www.diariocritico.com
Como dos gotas de agua

Como dos gotas de agua

viernes 10 de enero de 2014, 19:41h
Son las nuevas Pili y Mili del panorama político andaluz, dos gemelas, como dos gotas de agua, tan parecidas e idénticas que seguro que más allá de Despeñaperros muchos poiítólogos las van a confundir. Ambas son mujeres, ambas andan rondando los cuarenta, ambas son rubias, ambas son dicharacheras, ambas son demagogas, ambas son sevillanas, ambas dicen personificar la renovación y el cambio frente a la vieja guardia, ambas son licenciadas en Derecho (aunque a una le costó más que a la otra), ambas ha sido concejalas (una de Sevilla y otra de Écija), ambas han ocupado la Secretaría de Igualdad del PSOE y de la UGT y ambas han sido amamantadas en las ubres del PSOE andaluz. Vidas paralelas que diría Plutarco. Trayectorias similares para acabar de momento, una, Susana Díaz, como presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A, y la otra, Carmen Castilla, como secretaria general del sindicato hermano, la UGT de Andalucía. Hay un refrán español que dice que de tal palo, tal astilla y otro que afirma que bendita la rama que al tronco sale. No sé con cual quedarme para explicarles lo que está ocurriendo en Andalucía en los últimos meses porque ambos asertos reflejan una curiosa situación que está dejando boquiabiertos a los analistas políticos más sesudos, anonadados por estas nuevas estrellas de la cosa pública.

Hombre, a nadie le debe extrañar que tanto el partido como el sindicato creados por el tiógrafo Pablo Iglesias hace 135 y 126 años, respectivamente, hayan seguido unas trayectorias similares. Normal. La mayoría de los dirigentes del primero comenzaron su andadura política en el segundo y viceversa. Siempre ha existido un trasvase entre una organización y la otra como si fuesen unos vasos comunicantes aunque también, y como ocurre en todas las buenas familias, han existido disensiones y crisis, sobre todo cuando los dirigentes de la central sindical han mostrado su disgusto con actuaciones poco éticas y con las decisiones gubernamentales claramente antiobreristas del partido hermano. Viene esta breve reseña histórica a tratar de explicar lo que está ocurriendo en Andalucía en los últimos años, sobre todo desde la llegada de Manuel Chaves a la Presidencia de la Junta de Andalucía y a la Secretaría General del PSOE-A (1990) y la de Manuel Pastrana a la Secretaría General de la UGT-A (1998). La sintonía entre ambos personajes durante el tiempo que convivieron, entre 1998 y el 2009, fue total de manera que la Administración andaluza hacía la vista gorda a los manejos del sindicato, a la vez que, a través de los Acuerdos de Concertación, lo financiaba con dinero público. En contraprestación, la UGT siempre trataba de contemporizar y evitar que las protestas sociales fuesen dirigidas contra la Junta.

Pero no ha sido hasta que la juez también astigitana, Mercedes Alaya, destapara el Caso de los EREs fraudulentos de la Junta en el año 2010, cuando las trayectorias de ambas organizaciones han coincidido en algo que ahora sus nuevas dirigentes tratan de deshacerse por todos los medios: la corrupción. Tanto el partido como el sindicato han sufrido un verdadero calvario en los últimos tiempos con informaciones y denuncias sobre desvío y malversación de fondos públicos, fraudes, falsedad de documentos, apropiación indebida, prevaricación, tráfico de influencias, comisiones irregulares y otros más que elevaron la suma de imputados por encima del centenar y obligó a los responsables de uno y otro, José Antonio Griñán y Manuel Pastrana, a presentar la dimisión. Pero si en el partido anduvieron más diligentes y apartaron del Ejecutivo a todos aquellos que podrían estar implicados en el escándalo, colocando a su cabeza a la "renovadora" Susana Díaz, no ocurrió lo mismo en el sindicato donde el sucesor de Pastrana, Francisco Fernández Sevilla, había tenido la misma responsabilidad que su predecesor. Da la impresión de que quien gestó el relevo generacional en el PSOE-A ha sido la misma persona que ha "colocado" ahora a Carmen Castilla al frente de la UGT-A.

Solo queda esperar ahora que las "gemelas de oro", Susana y Carmen, Carmen y Susana, dejen a un lado la demagogia y las presuntas buenas intenciones y pasen a los hechos. Porque si, pasados ya más de cien días desde su toma de posesión, los andaluces aún estamos a la espera de que la presidenta de la Junta haga algo concreto contra la corrupción, también esperamos que la nueva líder de la UGT reconduzca al sindicato por la senda de la honradez perdida. En cuanto a que una u otra devuelvan a los andaluces el dinero que les han robado, tal y como han prometido públicamente, eso es harina de otro costal que no se lo creen ni ellas.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios