Se amplía el fraude de nunca acabar

Uno no sabe ya a qué carta quedarse. Duda si el caso de los EREs fraudulentos es la Historia Interminable o el cuento de nunca acabar porque después de casi cuatro años de investigaciones, la cosa está aún más enrevesada que al principio. Por si tenía poco trabajo por delante, la juez Mercedes Alaya acaba de dictar un auto en el que pide a la Junta que le entregue los papeles "a la mayor brevedad posible" de todas las Consejerías que, además de la de Trabajo, colaboraron en facilitar ayudas públicas a empresas en crisis a través del Instituto de Fomento de Andalucía o de la posterior Agencia Idea. Da por sentado Alaya que no fue sólo un Departamento de la Junta, la tan denostada Consejería de Empleo, quien pudo defraudar al erario público con los EREs fraudulentos, sino que algunas otras también transfirieron dinero entre 2001 y 2011 a la citada Agencia Pública para financiar los EREs. La juez sospecha que hubo "una inyección continuada y sistemática de fondos públicos y que deberá investigarse si estas concesiones estaban basadas en la presunta aplicación de criterios arbitrarios». Vamos que la investigación del fraude se amplía a otras Consejerías de la Junta que, hasta el momento, se habían salvado de la quema.


El problema que ahora se plantea es si Alaya, a la que se le acumula el trabajo, será capaz de cumplir los plazos prometidos para evitar que muchos de los delitos que investiga puedan prescribir antes de la celebración del pertinente juicio. Mucho me temo que esta ampliación del sumario eleve también el número de imputados que actualmente es de 133 y que a medio plazo sean llamados a declarar otros conocidos políticos socialistas que hasta el momento habían escurrido el bulto. Sea como sea, lo cierto es que la trama de los EREs fraudulentos sigue creciendo sin prisa pero sin pausa y amenaza con salpicar a cientos de dirigentes del PSOE y de la UGT que, durante más de diez años, han dilapidado cientos de millones a favor de amigos y conocidos sin control alguno. A estas alturas de la película casi nadie duda que el entramado de intereses que rodea todo este caso no es, como decía Chaves, Griñán o Susana Díaz, "cosa de tres o cuatro chorizos" como Guerrero o Lanzas, sino algo bastante más amplio y organizado que se adentra en los suburbios más recónditos de la financiación del Partido Socialista. Es lo que tiene la permanencia en el poder durante cuatro décadas ininterrumpidas, que se acaba creyendo que ese poder es poco menos que divino y que se pude hacer lo que le venga en gana con los presupuestos sin tener que dar cuenta de ello a nadie. La culpa, qué quieren que les diga, la tenemos todos aquellos que, repetidamente, han ratificado una y otro vez en las urnas a los Gobiernos socialistas de turno y muchos de los cuales se echan ahora las manos a la cabeza hastiados y asqueados de tamaña corrupción institucionalizada.

Con todo, y aunque parezca una mera anécdota, me ha llamado la atención la petición que la juez ha hecho a la compañía Orange para que facilite los datos del usuario que remitió un misterioso mensaje al conseguidor de ayudas y ex sindicalista de UGT, Juan Lanzas, y que podría estar relacionado con el ex vicepresidente de la Junta y actual responsable municipal del PSOE federal, Gaspar Zarrías. El SMS, descubierto por los agentes en el disco duro de un ordenador intervenido a Lanzas, que recogía transcripciones de mensajes de texto fechado el 30 de abril, decía textualmente: "No olvides que hoy es el cumpleaños de tu jefe, G.Z.". Asimismo, los investigadores analizaron otros diez mensajes de texto, entre los cuales se encuentra uno que pone 'secretaria Vallejo' y un número fijo, señalando la Guardia Civil que "posiblemente se trate del consejero de Innovación Vallejo Serrano"..Y me llama la atención porque, efectivamente, ese día es el cumpleaños de Zarrías y, sobre todo, porque pone de manifiesto que "el clan de Jaén en la Junta" al que pertenecía Lanzas y otros beneficiados de los EREs falsos estaba controlado por los entonces consejeros Gaspar Zarrías y Paco Vallejo. De hecho entonces era vox populi entre los informadores políticos la frase de que en la Junta no se movía ni un solo papel sin el consentimiento de Gaspar y que en la provincia del Santo Reino, Zarrías actuaba como un verdadero "virrey" controlando todos los movimientos del partido.Parece que alguien se ha ido de SMS y puede poner al descubierto uno de los secretos mejor guardados de los últimos treinta años de la política andaluza, que Gaspar Zarrías sea cogido en un renuncio por culpa de un descuido de un ex compañero de la UGT que se hizo de oro por saber cultivar esas buenas amistades peligrosas.