Este jueves ha saltado a portada de
El Confidencial que el Gobierno ha hecho valer su posición como máximo accionista de Indra (posee el 20%) y, con
"un informe demoledor" en manos de Rajoy, promueve el cese de su presidente, Javier Monzón.
El artículo sigue explicando que la operación de Moncloa ha sido denominada
Get Back
("volver, vengarse o recuperarse") y añade que desde Moncloa se tiene
plena convicción de que Indra es una gran compañía, con un enorme
potencial, líder en varios de sus sectores, pero que
necesita una gestión más eficiente y más dinámica para explotar sus activos.
Lejos de los cotilleos y de intereses de políticos, el transatlántico Indra lleva gobernado, durante 22 años, por la misma persona necesita un cambio. Este economista es Presidente de Indra desde su creación en 1993. Por aquel entonces, Indra era una empresa nacional e incompleta; hoy esté en
todos los segmentos de demanda y por todo el mundo.Tiene proyectos en
128 países y compañías operativas en 45.
Monzón fue el alma
de una de las grandes privatizaciones liberadoras de rentas: Inisel, el germen de Indra, fundada en 1993, con el respaldo de Felipe González,
hoy asesor externo de la empresa tecnológica. Indra creció como
suministradora de soluciones en Defensa e Interior, y ha dado su paso
definitivo al convertirse en el brazo tecnológico del CNI.
Monzón se mueve bien sobre el deslavazado mapa territorial de la España de hoy, de nuevo invertebrada. Indra entró en Catalunya de la mano de Europraxis, una consultora entonces dominada por Josep Pujol Ferrusola, el hijo listo
del ex president de la Generalitat. Monzón compró mercado y acertó. Y
de esta misma mano penetró en los mercados latinoamericanos durante la
primera expansión de Telefónica, BBVA o Repsol.
La crisis ha cambiado mucho el panorama económico español, y con ella las cúpulas de muchas empresas han visto caer sus máximos directivos. Fuentes críticas con la compañía, han dicho a este periódico que "Monzón tiene un obsesión por permanecer sentado en su sillón y eso esta perjudicando tremendamente a la compañía". Un monstruo como es Indra, no debería estar a merced de 'caprichos' personales. " Javier Monzón debería irse por el bien de la compañía. Desde hace un par de años, el deterioro de ésta es tremendo. La competencia se está frotando las manos", nos dicen.
Indra, una compañía con un beneficio neto de 115,8 millones de euros en 2013 y más de 42. 000 empleados no se puede permitir bajar en competitividad por un "enrocamiento de su presidente". Aunque, es cierto que "la entrada del Gobierno como socio no ha favorecido mucho al desarrollo del negocio". Determinadas facciones del Ministerio de Defensa quieren forzar la dimisión de Javier Monzón en la presidencia de INDRA.
Monzón se blinda su despidoEl pasado 5 de mayo se supo que el presidente de Indra se garantizaba un finiquito de más de
16 millones de euros en caso de despido, tal y como publicó Vozpópuli.
Quienes le conocen saben que sólo se le puede
sacar de Indra con fórceps y que en todo este tiempo ha sabido blindarse
y cubrirse las espaldas.
El consejo de administración de Indra, empresa cuyo mayor accionista es desde agosto pasado el Estado
(20%) a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales
(SEPI), aprobó en diciembre pasado sustituir el marco contractual de sus
consejeros y ejecutivos y altos directivos vigente hasta entonces por
un "plan de prejubilación y ahorro a largo plazo" al que ha dotado, de
momento, con 21,11 millones de euros, de los que 11,5 millones
corresponden al presidente.
Reunión con el ReyLos empresarios que viajaron con el Rey, manifestaron, al llegar a España, su malestar con el 'oportunismo' de Monzón al asaltar al monarca durante el viaje de ida a Abu Dabi. El directivo mantiene una excelente relación con Juan Carlos.
Se dice que la reunión duró cerca de dos horas para
exponerle la situación. Según han confirmado distintas fuentes,
entre otras algunas próximas al núcleo de poder de Indra, Monzón
aprovechó la invitación de la Casa Real a la tournée por Emiratos Árabes y Kuwait entre el 13 y el 15 de abril para despachar en privado y extensamente con el jefe del Estado.
CandidatosEntre los dos nombres que suenan con más fuerza como potenciales presidentes de Indra están
Eduardo Serra, que ya dirigió la cartera de Defensa, y
Antonio Hernández Mancha.
El primero es un buen amigo del Rey y tiene experiencia empresarial,
ya que ha sido presidente o primer directivo de empresas como UBS o
Everis, así como consejero de ONO.
Por su parte, el que fuera número uno
de Alianza Popular ha reaparecido recientemente en la escena
empresarial como consejero de Enagás, a cuyo órgano de gobierno se
incorporó a finales de febrero en un nombramiento que fue tildado de
puramente político.
Mala comunicación
Ante las novedades que se están
publicando sobre Indra y su presidente, la compañía guarda silencio. Su
comunicación no ha sido nunca un dechado de virtudes, y ahora, se
confirma.
Este medio de comunicación se ha puesto en contacto
con la compañía para contrastar y confirmar los rumores y no ha tenido
respuesta.
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Javier Monzón de Indra se blinda ante los nuevos rumores: 16 millones de euros en caso de despido