Respeto a los ciudadanos

"Nada destruye más el respeto por el Gobierno y por la ley de un país que la aprobación de leyes que no pueden ponerse en ejecución". Lo dijo Albert Einstein y tenía razón. Pero también podía haber dicho que nada destruye más el respeto por un Gobierno que la puesta en marcha de leyes injustas, aprobadas sin contar con los afectados ni con los otros grupos políticos y que encierran en su esencia una merma sustantiva de los derechos fundamentales de los ciudadanos. O, lo que es peor, que los ciudadanos tengan que comprar el ejercicio de sus derechos. Eso es lo que piensan hoy jueces, fiscales, abogados, funcionarios, secretarios judiciales, asociaciones de consumidores y ciudadanos sobre las últimas reformas del ministro Gallardón. Y eso es lo que piensan, según las últimas encuestas, un 80 por ciento de los ciudadanos. Y eso es lo que ha llevado al ministro Gallardón de ser uno de los más valorados a tener sólo por detrás de él al ministro Wert.  

La imponente demostración de acuerdo, que no necesariamente de unidad, de todos los colectivos de la Justicia para denunciar la crisis de la Justicia y la prepotencia del Gobierno debería hacer reflexionar a Rajoy, salvo que el presidente esté plenamente de acuerdo con el fondo y la forma en la que está actuando su ministro de Justicia. En ese caso, el presidente y su Gobierno deberían hacérselo mirar.  Y prepararse para lo que pueda venir.

Porque la Justicia no es el único frente. La educación lo es también desde el jardín de infancia hasta la Universidad. Y la sanidad, donde la marea crece como un tsunami. No digo ya lo que piensan los funcionarios, que pueden ser una parte del problema pero que también son las víctimas de una situación creada por otros. Crece el malestar por servicios públicos fundamentales, por derechos constitucionales en peligro, por una falta enorme de respeto a los ciudadanos a los que se hurta la participación y a los que no se les explica nada. 

Lo mismo podríamos decir del colectivo de autónomos y pymes a los que el sector público, sólo el sector público, debe 5.510 millones de euros, deuda que crece 5,4 millones cada día. Prometieron -por una ley que no se ha puesto en ejecución, otra vez Einstein- pagarles en 60 días -en 30, en 2013- pero lo están haciendo en una media de ¡163! Ajo y agua..    

¿Puede estar alguien elegido por los ciudadanos dando la espalda a los ciudadanos? La ciudadanía es sensata hasta que alguien la empuja a dejar de serlo. La ciudadanía es responsable y sacrificada hasta que alguien le pierde el respeto. Sin duda hace falta un punto de equilibrio entre la necesidad de recaudar, de recortar y de reformar y el respeto a los derechos de los ciudadanos. Y algunos creen que la mayoría absoluta y su voluntad de salvarnos a todos, aunque sea contra nuestra voluntad, les permite dejar de tratar a los ciudadanos como tales.

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