Las grandes calles de una capital, los entornos rurales, una persona esperando el bus que le llevará a casa o una persona con la cabeza entre las rodillas tirada en el suelo dejando que el cigarro se consuma entre sus dedos. La fotografía es capaz de captar nuestra visión de lo que ocurre, hacer una narración y plasmarla en una foto. Ahora más que nunca esta forma de arte está en el bolsillo de todos, está en tu móvil.
Rodrigo Rivas, fotógrafo profesional y docente en materia de fotografía móvil, ha presentado su libro La Fotografía Móvil. En él trata de desarticular la falsa creencia de que la foto que se realiza en el móvil no es foto de calidad. No es ningún juguete dice, hasta las cámaras DSLR Full Frame pueden convertirse en eso si así lo deseamos. Y es que lo que cuenta es la calidad de lo que narramos, y el móvil permite potenciarnos en este sentido.
La evolución de la calidad de la cámara que incorporan nuestros teléfonos ha ido avanzando a pasos agigantados. La primera de ellas tenían un sensor de tan sólo 0,35 megapíxeles, pasando por una infinidad de modelos hasta los actuales, con cámaras de 16, 20, y 41 megapíxeles del Nokia Lumia 1020. Pero lo que verdaderamente ha potenciado la calidad de los trabajos fotográficos a través del móvil no ha sido tanto los megapíxeles como la aparición de herramientas para la edición en el propio Smartphone. La habilidad del editor también es necesaria. A través de ella somos capaces de crear verdaderas composiciones sin necesidad de un ordenador.
A partir de 2011 se produce un cambio, aparece Instagram. El impacto de las redes sociales en este tipo de fotografía lo han elevado a la categoría de arte junto con el realizado con otras cámaras de gran envergadura como son las réflex. Ahora el móvil es una herramienta tan válida como éstas. Captar los instantes requiere de rapidez y agilidad que estos dispositivos proporcionan. Cualquier lugar, en cualquier momento, la fotografía profesional siempre puede estar al alcance de tu mano.
Una plaza perdida en medio de una ciudad europea, unos personajes aparecen en escena, y nos suscitan una historia que acompaña al lugar, un sentimiento, una sensación. Los personajes cobran relación con la plaza, y sus vivencias se entremezclan creando un mensaje que buscamos plasmar en una foto. La ventaja que ofrece la fotografía móvil, dice el autor, es que es mucho más discreta que una réflex y la gente se deja fotografiar con facilidad. Esto permite aumentar las ventajas de estos dispositivos sobre las cámaras convencionales. Sólo hay que esperar el momento perfecto. Dice Steve McCurry, fotoperiodista estadounidense, que “si sabes esperar, la gente se olvidará de tu cámara y entonces su alma saldrá a la luz”.
Este nuevo arte, muy potenciado por Instagram, reinventa una nueva forma de hacer fotografía de viajes, fotoperiodismo o la estrella de las redes, el streetphotography. Nuevas posibilidades que nacen de la unión de la instantaneidad de las redes y la movilidad de la cámara de nuestro móvil, una unión perfecta para el mundo del siglo XXI. Mirar los lugares por los que mil turistas ya han pasado o han fotografiado. Sentarse, esperar y encontrar el detalle que se encuentra en todos los encuadres del resto de cámaras pero que tú has conseguido retratar. Asociar personas con lugares, y lugares con historias. Encontrar lo especial entre lo ya existente. Lo único entre lo diverso. Ahí reside este nuevo arte aún más portátil y que llega a todo el mundo.
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