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¿Cómo se lo explicarán ‘ellos’ al Rey?

sábado 23 de abril de 2016, 09:53h

Ha sido la que concluye una semana llena de dislates: Iglesias uniendo, con todo merecimiento, a la prensa en su contra; Rivera enfadando, con no menos justificación, a su aliado Sánchez con su propuesta de un ‘independiente’ para que presida el Gobierno del Reino de España; Sánchez -¿dónde está Sánchez, con tanto cambio de agenda?-… luego hablamos de Sánchez; Rajoy sirviendo cañas en El Toboso. Y todos disfrutando del espectáculo cervantino en el Congreso de los Diputados, convertido en teatro a falta de mejores cosas que hacer allí dentro, por lo visto.

Es la crónica, triste sin duda, de un desquiciado país en funciones, en el que cada día saltan viejas cuentas pendientes con nombres como Granados, Cotino, Manos Limpias –sí-sí, limpias…-, ausbancs, todos los vips de Panamá, etcétera. La crónica, hay que insistir, del país-en-funciones-que-no-funciona y que la semana próxima comprobará que tiene que volver a concurrir a las elecciones para elegir a los mismos que han provocado que haya que volver a concurrir a las elecciones. ¿Cómo explicarán todos ellos al Rey, cuando se lo encuentren cara a cara el lunes y el martes próximo, esta gestión de cuatro meses poselectorales que han devenido en preelectorales? Y lo que es más importante: ¿cómo nos lo van a explicar a los españoles? ¿Podrán mirarnos, aunque sea desde sus rostros impresos en las pancartas electorales colgadas de las farolas, a los ojos?

¿Cómo va a ser esta campaña electoral, celebrada en las circunstancias más extrañas del mundo? ¿Volverán a enviarnos esos carísimos ‘mailings’ con sus papeletas para que las metamos en las urnas? ¿Regresarán al plató de Bertín Osborne, pese a las peripecias caribeñas del presentador-cantante? ¿Se volverán a llamar ‘indecente’, ‘miserable’ en las teles del país del ‘no, nunca, jamás pactaré con fulano o con mengano’? ¿insistirán en el ‘y tú más’, en lo bien que lo han hecho ellos y lo mal los anteriores o los posteriores? O sea: ¿más de lo mismo? De lo que estoy seguro, pero seguro del todo, es de que cada uno de ellos va a culpar a los otros tres de ser los culpables de que haya que repetir las elecciones. Incluso es posible que vuelvan las sugerencias de que quien se equivocó, porque todos ellos interpretaron correctamente el voto de los ciudadanos, fue el electorado, que es lo que se esconde tras esa frase, tan hipócrita, que habla del ‘fracaso colectivo’. Yo no asumo ese fracaso como mío, desde luego.

¿Qué le dirá Rajoy a Felipe VI este martes? ¿Que no se arrepiente de no haber aceptado la investidura, que pretende seguir porque ganará nuevamente –por la mínima- el 26 de junio y entonces pactará con Ciudadanos y quizá también con un PSOE en el que ya no estará Pedro Sánchez, el enemigo de la gran coalición? Y, hablando del rey de Roma, ¿Qué dirá Pedro Sánchez al Monarca? ¿que se empecinó en el rechazo ‘a la derecha’ y se abrazó a una izquierda que le ofrecía, como mucho, el abrazo del oso? Eso tendrá que contárselo también a su comité federal… ¿Y Rivera? ¿que ya planea abandonar su alianza con un Sánchez que huele a cadáver y pasar a la otra orilla? ¿Y Pablo Iglesias? ¿que la izquierda va a ser él, una vez que haya engullido, perdón pactado, a Izquierda Unida y dado el ‘sorpasso’ al PSOE de Sánchez, que también en esta orilla huele a cadáver? Bueno, atentos a la pantalla, porque seguro que el mago de la imagen Iglesias tiene preparado otro numerito circense –en este país-del-nunca-jamás gusta más el ‘circenses’ que el ‘panem’, que ya es decir— para epatar a sus ‘amigos’ los periodistas cuando salga de su encuentro en La Zarzuela.

No, si comprendo que todo esto es divertido. Circenses, repito, que diría Juvenal. Lo malo es lo de Guindos explicándoselo a sus colegas europeos, que quieren que les diga, de paso, algo sobre el déficit. O que alguien les explique de qué van a hablar –bueno, por lo menos hablan— el independentista sin fondos Junqueras y la vicepresidenta en funciones Soraya Sáenz de Santamaría, que no se apea de las quinielas sucesorias por muchos esfuerzos que haga Rajoy por asegurar que a él no le descabalga del sillón de La Moncloa ni esa pequeña anécdota de la repetición de las elecciones.

Total, que le van a poner al Rey la cabeza como un bombo, entre todos. Total, para nada…

- El blog de Fernando Jáuregui: 'Cenáculos y mentideros'

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