www.diariocritico.com

Quién lo ha visto y quién lo ve

viernes 12 de abril de 2013, 10:15h
No es que nos tomen por tontos, es que somos gilipollas con balcones a la calle. El famoso decreto de la vivienda de la consejera expropiadora Elena Cortés no es sino un paripé, un engaña viejas, una pamplina mas de las que acostumbra a sacar Griñán de la chistera cada cierto tiempo como si fuese un prestidigitador de la política, para que el personal se entretenga en banalidades y no piense en los millones de parados que hay en Andalucía ni en los millones de euros que han desaparecido gracias, en el mejor de los casos, a la ineptitud de los gobernantes socialistas cuando no a la chorizada de unos cuantos. Pero lo peor es que aquí picamos todos. En toda España, las tertulias de radios y televisiones, los sesudos y enterados tertuianos, llevan una días analizando concienzudamente el decreto en cuestión. Hay opiniones para todos los gustos, a favor y en contra, cuando un análisis pormenorizado del decreto no resistiría ni dos minutos de debate. Ni la Junta va a expropiar nada, ni va a sacar pisos nuevos, ni va a solucionar, como dicen, el problema de la vivienda de seiscientas familias, ni mucho menos va a multar a las entidades bancarias a las que les debe hasta de callarse. Así, que menos lobos, Caperucita Roja Cortés, que por más que vendas la película de los derechos humanos, esta moto solo te la van a comprar los de la cuerda que ya se sabe que están para dorarle la píldora a todo lo que salga del Palacio de San Telmo que es quien da las subvenciones. No vale la pena, por lo tanto, darle más vueltas al asunto. Un asunto cuyos resultados podremos comprobar dentro de pocos meses que, como casi todo lo que promete Griñán, siempre es mucho humo, mucha traca, bastante alharaca y pare usted de contar. Si te vi no me acuerdo. Vamos un enorme bluff al que los andaluces hemos encumbrado con nuestros votos en las urnas. En el pecado tenemos la penitencia. No sé si es lo que nos merecemos, quizás usted que no le votó, no, pero, dadas las circunstancias, deberíamos aprender para no caer de nuevo en el futuro en el error que llevamos repitiendo durante varias décadas.

Y es que José Antonio Griñán, llámame Pepe, es solo fachada, pura apariencia, una máscara de carnaval. Son muchos, sobre todo quienes lo conocen desde hace tiempo, los que no creen que el compañero Pepe tenga oportunidad alguna para hacerse con las riendas del PSOE porque consideran que se trata de un bluf surgido gracias al escaso liderazgo de su jefe Rubalcaba y a la crisis interna en la que está sumido el partido. No les falta razón, pero hay que tener en cuenta que en el país de los ciegos el tuerto es rey y Ferraz se parece cada día más a la sede central de la ONCE. Solo hay que ver como toda la Ejecutiva se ha enganchado al decreto de Cortés como si fuese la tabla de salvación de unos desahucios que propició Zapatero y que la ahora consejera de Vivienda andaluza consintiò sin rechistar cuando era miembro del Consejo de la extinta Cajasur cordobesa.

No sé lo que ocurrirá en el futuro con Griñán, pero hay momentos en los que los andaluces echamos de menos a su antecesor, Manuel Chaves. Ayer, el ex presidente de la Junta, ex presidente del partido, ex vicepresidente del Gobierno, ex secretario general del PSOE-A y ahora simple diputado en el Congreso tuvo un arranque de genio al enfrentarse con su compañero Odón Elorza cuando éste insultaba a la bancada popular. Cuentan las crónicas parlamentarias que a Chaves, no le gustó nada la actitud mantenida por varios compañeros de escaño en el tenso debate de las preferentes, tanto que se encaró con uno de los protagonistas, el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza y le preguntó a voz en grito: «Pero, ¿tú no sabes en que partido estás?». Elorza estaba en ese momento enfrentandose de escaño a escaño con diputados del PP que afeaban a los socialistas que aplaudieran a los preferentistas expulsados de la tribuna del público porque consideran que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero esta en el origen del problema. Chaves dio un manotazo a la mesa de la diputada Esperanza Esteban, que inmediatamente dejó de aplaudir a los preferentistas. Hombre, no digo yo que Chaves sea un ejemplo a seguir, después de haberlo soportado casi dos décadas, pero no cabe duda que actitudes como ésta devuelven parte de la credibilidad perdida y ponen a cada uno en su sitio. Ya mismo se iba a enfrentar en público y abiertamente Griñán con un compañero, Si no es capaz ni siquiera de rechistarle a los secretarios provinciales de su partido a quienes ha ido descabalgando uno a uno con trampas y puñaladas traperas. Que se lo pregunten a José Antonio Viera, a Gaspar Zarrías, a Luis Pizarro, a Martín Soler

Lo que habría que comprobar es si Chaves es capaz de echarle los mismos huevos cuando llegue la hora de enfrentarse a Griñán si éste continúa su carrera hacia Ferraz o si opta por agachar la cabeza y ponerse a su disposición como hizo en el Congreso Regional de Sevilla cuando su amigo Pepe le arrebató la secretaría general del PSOE-A.  Y es que las circunstancias han cambiado y ni uno, Chaves, ni otro, Griñán, están para muchos trotes. El primero porque sabe que su futuro está en la vuelta a la Universidad, el segundo porque trata de asegurarse un puesto que le convierta en el salvador de la patria. Estamos apañados.  


Lea AndalucíaCrítica>>
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios