Se veía venir. Están todos tan acojonados con que Grecia se salga del euro que han accedido a concederle un nuevo rescate crediticio a cambio de unas mínimas reformas que dice Tsipras que va a cumplir y que ya veremos si cumple. Sinceramente no lo entiendo. Hombre, sé que Grecia le debe el manso, sobre todo a los alemanes y los franceses, y algo menos pero también bastante a italianos, españoles y al resto de los 28 miembros de la Unión Europea, pero hay veces que uno tiene que hacer de tripas corazón y poner coto a esa especie de Aladino y los cuarenta ladrones que han convertido al país heleno en una reedición de la Cueva de Alí Babá. Visto lo visto mas vale no cobrar lo ya prestado que seguir dándole continuamente un dinero que tampoco piensan devolver y que va a permitir a los muchachos de Syriza salir indemnes del lío demagógico en que se han metido. Porque, al final, hagan lo que hagan, que no va a ser mucho, el pozo en que está metido el país heleno, con sus derroches en funcionarios, teles públicas, defensa y jubilaciones anticipadas, es tan profundo que no van a salir a flote en muchos, pero que muchos años.
Yo entiendo que Obama y los yankis no quieren ni hablar oir de la salida de Grecia de la UE aunque a ellos los problemas de los griegos y sus necesidades económicas se la traigan al fresco. Porque, claro, es un grave problema geopolítico. Lo que tratan de impedir es que Grecia le dé el portazo a la UE y se ponga en manos de la Rusia de Putin. Que no está e horno en estos momentos para esos bollos con Ucrania medio invadida y Crimea anexionada. Lo que le faltaba a la OTAN es perder una de sus bases claves en la vigilancia tanto de Rusia como de Oriente Medio.
Pese a todo hay muchos que no entienden qué está pasando y se ponen al lado de los progres de pacotilla, ya saben los de Podemos, Izquierda Plural y compañía, acusando a Europa de chantaje y de tener al pueblo griego asfixiado. Hace unos días, un amigo empresario autónomo que malvive con una tienda en el centro de Sevilla, se quejaba de lo mal que la troika estaban tratando al Gobierno de Syrza, “si les obligan a subir los impuestos, a recortar salarios y pensiones y a no poder gastar ¿cómo van a superar los pobres la actual crisis? y ¿como van a salir adelante si no tienen dinero para gastar y relanzar su economía?”, afirmaba.
“Mira, le dije, la cosa es mucho más sencilla. Supón que tú tienen un socio en tu negocio que se gasta todos los meses el dinero que teneis presupuestado para hacer nuevas compras mientras tú ahorras el que te corresponde. Como no llega a fin de mes, te pide un préstamo de cien mil euros que tú le concedes a bajísimo interés y a pagar en un plazo de un año. Se cumple el año y tu socio no solo no te devuelve el dinero que te debe, sino que te pide otros cien mil euros para comprarse un coche nuevo mientras tú aguantas con el tuyo de toda la vida que tiene ya más de quince años. Bueno, pues tú, que sigues confiando en él, le prestas otros cien mil, esta vez sin intereses y a pagar no en uno sino en cinco años y le pides que no lo dilapide y que trate de ahorrar algo privándose de algunos caprichos caros. Y resulta que cuando pasan esos cinco años ni te ha devuelto los primeros cien mil ni los otros cien mil segundos y sigue yéndose de vacaciones a hoteles de cinco estrellas y viviendo a todo trapo. Naturalmente si viene una tercera vez a pedirte otros cien mil euros, lo más lógico es que lo mandes al carajo que deshagas la sociedad y que le pongas todas las velas que puedas a tu Virgen preferida a ver si algún día cobras lo que te debe. Para colmo te dice que no es un capricho suyo, que ha hecho una consulta entre los miembros de su familia y le han dicho su mujer y los niños que van a seguir yéndose los tres meses del verano al hotel de cinco estrellas de todos los años. Pues algo muy parecido a eso es lo que está ocurriendo con Grecia”.
“Hombe, Benito, me contesta, si yo tengo un socio así no sólo lo mando al carajo a la primera de cambio sino que lo denuncio y lo meto en la cárcel si no me paga lo que me debe. Y desde luego, una vez puede que le preste pero a la segunda no ve el dinero ni soñando”.
Bueno, pues ya lo han visto. Europa le va a conceder a Grecia un tercer rescate de unos cuantos miles de millones de euros siendo, como sabe con toda seguridad, que el Gobierno de Tsipras va a pagar tarde, mal y nunca mientras los pobres ciudadanos, que han votado mayoritariamente su apoyo al Ejecutivo de Syriza, siguen con el corralito sin poder sacar de los cajeros automáticos más de sesenta euros diarios. Como ha pasado a los españoles en las últimas elecciones, los griegos tienen lo que se merecen. Ya veremos si aquí, que somos más demócratas que nadie y mas solidarios que Teresa de Calcuta, no seguimos los pasos de los ciudadanos helenos y le damos la llave de la gobernabilidad a nuestros syrizas de Podemos. Que todo podría pasar. Peores cosas hemos hecho en nuestra reciente historia como aquel ¡Vivan las caenas! Que aupó al nefasto borbón Fernando VII al absolutismo más abyecto.
Si (
No(
