Giro mundial en la crisis de deuda para salvar a España (y el euro)

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha insistido este martes en lo injusto que es para España financiarse con un sobrecoste del 7% en su deuda, pero más significativo es la cumbre de urgencia que mantendrá el G-7, es decir Estados Unidos y el resto de economías potentes, para tratar la crisis bancaria. Y es que preocupa y mucho, la disminución brutal de valor que está experimentando el sector, y los posibles agujeros bancarios generados, que impactarían aún más en el deterioro del euro.

El hecho de que el sector bancario se debilite tiene varias consecuencias: por una parte, crece el temor a que la economía mundial entre en fase de ralentización, algo que no beneficia evidentemente a Estados Unidos, pero tampoco a los países emergentes, que hoy son los que sostienen la economía mundial. Hoy se conocía el dato de crecimiento de la economía brasileña y las previsiones futuras, que anticipan una desaceleración. Y la situación también se repite en la fábrica del mundo, China.

En los últimos días, los mercados de valores de todo el mundo han sufrido fuertes caídas ante el recrudecimiento de la preocupaciones sobre la situación de la zona del euro y los pobres datos de empleo en Estados Unidos, lo que ha provocado el temor a que la economía mundial esté entrando en una fase generalizada de ralentización.

Por otra parte, la debilidad de la banca propicia posibles operaciones hostiles de compra, una situación que empieza a poner nerviosos a los núcleos duros nacionales de cada economía. No es extraño que hayamos empezado a oír hablar ya en firme a la canciller alemana Angela Merkel de crear una "supervisión bancaria europea". La UE y Francia defienden las ayudas directas a los bancos.

Con este panorama, han entrados las prisas. Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-7 (EE UU, Japón, Alemania, Canadá, Reino Unido, Francia e Italia) mantendrán una conferencia telefónica este martes para tratar sobre la crisis europea y en concreto sobre la banca en España.

Gurría echa una mano

Si ayer fueron los mensajes tranquilizadores de Bruselas y algún dato esperanzador los que relajaron la posición de España en los mercados, este martes el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, considera que España e Italia están haciendo todo lo correcto, por lo que no hay ninguna razón que explique los elevados intereses de su deuda.

"No hay ninguna razón por la que España tendría que estar pagando un 7%, como tampoco para que Italia pagara un 6,5% cuando están tomando todas las decisiones correctas en términos de reformas constitucionales en materia presupuestaria", ha dicho Gurría. Asimismo, el mandatario mexicano ha destacado que los dos países "están trabajando en la flexibilización de sus mercados laborales, han incrementado la edad de jubilación y todas las cosas que conocemos". De este modo, el secretario general de la OCDE ha expresado su confianza en que Europa saldrá fortalecida de la actual crisis de deuda, aunque ha advertido de que aún falta resolver los problemas actuales.

En este contexto, vuelve a cobrar fuerza la tesis de emprender políticas de crecimiento, un carro al que Alemana parece querer subirse ahora. De hecho, los países del G-20 (del que forman parte el G-7, Rusia y las principales economías emergentes del mundo), tienen previsto celebrar una cumbre de líderes los días 18 y 19 de junio en Los Cabos (México), en la que el principal tema de la agenda es la salida de la crisis.

El G-20 debatirá la posibilidad de animar a los países con capacidad fiscal suficiente que aumenten su gasto para ayudar a la eurozona y a la economía mundial a recuperarse, según ha informado un miembro del organismo.

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