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Pemex vende 104 millones de acciones por importe de 2.171 millones de euros

Pemex se deshace del 7'86% de Repsol

Pemex se deshace del 7'86% de Repsol

miércoles 04 de junio de 2014, 10:02h
La relación Emilio Lozoya con Antonio Brufau estaba abocada al desencuentro. Y con esta operación, la petrolera española supera el último escollo pendiente para encarar una nueva etapa. Tras zanjar el conflicto con Argentina por la expropiación del 51% de YPF en el 2012 con más de 4.600 millones de euros más en la caja, el accionista que discrepaba con la gestión ha arrojado la toalla y abandonará el consejo de administración.
Se hablaba del verano e incluso de comienzos del otoño como fechas posibles para la salida de Pemex del capital de Repsol. La petrolera mexicana ha decidido no esperar tanto y ha iniciado su repliegue de la compañía española, de la que es el accionista relevante más antiguo.
Pemex ha iniciado la venta, por el procedimiento de colocación acelerada entre inversores cualificados, de más de 104 millones de acciones de Repsol, representativas del 7,86% de su capital.
A precios de mercado, esta participación está valorada en 2.171 millones de euros. Repsol cerró en Bolsa a 20,865 euros por acción, tras caer un 0,19% durante la sesión. En lo que va de año, la petrolera española registra una revalorización cercana al 14%.
El paquete puesto en venta por Pemex, que ha encomendado la operación a Citigroup y Deutsche Bank, constituye el grueso de su participación en Repsol, que en la actualidad ronda el 9,4%. Es decir, una vez concluida la colocación, Pemex conservaría en torno al 1,6% del capital de Repsol.
Hasta ayer, Pemex, presente en el accionariado de Repsol desde 1990, era el tercer mayor accionista de la petrolera española, por detrás de La Caixa, que posee un 12,97% y Sacyr, con el 9,53%.
Asimismo, la decisión de Pemex de desprenderse del grueso de su participación el Repsol se produce unos días antes de la visita de Estado a España del presidente de México, Enrique Peña Nieto, fijada para los días 9 y 10 de junio.
También tiene lugar poco antes de que Repsol pague a sus accionistas un dividendo extraordinario de un euro por acción, que se hará efectivo el viernes y que supondrá un desembolso total para el grupo de más de 1.300 millones de euros. Desavenencias Las relaciones entre Pemex y la cúpula de Repsol atraviesan horas bajas desde hace tiempo. Las desavenencias comenzaron en 2011 cuando la empresa mexicana se alió con Sacyr, entonces presidida por Luis del Rivero, para sindicar sus acciones e intentar hacerse con el control.
Posteriormente y tras el fracaso de la operación, que supuso la salida de Del Rivero de la constructora, las relaciones entre ambas compañías se normalizaron gracias a un acuerdo de estabilidad.
Sin embargo, el conflicto se reabrió cuando Pemex intentó intermediar entre Repsol y el Gobierno argentino para alcanzar un acuerdo de compensación por la expropiación de YPF, una oferta que fue rechazada por la empresa española al considerarla insuficiente.
Posteriormente, en noviembre del pasado año la dirección de Pemex comenzó a criticar públicamente a la dirección de Repsol al considerar que los resultados económicos de su inversión en la empresa española no cumplían con sus expectativas.
Pemex llegó a negar su apoyo al equipo del presidente, Antonio Brufau, en un consejo de administración y en la última Junta General de Accionistas de Repsol, celebrada a finales de marzo, votó en contra del blindaje de la petrolera ante posibles segregaciones de sus negocios.
El pasado 9 de mayo, el secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, señaló que la venta de la participación de Pemex en Repsol "no sería mala decisión", ya que permitiría a la compañía centrar esfuerzos en el país.

Con esta operación, la petrolera presidida por Antoni Brufau supera el último escollo pendiente para encarar una nueva etapa. Tras zanjar el conflicto con Argentina por la expropiación del 51% de YPF en el 2012 con más de 4.600 millones de euros más en la caja, el accionista que discrepaba con la gestión ha arrojado la toalla y abandonará el consejo de administración.
Pemex ya era accionista de Petronor y, desde 1989 lo era de Repsol, que comenzó su singladura en la bolsa ese ejercicio. La relación ha sido de 25 años, pero las desavenencias con el presidente Antoni Brufau comenzaron en el 2011, cuando el grupo mexicano alcanzó un acuerdo de sindicación accionarial en la petrolera española con Sacyr, por entonces presidida por Luis del Rivero y con el que pretendía elevar su participación.
Ese acuerdo, destinado a promover cambios en la gestión y estrategia de Repsol, se rompió a comienzos de 2012 y quedó sustituido por un pacto industrial entre las dos petroleras, de 10 años de vigencia. La ruptura del pacto entre Pemex y Sacyr vino acompañada de la destitución como presidente del grupo de construcción y servicios de Del Rivero, quien sería sustituido en el cargo por Manuel Manrique.
Pese al acuerdo industrial con Repsol, Pemex ha mantenido una posición crítica con la dirección de la compañía española, hasta el punto de presentar de forma unilateral ante el consejo de administración de la petrolera una oferta de arreglo del conflicto sobre YPF, cuyo contenido quedó descartado.
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