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Antonio Robles: 'Los nacionalismos traen muerte, racismo y exclusión'
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Antonio Robles: "Los nacionalismos traen muerte, racismo y exclusión"

martes 08 de noviembre de 2016, 14:23h
Antonio Robles es periodista, profesor de Filosofía, escritor y político, y aunque abandonó esta última faceta activa en 2010, regresa al tablero político para lanzar su nuevo partido Centro Izquierda Nacional (CINC). Robles fue fundador de Ciudadanos en 2006 y su primer secretario general, pero una coalición de cara a las elecciones europeas con el partido de ultraderecha 'Libertas', le llevó a abandonar la formación 'naranja' para recalar en UPyD, por quien se presentó como candidato a la presidencia de la Generalitat en 2010. Intentó gestar la unión entre Ciudadanos y UPyD, pero reconoce que salió '"trasquilado" en ambos partidos. Fue la renuncia de Ciudadanos a la batalla lingüística en Cataluña, lo que llevó a Robles a regresar a la política para combatir el nacionalismo y defender el denostado concepto de nación española. Diariocrítico ha charlado con el líder de CINC sobre la actualidad política, la crisis del PSOE, la deriva de Podemos y Ciudadanos, y el desafío soberanista catalán, entre otras cosas.

Qué es CINC y por qué aparece ahora en la escena política?

CINC es un partido de centro izquierda nacional, y esos tres conceptos: centro, izquierda y nacional están definidos en nuestra cosmovisión. El término centro se refiere a que no es un partido radical, no tiene nada que ver con las izquierdas comunistas o los populismos actuales como Podemos, el término izquierda hace referencia a la izquierda europea, laica, reformista y heredera de los países nórdicos, que es la que ha dado las mejores sociedades, esas que garantizaban derechos laborales, la educación pública, sanidad pública, es decir, lo que son los grandes logros del siglo XX y XXI. El concepto nacional surge por la dejación de las izquierdas nacionales españolas, ya que parece que hoy España es un nombre impronunciable, y nosotros que reivindicarlo porque en ello nos va lo que hemos sido y lo que podemos ser. En este momento, hay un grave problema territorial en nuestro país, y eso no se soluciona con complejos en la defensa del bien común y la igualdad territorial. Desde finales del año pasado, y desde las elecciones del 20 de diciembre, hubo un sector de la población que se alarmó al ver cómo partidos de ideologías distintas como el PP y el PSOE transmitieron a la población un comportamiento cainita y beligerante, como si no pudieran entenderse en nada cuando tienen muchos elementos comunes. Desde ese momento, vemos una anomalía en España y es que la mitad del Congreso era de derechas y la otra mitad, de izquierdas y nacionalistas; la parte de izquierdas estaban acomplejados ante la unidad de España o se dedicaban a combatirla, en el caso de los nacionalistas, y encima la derecha lo defendía de aquella manera, por lo que vimos que no hay nadie que defienda la nación en España, aun a sabiendas de que eso beneficia a los nacionalismos. Nosotros pensamos que había que superar esta anomalía, cuyo culpable es el PSOE, que no hizo su labor como partido fundamental de la democracia. Creo que si uno de los dos grandes partidos de España falla en la defensa de la nación, falla el Estado. El problema social que atraviesa España no se solucionará mientras no se soluciones el problema territorial, y si se dedicara tanta fuerza a los problemas de la gente como al nacionalismo, otro gallo nos cantaría.

El hecho de que el término izquierda aparezca delante del concepto nacional, ¿quiere decir que el partido es más de izquierda que nacional?

El nombre del partido responde a la premisa de devolver al lenguaje lo que es del lenguaje, y queríamos que estuviera claro lo que somos. Hay nombres como Podemos, En Comú Podem o Compromís que no dicen nada, y no nosotros que queremos definirnos optamos por especificar lo que somos, un partido más bien socialdemócrata y no de izquierda radical, en el que no hay predilección por uno de los tres conceptos, ya que todos van unidos.

¿Qué opinas de las acusaciones de ser un proyecto nacional socialista?

Hay que tener amplitud miras para saber que tendremos muchos enemigos porque le pisamos los callos a mucha gente. Les pisamos los callos a los nacionalistas porque no negociamos con ellos ni caemos en su chantaje. El nacionalismo es una patología histórica, que, entre otras cosas, fue una de las causas de las dos guerras mundiales, y es que donde hay nacionalismo, acaba habiendo problemas de exclusión. En España, los nacionalismos han ejercido la muerte, como el caso del País Vasco, o el racismo cultural y la exclusión, como en el caso de Cataluña. Con esta gente hay que tener mucho cuidado porque aunque respetamos todas las ideas en una democracia, no tenemos la obligación de piropear a una ideología que es peligrosa en sí misma. Nosotros estamos tan acostumbrados a que nos satanicen que no tenemos miedo a los nacionalistas ni a nadie, preferimos dejar que sean los hechos los que hablen y no las palabras.

