Hablamos con Juan Antonio López Montero en el Teatro de Rojas de Toledo. Acaba de presentar la actuación de la Orquesta Verum, de la que es gerente, en el próximo ciclo de Navidad del teatro y le preguntamos por algunos de los temas de actualidad.
P.- La Asociación para el Progreso de la Dirección lleva funcionando desde 2009 ¿Qué balance puede hacerse de su actividad?
R.- Bueno en la región llevamos funcionando desde 2009 pero es una organización con 60 años de historia en España y hoy en día con una extraordinaria vocación internacional. La decisión de traer la organización a la región fue un aliciente para el panorama empresarial. Los últimos años han sido tan difíciles con la dramática desaparición de tantas empresas y nada idóneos para una asociación como la nuestra que se nutre de las cuotas de los asociados porque no recibimos subvenciones públicas y lo llevamos a gala.
Hemos tenido que reestructurarnos y hemos trasladado nuestra sede central desde Ciudad Real a Toledo y estamos un proceso de captación de socios.
P.- ¿De cuántos socios hablamos en la actualidad?
R.- Somos unos 70 como socios directos e indirectamente, aquellos asociados a la organización en algún punto de España pero que están en Castilla-La Mancha serán otros 50. No nos consideramos una organización exclusivista sino que animamos a todos a participar.
P.- ¿Y qué papel quieren jugar en Castilla-La Mancha?
R.- No se trata exclusivamente de la formación. Queremos ser un revulsivo para los directivos, no tanto los propietarios, darles a conocer todas las novedades a nivel mundial en la gestión empresarial y apoyar el intercambio de ideas y contactos. Es un lujo para Castilla-La Mancha.
"EL DIRECTIVO DE CASTILLA-LA MANCHA AÚN TEME COMPARTIR IDEAS CON LA COMPETENCIA"
P.- ¿Y qué perfil tiene el directivo de Castilla-La Mancha?
R.- Creo que es un tipo de directivo que aún teme la colaboración con la competencia o compartir conocimientos. Eso tiene que calar más. Falta ese grupo de profesionales que aún no se preocupan por la formación. Tiene que ver con el tamaño de la empresa. Si es pequeña está más preocupado por el día a día y no tanto por la estrategia a largo plazo.
P.- ¿Qué formación demandan los directivos castellano-manchegos?
P.- Hay muchas carencias en el ámbito de las ventas...Nunca es suficiente. Y también se pide información sobre todos los cambios en el ámbito jurídico o laboral y, además, el tema de la financiación tan escasa y tan determinante en los últimos años en nuestros negocios ha sido una de las grandes inquietudes.
P.- ¿Cómo está la salud de la empresa regional?
R.- No es diferente a la de cualquier otro lugar de España aunque en los últimos años se ha visto que ha crecido el proceso de internacionalización. El castellano-manchego ha sabido hacerlo sorprendentemente rápido y adaptar su empresa para exportar de la nada.
Existe una enorme capacidad de producción y gran inquietud por la venta en el exterior pero con unos recursos financieros escasos. Estamos en un momento delicado pero creo que si entre todos afianzamos este pequeño crecimiento...podremos retomar el camino.
P.- O sea que es de los que piensan que hay recuperación...
R.- Si se puede llamar al crecimiento del 1% recuperación...entonces sí...Pero es que el que pensara hace unos años que iba a ser fácil, estaba equivocado. Creo que está llegando esa recuperación pero esos crecimientos son tan pequeños...
P.- Tanta fluctuación de datos, que si baja un poco el paro y al mes siguiente sube, se habla de recuperación que no todos perciben... Eso al empresario, y desde luego al ciudadano, le despista mucho
R.- Sí... pero hay que abstraerse de ese goteo de noticias. El empresario tiene que ver cuál es la tendencia. Teníamos un movimiento hacia atrás y ahora lo tenemos hacia adelante, aunque haya chinitas en el camino. Hay que tener cuidado y afianzarlo entre empresarios, sindicatos, poder político, ciudadanos...
