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Destino fatal

Destino fatal

martes 31 de diciembre de 2013, 14:00h
Vivimos en un mundo que puede ser maravilloso en muchos aspectos, en principio para una gran mayoría silenciosa que se conforma con una vida normal y rutinaria y, casi siempre, para unos pocos elegidos que disfrutan al máximo sus capacidades y suertes de todo tipo. Por desgracia, hay también demasiados millones de seres humanos que luchan cada día por sobrevivir en medio de la miseria, la violencia, el hambre y las enfermedades. En estos tiempos navideños se fomenta la solidaridad y la ayuda para los menos favorecidos como si el resto del año esta gente pudiera mantenerse del aire y formar parte de los millones de excluidos del mundo que vagan por la vida a merced de un plato de comida en un comedor de Cáritas o del Banco de Alimentos. 

El destino fatal ha querido cebarse con una personalidad del mundo del deporte. Las paradojas de la vida inducen a la perplejidad con la mala fortuna del piloto de Fórmula 1, campeón del mundo en siete ocasiones, que lucha por su vida en un hospital francés después de sufrir un tremendo accidente de esquí en la localidad de Méribel, en los Alpes franceses. 

Toda su carrera jugándose la vida en un coche de carreras a 300 Km/h y un día cualquiera, en plenas navidades, se estrella esquiando por desafiar el riesgo al ir por fuera de las pistas marcadas. Entre los datos de esta terrible noticia, que ha conmocionado a Alemania y al mundo del deporte y de la Fórmula 1, destaca la horrible coincidencia de que el accidente de Schumi se produjo en presencia de su hijo de 14 años, fatalidad añadida a la gravedad del caso. La familia de una persona que se juega la vida todos los días por su trabajo, por su vocación, por sus hobbies o por su inconsciencia es la que más sufre porque no puede calcular ni medir el riesgo en cuestión. Ser testigo directo de cómo tu padre se golpea la cabeza contra una roca es una experiencia muy cruel y traumática. 

Dos cuestiones a tener muy en cuenta para todos, sobre todo para los que se piensan que están siempre libres de riesgos, NO SE PUEDE ESQUIAR FUERA DE PISTA Y HAY QUE ESQUIAR CON CASCO. El destino fatal tiene ya de por sí suficientes fatalidades, incluso para un personaje como Schumacher, y no necesita facilidades.

Javier Fernández Arribas

Periodista. Director de 'Atalayar, entre dos orillas'. Colaborador en diversos medios como Punto Radio, Onda Cero, COPE, El Independiente y Colpisa. Colaboro en COPE, Colpisa, TVE, RNE y Diariocritico. Es autor de libros como 'Casco azul soldado español' o 'Misión: Líbano'. También fue director de los estudios 'Cómo informar sobre infancia y violencia' y 'Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja' en colaboración con el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.

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