¿Qué lectura haces de la crisis que ha hecho estallar por los aires al PSOE?

Lo que ha hecho Sánchez ha perjudicado muchísimo al PSOE, pero ha servido para desenmascarar a un tipo que sólo se ha guiado por su interés personal, y al que no le ha importado nada su partido o la nación. Esta situación ha puesto de manifiesto la enfermedad del PSOE en los últimos 30 años, y esa enfermedad se llama PSC, que siempre ha incidido de forma negativa en el PSOE. El mismo Pedro Sánchez ha sido una víctima más del enredo nacionalista del PSC. El PSOE es un partido que tiene detrás mucha gente y una historia, y eso no va a desaparecer así como así, y menos por la acción de gente sin sustancia como Sánchez, que será el que se hundirá de verdad. Nosotros no queremos que el PSOE se hunda, y de hecho celebramos que el PSOE centrado, con personalidad española y socialdemócrata se haya hecho cargo del partido en este momento.

Entiendo entonces que, en tu opinión, el PSOE debería romper puentes con el PSC

Mientras el PSOE no se quite de encima al PSC no solucionará su problema. El PSOE debe dejar las veleidades acomplejadas, y esa es la única forma de evitar su hundimiento.


¿Beneficiará a Podemos la crisis del PSOE?

Estoy convencido de que Pablo Iglesias es un ‘bluff’ que ya ha empezado a deshincharse. La gente en España no es tan imbécil, ha adquirido una ilustración que se notará en cuanto se den cuenta de qué va la demagogia ‘podemita’. Creo el cenit de Podemos son 60/70 diputados, y no subirá de ahí salvo que ocurra una desgracia, y de hecho reducirá sus votos mientras Pablo Iglesias siga al frente. Al final terminará siendo un partido como Izquierda Unida, aunque igual no baja tanto en escaños. Podemos ha atraído a muchos jóvenes que viven en la sociedad del bienestar sin valorar los esfuerzos que han hecho sus padres y abuelos para llegar ahí, y mientras esa generación no se haga mayor, tendrán un filón de votos ya que vivimos en una sociedad vacía y folclórica. En 1929, Ortega y Gasset definía perfectamente en un artículo la irresponsabilidad de críos consentidos, como son muchos de los que están en Podemos, una generación de adolescentes que no han sufrido los avatares de la historia, y como no los comprenden, no los defienden. Iglesias es un cantamañanas y un charlatán de feria, que se dedica a prometer lo que no tiene y a hacer demagogia. Esto no quiere decir que entre los militantes de Podemos no haya gente maravillosa, que la hay, y que es comprensible que hayan ido a parar ahí debido, entre otras cosas, a la asquerosa corrupción que hace que muchos jóvenes quieran limpiar y mejorar el mundo; el problema está en si están en condiciones de saber hasta qué punto la sociedad que venden es realmente atractiva o no. Pablo Iglesias debería haber resuelto primero su personalidad, que es muy agresiva, no hay más que recordar su que es realmente atractiva o no. Iglesias debería haber resuelto primero su personalidad agresiva, al igual que Gabriel Rufián, que no es ni más ni menos que la definición de su apellido y un indocumentado que no tiene ni idea de nada. A alguien como Rufián, cualquier empresa privada le echará a la calle porque sería nefasto para su imagen. En el caso de Iglesias, hay en él una falta de esencia democrática de tal calibre que confunde la verdad y su concepto de justicia con la democracia. Iglesias confunde sus convicciones con la verdad y la verdad con la democracia, y eso es una mentalidad totalitaria. Echo de menos que alguien en el hemiciclo le enseñe lo que es la democracia a estos fascistas posmodernos que intentan presentarse como demócratas, cuando realmente son quienes quieren cargarse el sistema de garantías constitucionales que garantizan la democracia. Para Pablo Iglesias llegó su ‘Waterloo’ durante la investidura en el Congreso. Cuando empezó Podemos, Iglesias era aún más chulo, y parecía que todos querían ir bajo su paraguas, pero a los cuatro días, ha troceado al partido en mareas inmensas por toda la Península que terminarán desintegrándose y matándose entre ellos.

¿En qué se diferencia el proyecto de CINC y el del PSOE? ¿Aspiráis a ocupar el espacio político del herido PSOE?

