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La polifacética Cristina Castaño protagoniza un extraordinario 'Cabaret'

La polifacética Cristina Castaño protagoniza un extraordinario 'Cabaret'

-Éxito de esta reposición en el madrileño Teatro Rialto

lunes 30 de noviembre de 2015, 09:16h
“Ésta es la producción más espectacular que se ha hecho nunca de Cabaret”. Una frase definitiva y rotunda pronunciada por uno de los grandes/grandes del teatro en general y del musical en particular, Jaime Azpilicueta. Se refiere a la nueva versión de la mítica 'Cabaret' con un reparto de lujo que nos ofrece, a pleno éxito de crítica y taquilla, el madrileño Teatro Rialto.

Este musical, basado en la obra de teatro 'I Am A Camera', de John Van Drulen y adaptación de la novela corta 'Goodbye To Berlin, de Christopher Isherwood, lleva casi medio siglo triunfando en todo el mundo, con centenares de versiones. Todo ello merced al libreto de Joe Masteroffy, claro, a la ya eterna música de John Kander con letras de Fred Ebbel. Y ahí sigue, ahora con una cuidadísima versión en el Teatro Rialto, que en nada desmerece a la del estreno en Broadway el 20 de noviembre de 1966 ni a las posteriores por todas las grandes salas de los cinco continentes.

Una versión que tiene a su frente como protagonista a la polifacética actriz y cantante Cristina Castaño, tan popular por la serie 'La que se avecina', dándole la réplica otro de los artistas que domina su faceta de actor con la de músico, Edu Soto. Junto a ellos, y también a altísimo nivel, Dani Muriel, Diana Roig, Vítor Díaz, Marta Ribera, Álex Chávarri, Pepa Lucas, José Félix Romero y un largo etcétera. Y, claro, con más de veinte músicos en escena, dirigidos por Raúl Patiño. Y todo bajo la dupervisión general del propio Azpilicueta. Una cita ineludible en la Gran Vía madrileña.

Ambientado en el Berlín de 1931, Cabaret es el musical que muestra como dejarse guiar por el corazón para sobrevivir en un mundo que se desmorona. Gobernado por su inquietante y divertido Maestro de Ceremonias (MCee), el Kit Kat Club escenifica la convivencia entre el imparable crecimiento de la hidra nazi y la fingida normalidad cotidiana de los protagonistas: la cantante inglesa Sally Bowles y el novelista estadounidense Cliff Bradshaw o el romance otoñal entre Fraülain Schneider y el propietario judío de un floreciente negocio de frutería, Herr Schultz.

En definitiva, una cita imprescindible.

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