¿Brexit? Bre-se-fue

Reino Unido abandona la Unión Europea.

En primer lugar, como bien saben ustedes, el Reino Unido nunca terminó su integración completa en la Unión Europea, negándose a ceder su soberanía monetaria y manteniendo la libra, cosa que no han podido hacer el resto de países, dependientes a fecha de hoy del Banco Central Europeo.

En segundo lugar, el proceso del Brexit, tiene un comienzo económico, cuando a raíz de la crisis, se pide a la banca inglesa que cumpla con determinados criterios de transparencia. En este sentido, usted debería saber que la "City" de Londres opera en la práctica como paraíso fiscal, y que una importante parte de los paraísos fiscales del mundo (esos donde se pueden tener cuentas ocultas para no pagar a hacienda, financiar al terrorismo, o lavar dinero procedente de tráfico de armas, drogas, trata de blancas etc) dependen de Gran Bretaña.

En tercer lugar -y aquí está lo más preocupante- se firmaron condiciones especiales y excepciones para no entrar al control de capitales de la banca inglesa en febrero de este año, desarrollándose el resto del proceso fundamentalmente por el auge de la xenofobia y la intención de restringir el paso de extranjeros a Gran Bretaña.

Con esta medida, Gran Bretaña se suma a países como Austria o Alemania, donde las corrientes xenófobas crecen por momentos.

Mientras en España se nos hablaba día sí, día también de Venezuela, nadie en campaña prestó su atención a las consecuencias que tiene para nosotros la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Los británicos ocupan la primera posición en el ranking de turistas extranjeros que visitan nuestro país, y el turismo representa a su vez, uno de los principales motores económicos de nuestra economía, por lo que el asunto no es baladí. De igual manera, habrá que ver qué sucede con los ingleses afincados en España, que venían a vivir un retiro soleado a la jubilación, aprovechando entre otras cosas los acuerdos con el sistema sanitario español.

Hay que preguntarse qué pasa ahora con Gibraltar y con el flujo de personas al interior y exterior del peñón, así como con la regulación de las empresas que históricamente se han afincado en el paraíso fiscal de la roca, con el Brexit, mucho más complicadas de controlar.

Por otra parte, al salir Gran Bretaña, el peso de España en la economía de la Unión Europea, sube, teniendo más peso nuestras decisiones, pero pudiendo convertirnos en país obligado a aportar capital en vez de recibirlo. Igual las ayudas de la Unión Europea se acaban para España.

Lo que queda claro, es que la Unión Europea ha dejado de ser un proyecto ilusionante, para convertirse en otra cosa. Me queda la duda de dónde están ahora, Miguel de Guindos y todos sus amigos conservadores, que pusieron el grito en el cielo cuando Grecia se planteó su posible salida de la Unión Europea. Seguramente podremos encontrarlos haciendo campaña en Venezuela.

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