo entregado en cuerpo y alma a la defensa de su guardameta, que apenas tuvo que intervenir. Aunque de rigor es reconocerle al Athletic numerosas jugadas embarulladas en el interior del área del meta belga donde no mostraron el acierto y la clarividencia necesaria para anotar su primer gol de la noche.
  
Cuando el partido parecía empantanarse con un equipo que se sabía ganador y otro que lo intentaba pero sin acariciar siquiera las mieles del gol, por enésima vez surgió Falcao para, con metros por delante, driblar y dejar atrás a dos rivales y estampar el esférico contra la madera. Acto seguido, Diego en velocidad se zafa de Amorebieta y cruza al palo contrario la pelota para redondear el triunfo.
  
Con el pitido final del árbitro, el Atlético de Madrid sumó a sus vitrinas su cuarto título europeo magistralmente dirigido por Diego Pablo Simeone que refuerza su condición de ídolo atlético, ascendencia sobre la afición que pronto podría adquirir Falcao de repetir actuaciones de este calado. La cruz del partido resultó para el Athletic Club, que recibió demasiado castigo en la final de una Europa League cuya inmaculada trayectoria les había permitido soñar con lograr algo histórico.   

FICHA TÉCNICA.   

RESULTADO: ATLÉTICO DE MADRID, 3 - ATHLETIC CLUB, 0 (2-0, en el descanso).

ALINEACIONES.   

ATLÉTICO DE MADRID: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Mario Suárez, Gabi; Diego (Koke, min. 90), Arda Turan (Domínguez, min. 93), Adrián (Salvio, min. 88); Falcao.

ATHLETIC CLUB: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe (Ibai Gómez, min. 46); Iturraspe (Íñigo Pérez, min. 46), Ander Herrera (Toquero, min. 63), De Marcos; Susaeta, Muniaín, Llorente.

GOLES:    1-0, min. 7: Falcao.
   2-0, min. 34: Falcao.
   3-0, min. 85: Diego.  
 
ARBITRO: Wolfgang Stark (ALE). Amonestó a Falcao (min. 26) por parte del Atlético de Madrid; y a Ander Herrera (min. 22), Amorebieta (min. 64), Íñigo Pérez (min. 75) por parte del Athletic Club.
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