"CON LA CORRUPCIÓN HAY QUE APRENDER LECCIONES PARA EL FUTURO"
P.- Difícil esa unidad de acción que predica con la crispación que existe...
R.- Entiendo el hartazgo de la ciudadanía. Yo también soy ciudadano y entras en ese clima de apatía pero hay que centrarse en el trabajo y confiar en que el resto de resortes van a funcionar.
P.- ¿Corrupción es compatible con recuperación económica?
R.- Pues deben serlo...y tenemos que aprender lecciones para el futuro. Se deben poner los medios para que esto no ocurra. Si ha pasado y ponemos a los culpables en la cárcel que es donde deben estar, pero no ponemos los medios para que no vuelva a pasar...tarde o temprano se repetirá. Cuanto antes actúen la justicia y el gobierno mejor.
"HACE FALTA UNA REGENERACIÓN SOCIAL, NO SOLO POLÍTICA O EMPRESARIAL"
P.- ¿La regeneración política es necesaria?
R.- Hace falta una regeneración social, no sólo política. Todos debemos regenerarnos, también los empresarios. Se percibe una necesidad de cambio en general. Empresarios que corrompen políticos hay. Políticos que se dejan corromper hay. Malos trabajadores hay. Hay absentismo, trabajadores que fingen... pero también hay políticos, empresarios y trabajadores extraordinarios. Y al que lo hace bien que tenga su consideración.
P.- ¿Le sorprende el fenómeno Podemos?
R.- No, no me sorprende. Lo que no sé es si será estable en el tiempo. Como ciudadano, con los mensajes que se lanzan podemos estar casi todos de acuerdo, otra cosa son las soluciones que se aportan que pueden gustar más o menos.
El problema para la regeneración va a venir cuando haya que buscar a las personas que la lideren. Es difícil encontrar gente que esté dispuesta a presentarse y que además sepa lo que hay que hacer.
P.- Una de las herramientas para la recuperación por la que apuestan ustedes es la reindustrialización. Celebrarán una jornada en Toledo el 12 de noviembre bajo el título 'Reindustrializar Castilla-La Mancha' ¿De qué manera y para qué?
R.- Hace años el 30% del PIB en España procedía de la industria. Hoy no supone más del 13%. Lo que parece demostrado en esta crisis es que una industria competitiva es mucho más estable en la generación de empleo y riqueza que otras vías. De eso se trata. Aunque no lleguemos a aquellos niveles.
P.- ¿Pero de que industria estamos hablando en la región, al margen de la agroalimentaria?
R.- No, no...No se trata tanto de traer nuevas industrias que, por otro lado, bienvenidas sean. Se trata de innovar. Ahora se habla de la industria 4.0. ¿Qué significa? Pues políticas de I+D, invertir en conocimiento, en educación, pensar en la internacionalización, en que hay que ganar tamaño -aunque a mí no me gusta la empresa grande por la empresa grande- pero sí que esos fondos para la internacionalización o la innovación sean mayores.
La empresa pequeña debe buscar su especialización y pensar mucho en el cliente, en lo que demanda. Cada vez se pide más personalización. Solo hay que pensar en los coches. Y el empresario agroalimentario, como más representativo de la región, debe pensar en eso, en las nuevas tecnologías, en el mundo global y en la implicación en la economía social.
P.- ¿Y cree que el gobierno actual ha sentado las bases para conseguirlo?
R.- Están en el camino. Con todo el debate social que conlleva la reforma laboral, ha ayudado. De primera mano le puedo decir que en 2007 había mucha multinacional pensando en deslocalizarse por el clima social, las deudas del gobierno, el entorno financiero...y hoy en día no.
El gobierno tiene que seguir avanzando en reformas estructurales de adelgazamiento de la administración pública y en los incentivos fiscales o en las políticas de ayuda a la investigación y a la educación. El efecto lo veremos dentro de años pero no podemos estar formando a la gente sin contar con la empresa.
Quizá una mayor flexibilidad laboral cuando la empresa está en dificultades sería bienvenida. Se ha demostrado que al final la falta de flexibilidad ha llevado a la pérdida total de la empresa y el capital invertido.
Si (
No(
