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Lo que no quieren comprender

Lo que no quieren comprender

Por Gabriel Elorriaga F.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
lunes 19 de mayo de 2014, 08:00h
            La campaña electoral ya está vista y revista -después del plano debate televisivo Arias-Valenciano. "Está vendido todo el pescado", excepto algunos boquerones. La candidata socialista no ha sido capaz de comprender como están las cosas en Europa. Elena Valenciano ha reducido a sombras a sus compañeros de lista, incluido el enjuto, reformista, federalista y constitucionalista Ramón Jáuregui, si bien le ha dado alguna luz al compañero Madina como inspector de ensaimadas. El referente de coalición que flota en Europa no ha sido asumido por los socialistas españoles, a pesar de los consejos venerables de Felipe González que no hace ascos a "una gran coalición", "si el país lo necesita", lo que hace suponer que tampoco rechazaría un posible entendimiento a nivel europeo.
 
            Lo que no ha querido entender Elena Valenciano es que la Unión Europea, donde aspira a ocupar su escaño aunque pierda, tiene planteadas dos hipótesis a nivel de Comisión. La primera y probable es que una mayoría popular, conservadora y liberal, lleve a la presidencia de la Comisión al señor Juncker, luxemburgués y candidato de la señora Merkel y del señor Rajoy, que se supone que va a contar en puesto muy influyente con el señor Arias Cañete. La segunda hipótesis es que el papel centro derechista no predomine suficientemente y convenga contar con los socialistas, como sucedió en el gobierno alemán. En tal caso podría soportarse la candidatura del señor Schulz, que también sería un candidato alemán relacionado con la coalición de Merkel. Se expresa el señor Schulz de tal manera que también podría contar con Arias Cañete. A la señora Merkel tampoco le vendría a contrapelo una Comisión europea hecha a imagen y semejanza de su propia coalición. Tanto Juncker como Schulz han felicitado en la campaña al gobierno español por sus medidas de ajuste para hacer frente a la crisis.
 
            Ante esta disyuntiva, la candidatura socialista no podía adoptar una postura más realista y positiva para si misma que favorecer la coalición frente al posible predominio centro derechista en Europa, con el razonable propósito de añadir estabilidad a la política europea y, desde su propio punto de vista, moderar las disfunciones sociales que considerase que produce la pura derechona. Este razonamiento es posible que hubiese sido bien acogido por amplios sectores del centro del electorado, dolidos por los sacrificios del ajuste económico y deseosos de salir pronto de la crisis con las menores  rebajas en su nivel de vida. Según se ha visto, Elena Valenciano no quiere comprender un proyecto político compartido, ni tiene sentido autocrítico para estimar la penosa imagen de su partido alejado del resto de las socialdemocracias europeas. Ha adornado la propuesta socialista con las galas de una demagogia fácil pero insuficiente para hacer reales sus aspiraciones de alternativa de gobierno. Le ha hecho un favor al actual gobierno español al brindarle una vía insospechada para su reafirmación como única fórmula encajada en la "realpolitik" europea.
 
            El objetivo de cualquier coalición, tanto en España como en Europa, no puede ser otro que dar más cohesión y fortaleza al común sistema democrático frente a los separatismos, los extremismos, los personalismos o cualquiera otras tendencias dispersadoras de la estabilidad. La estabilidad interesa por igual a populares y socialistas y a los españoles como pueblo. Pero, según hemos oído, Elena Valenciano no quiere entenderlo. Prefiere propiciar una tercera vía sin enlace con el tren europeo. Hay una cierta pasión suicida en esta deriva que nos hace preguntarnos ¿A dónde vas por ese camino?. Quizá nos conteste: a mi escaño singular y salga el sol por donde pueda. Pero el socialismo, al que liberó Felipe del pellejo marxista en Bad Godesberg, no necesitaba reiterar lo de que ellos "no son lo mismo", cosa que ya lo sabemos todos. Si fuesen lo mismo no serían necesarias coaliciones.
 
            Ese es el gol en propia puerta que ha metido Valenciano y que consiste en no ser "lo mismo" que el PP -cosa que no necesita subrayado"- sino en demostrar que los socialistas españoles no son "lo mismo" que los socialistas europeos. Prefieren ser socializquierdistas que socialdemócratas. La diferencia entre socialistas y populares en Europa no es tan grande como quiere presentarla aquí Elena Valenciano. Ese coeficiente que utiliza Valenciano para no perder votos en dimensión interior es aquel que la aleja de ganar credibilidad para la proyección exterior de España que es lo que se ventila en estas elecciones. Su temática consiste en hablar en España de lo que no se va a hablar en Europa.
 

Gabriel Elorriaga F.

Ex diputado y ex senador

Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.

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