lunes 31 de diciembre de 2012, 10:08h
Es
uno de los Estados más ricos del planeta. Desde su capital, Doha,
Qatar ha propagado a Oriente y Occidente la revolución árabe a
través de la cadena Al Yazira, pero sus ciudadanos están tan
lejos de la democracia y de las libertades como el resto de los
ciudadanos de la gran mayoría de los países árabes.
El
incendio del centro comercial que en mayo de 2012 se cobró la
vida de 19 personas (entre ellas, 13 niños, de los cuales cuatro
menores eran de nacionalidad española) en la capital del país,
hizo que medio mundo volviera su mirada a ver qué pasaba en ese
pequeño emirato árabe tan rico como desconocido.
Escudriñando
un poco en informaciones remitidas por los corresponsales en la
zona de diarios españoles, supimos entonces, por ejemplo, que
Hamad bin Thamer, presidente de la emisora televisiva Al Yazira, es
familiar directo del actual jeque qatarí, que detenta el poder
absoluto de la dinastía Al Thani que viene desde hace casi 200
años.
La
total ausencia de partidos políticos en Qatar no parece ser una
realidad que moleste mucho al jeque árabe, a quien no le importó
alentar revoluciones en Oriente Próximo difundiendo las imágenes
de las revueltas en Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Siria, mientras
que los ciudadanos qataríes las contemplen tranquilos en sus
casas y no salgan también a la calle imitando a sirios, tunecinos,
egipcios o argelinos.
Libertad
Pobre
o rico, nadie quiere ser esclavo. Si el poeta cantó a la
libertad ( ¡qué tiene tu nombre libertad...!) el ciudadano
comprometido puede llegar a dar la vida por ella, en cuanto la ha
degustado en primera persona . Pero millones y millones de
ciudadanos de todo el mundo, desgraciadamente, tardarán mucho en
probar una situación social y jurídica que les permita
alcanzar la condición de ciudadanos libres...
Puede
ser ilustrativa, a este respecto, la conversación que hace unos
años mantuve con una ciudadana bengalí, que forma parte del elenco
de 75 mujeres que integran la aventura vital de otras miles de
mujeres de los cinco continentes que vivían en España en el
momento de publicarse mi libro "Mujeres del mundo" (Imagine
Ediciones, 2005), a quien entrevisté durante más de 2 horas en su
pequeña casa del madrileño barrio de Lavapiés y en constante
vigilancia de su marido, que, siempre extremadamente atento, no
quitaba la oreja de las palabras de su mujer, inventando mil
necesidades en torno al minúsculo salón de la casa. En el único
momento en que estuvimos a salvo del marido guardián, esa mujer
contestó a una sencilla pregunta que le lancé:
- ¿Qué sueño te gustaría hacer realidad? No dudó ni un momento
la respuesta:
-
"Sería feliz si pudiera ponerme un pantalón vaquero y una
camiseta para poder salir a la calle".
Seguro
que hay miles de mujeres qataríes que se sienten identificadas con
la respuesta de esta otra mujer de Bangladesh que, diversas
circunstancias la trajeron a España. Y espero que también y cuanto
antes haya miles de maridos qataríes que estén dispuestos a no
coartar la libertad de sus mujeres si deciden ponerse un vaquero y
una camiseta.
Columnista y crítico teatral
Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)
|
|
|
|