Ana Pastor comunica al Rey que Rajoy ya es presidente… pero no tiene ninguna prisa

Pastor ha sido recibida por Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela a las 11.00 horas, después de que el monarca haya viajado hasta España desde Cartagena de Indias, en Colombia, donde estaba participando en la XXV Cumbre Iberoamericana.

La presidenta del Congreso ha llegado a la Zarzuela con una carpeta bajo el brazo y ha posado junto con el Monarca ante los medios de comunicación, antes de reunirse con él para cumplir con el requerimiento de la comunicación oficial y entregarle el Decreto de Nombramiento para su firma.

Tras la comunicación oficial del resultado de la investidura y la sanción del Decreto de Nombramiento por parte del Rey, será necesario que se publique en el Boletín Oficial del Estado para que el recién investido presidente, Mariano Rajoy, pueda acudir al Palacio de la Zarzuela para jurar o prometer el cargo, cosa que ocurrirá previsiblemente este lunes.

Según manifestó Rajoy este sábado después de la sesión de investidura, esperará hasta el jueves para reunirse nuevamente con el monarca para comunicarle su equipo de Gobierno. Los ministros de la nueva Ejecutiva acudirán al día siguiente, el viernes, para jurar o prometer sus respectivos cargos, horas antes de que se celebre la primera reunión del Consejo de Ministros, ya con el nuevo equipo de Gobierno, según está previsto.

Cuatro días de calvario y quinielas

Al PP le quedan cuatro días de calvario, pendientes de la única ‘quiniela’ que cuenta y cuyo resultado sólo conoce una persona: Mariano Rajoy. Y al gallego le encanta jugar al ‘despiste’, disfrutar viendo cómo unos y otros intentan hacerse un hueco en el Consejo de Ministros y, sobre todo, dar sorpresas. No muchas, sólo las suficientes.

En el partido explican que se trata de administrar los tiempos, que estamos en pleno puente y no es cuestión de perder titulares con media audiencia de vacaciones. Rajoy jurará este lunes el cargo una vez publicado el decreto que el Rey ha firmado -se supone que muy aliviado- en la mañana de este domingo. Recién llegado de Cartagena de Indias, con el jet lag en el cuerpo y casi sin dormir, pero no era cuestión de hacer esperar a Ana Pastor tras casi un año con el país ‘en funciones’.

Las quinielas de ministrables comenzaron, realmente, hace tiempo, aunque no han empezado a aflorar hasta que el ‘golpe de Ferraz’ despejó el camino de la abstención. Desde entonces, apenas han variado y la mayoría de las apuestas -servidor incluido- coinciden en lo que, en principio, parece lo lógico en un presidente que presume de ser “previsible”.

Es decir, que ninguno, o casi, nos salimos del guión que sitúa de nuevo a Soraya de Sáenz de Santamaría al frente del equipo; a Isabel García Tejerina y Rafael Catala como fijos en el boleto; a Luis de Guindos con un empate; a José Manuel García Margallo cayéndose de la quiniela un día si y otro no; a Cristóbal Montoro en el alero; a Jorge Fernández Díaz fuera de juego y, por supuesto, a María Dolores de Cospedal como estrella invitada. Ah, y también con Fátima Báñez en un presunto papel estelar, por supuesto.

En el baile de nombres se incluye también a las jóvenes promesas del partido, con un atribulado Pablo Casado que ya no sabe qué responder cuando le preguntan, una y otra vez, si se ven entre los ministrables; lo mismo que Javier Maroto, compuesto y sin escaño, un detalle importante en un Congreso donde cada voto vale su peso en oro. También, lógicamente, Antonio Fernández Maíllo, si bien parece destinado a tareas de partido, que no es cuestión de dejar Génova descabezada.

Y, a partir de aquí, se aceptan sugerencias. Banquillo hay, tanto en el partido como en la Administración -ojo a Antonio Burgos, secretario de Estado de la Seguridad Social-, sin olvidar Moncloa -Javier Moragas, Álvaro Nadal…-.

La entrada de algún ‘independiente’ con el que contentar a Ciudadanos y, si es posible, al PSOE tampoco está descartada, pero aquí sí que el misterio es absoluto y el riesgo de quemarse de aquí al jueves en algún titular, más elevado que el de incendios en Galicia el pasado verano.