A todos preocupa Francia

La Comisión Europea señalaba ayer que la confianza sobre la recuperación económica europea ha crecido a nivel global en el mes de noviembre en 0,7 puntos, hasta alcanzar los 98,5 puntos. De los cinco principales países de la zona euro, Francia es el único en el que los indicadores de confianza de los hogares y las empresas francesas siguen deteriorándose como consecuencia de los altos costes de la mano de obra y la falta de reformas económicas que están perjudicando su competitividad.

En nuestro país vecino hay un creciente y elevado descontento social con la política llevada a cabo por el Gobierno, y entre las principales razones que explican que cerca del 80% de los franceses desaprueban la gestión del Gobierno, están el aumento de impuestos (el tipo general del IVA subirá a partir de enero del 19,6% al 20%) y el aumento del desempleo que se sitúa en el 11,1%, el nivel más alto de los últimos quince años y que entre los menores de 25 años asciende supera el 26%. Los indicadores económicos confirman ahora este deterioro de la segunda economía europea. Los indicadores adelantados como el PMI, tanto del sector industrial como del sector servicios siguen deteriorándose. El PIB lleva prácticamente dos años entre el estancamiento y la recesión.

La Comisión Europea estima que este año el crecimiento de su economía será del 0,2%, cifra que aumentará hasta el 0,9% en 2014. Desde Bruselas se ha instado en varias ocasiones a Francia a poner en marcha reformas internas, pero hasta ahora éstas han sido muy limitadas. Europa seguirá insistiendo, y mientras Francia no las acometa, la presión de los mercados podría incrementarse.