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Una vela a Dios y otra al diablo

Una vela a Dios y otra al diablo

lunes 03 de febrero de 2014, 19:22h
Hasta comienzos del presente siglo la provincia de Jaén era la que mayor porcentaje de militantes socialistas tenía de toda Andalucía y, lo que es lo mismo, de toda España. Pese a su escasez de población, Jaén aportaba casi el veinte por ciento de los delegados que acudían a los Congresos Regionales del PSOE-A. Ese liderazgo se lo quitó Sevilla con la pérdida de poder efectivo de Gaspar Zarrías en la Junta de Andalucía, propiciado por José Antonio Griñán, y su posterior éxodo a Madrid en compañía de Manuel Chaves. Y es que Jaén, y en concreto parte de la provincia que fue frontera bélica hasta casi el final de la Guerra Civil, ha nutrido al socialismo de dirigentes desde el retorno de la democracia y ha sido cantera de importantes dirigentes del PSOE-A. Una cantera que el gran hacedor y factotum del socialismo andaluz, Gaspar Zarrías, ha controlado ferreamente durante décadas colocando peones claves en los puestos estratégicos de la Administración andaluza..La caida en desgracia del vicetodo ha arrastrado a muchos de sus conocidos que se han visto desamparados de su protección. Aporto este dato porque resulta bastante curioso que en todas las últimas investigaciones sobre corrupción política en esta Comunidad, ya sea por el Caso de los EREs fraudulentos, ya por las facturas falsas de la UGT, siempre suele aparecer alguien procedente del Santo Reino ligado con el partido o el sindicato. Desde el "conseguidor" Juan Lanzas al chofer de Guerrero y desde los ex consejeros Paco Vallejo o Antonio Ávila al ex secretario general de la UGT andaluza, Manuel Pastrana, son muchos los naturales o afincados en Jaén que se han visto implicados.

Viene todo esto a cuento del último escándalo denunciado por un medio de comunicación que coloca en su sitio las piezas del complicado puzzle que unen los rompecabezas de los EREs y de las facturas falsas de la UGT-A con el PSOE-A. Se trata de la construcción de la nueva Casa del Pueblo de Lopera, un pueblo cercano a Porcuna, Andújar y Arjona, con fondos públicos concedidos por la Junta al sindicato "hermano" para formación, vamos dinero de los parados. Resulta que dicha Casa del Pueblo es propiedad al 50 por ciento de la UGT y del PSOE con lo que se cumple el dicho de Job de "el partido me lo dio, el partido me lo quitó, bendito sea su santo nombre". La sin par presidenta de la Junta, Susana Díaz, tan elogiada ella por los gurús mediáticos de Madrid, le reclama de boquilla a la UGT los fondos empleados ilegalmente, pero, a la vez, le sigue dando ayudas sin controlar -el informe de la Cámara de Cuentas es bastante esclarecedor de por dónde han ido los tiros- para que que las utilicen en lo que les venga en gana, y si es para hacerle un favor al "partido hermano", cortito ultimamente de fondos aportados por los militantes, miel sobre hojuelas. Siguiendo con las citas bíblicas, a eso se le llama pornerle una vela a Dios y otra al diablo.

Ya estoy harto de decirlo, pero lo vuelvo a reiterar un día más a ver si algunos se enteran de qué va la película que nos vende este remedo femenino de Zapatero. Porque eso es lo que está haciendo Susana desde que tomó posesión como presidenta de la Junta, jugar con varias barajas y con las cartas marcadas. Hablar en foros locales, regionales, nacionales e internacionales de sus buenas intenciones, de su visión de Estado, de su implacable combate contra la corrupción "venga de donde venga", de su talante dialogante y abierto, mientras sigue cerrando los ojos o dándole bajo cuerda fondos públicos a los mismos que se lo han llevado calentido durante más de diez años que, por más que insista ella y su jefe, Alfredo Pérez Rubalcaba, no han sido "cuatro golfos" sino más de cien, la mayoría de ellos con carnet del partido o del sindicato. Si no, que se lo pregunten a la juez Mercedes Alaya, que no da abasto.

Susana Díaz ha ido ahora a Barcelona donde, igual que sucedió en el hotel Ritz de Madrid, ha vuelto a epatar a los abducidos oyentes proponiéndose de mediadora entre Mariano Rajoy y Arturo Más, para solucionar el conflicto catalán por la vía sociofederalista. Algunos han visto en esta visita "de Estado" una nueva suplantación del liderazgo de Rubalcaba, suplantación innecesaria ya que Rubalcaba hace tiempo que dejó de ser el lider del PSOE. Yo lo único que veo es un nuevo movimiento en su estrategia calculada de asumir paso a paso el control de un partido que ha perdido el norte asturiano y se ha echado en brazos del sur sevillano. Y estoy de acuerdo con todos aquellos que le piden a la presidenta andaluza, ahora que se acerca el 28-F, Día de Andalucía, que se deje de faroles y se ocupe algo más de buscar soluciones al millón y medio de problemas que afectan a su Comunidad en forma de parados que son mucho más importantes para sus súbditos que las pamplinas independentistas de los nacionalistas catalanes. ¿O no llevo razón?
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