La concepción de la justicia social en teoría es similar, en términos sociales podemos ser muy similares, pero no lo somos en términos nacionales porque el PSOE ha confundido el régimen franquista con España, que es justo lo que intentó hacer Franco en su momento, y los nacionalistas y las izquierdas radicales han caído en esa trampa. España es un espacio donde convivimos todos, como cualquier otro país. No entienden que defender el espacio común político de la democracia que no tiene que ver con Franco, y como tienen miedo de que les asocien esa idea, tienen complejos con España. Carrillo en el año 77 ya dijo que o la izquierda se había con la bandera española o sería la ultraderecha la que se apoderaría de ella. Nosotros no tenemos complejos con España y no queremos negociar con partidos como el PSC, que es la mantequilla del nacionalismo, y al final es más perverso porque el nacionalismo se ve, mientras que ellos son sus mamporreros. Nosotros no aceptamos la inmersión lingüística, y eso no significa que no defendamos las lenguas regionales, pero no puede ser que en Cataluña el PSOE siga los dictados de un PSC a quien le dicta el nacionalismo. También nos diferenciamos de Ciudadanos en esto porque han dejado de ser beligerante en este sentido, y si ellos no lo son, alguien tiene que serlo. Sería muy petulante por nuestra parte querer ocupar el espacio del PSOE, y además en democracia hay espacio para cualquiera que tenga ideas. Nosotros pensamos que ningún partido debe ser dueño de unos votos o un espacio ya que los ciudadanos deben poder votar a quien quieran en cada momento.

La llegada de nuevos partidos parecía suponer una nueva forma de hacer política, pero al final los vetos se han dado en todos los partidos; de hecho CINC también veta a los nacionalistas

Esto no es un veto, es mucho peor que el veto porque es beligerancia enfrentada. En una sociedad hay determinadas políticas que perjudican o excluyen, las ideologías no tienen por qué ser mejores unas que otras desde el punto de vista de quien las profesa, pero hay principios fundamentales en democracia que hay que respetar, e incluso son previos al sistema democrático. Cuando alguien se salta esos principios no hay que negociar con ellos, sino combatirles. En la Constitución se dice que todos somos iguales ante la ley, pero el nacionalismo incumple esa premisa, por lo que no hay nada que negociar en ese sentido; ellos tienen que cumplir la ley. La unidad de España ni se discute ni se negocia.

¿Cuál crees que es la solución al desafío soberanista catalán?

En primer lugar, hay que perder el respeto al chantaje nacionalista; ni son mejores, ni son democráticos, ni tienen razón. En segundo lugar, hay que conquistar la hegemonía moral que tienen ahora los nacionalistas, que han incidido negativamente acomplejando al resto de territorios de España. El Estado debería dedicar más dinero a generar cultura e información para contrarrestar la manipulación mediática e histórica del nacionalismo. El Estado tiene que recuperar la educación para que todos los niños de España tengan idea de la historia sin decapitarla por territorios. El Estado tiene capacidades suficientes para poner en marcha a intelectuales, medios, y asociaciones para ilustrar, que no manipular, a la gente. Lo que consigue el nacionalismo en Cataluña cada 11 de septiembre es espectacular, son muchos y muy sectarios, y eso da miedo desde el punto de vista civil. Para revertir eso hay que responder con la educación y la información ya que han conseguido que dos generaciones no tengan ni idea de los lazos históricos y emocionales con el Estado, y tienen una idea de España muy bastarda. Será difícil neutralizar ese odio a España porque lo que entra por las emociones es más difícil de combatir que lo racional. Esto costará 3 o 4 generaciones para arreglarse, si es que se arregla, pero lo primero es cumplir la ley y empezar a actuar.

¿Tu salida de Ciudadanos se debe al pacto con Libertas en las elecciones europeas o hay algo más? ¿Te arrepientes de haber dejado el partido?

No me arrepiento de nada, y soy consciente de que los actos tienen consecuencias, pero se podría decir que incluso estoy orgulloso de haber dejado el acta de diputado en ese momento porque no podía hacer otra cosa, no podría vivir si hubiera seguido como diputado sabiendo que negaba todo por lo que había luchado para crear Ciudadanos. Esto es fácil de entender, durante muchos años, luche junto a otras personas para que no nos satanizara el nacionalismo, y cuando nos libramos de eso, Ciudadanos, de golpe y porrazo decidió negociar con Libertas una coalición de partidos de Europa que son xenófobos, ultra católicos, ultraderechistas, y euroescépticos, que nada tienen que ver con nosotros. Lo de Libertas fue un error garrafal, y eso lo ha reconocido el propio Albert Rivera. Ciudadanos era el primero que nacía después de la Transición, y lo hizo en Cataluña, por lo que sabíamos que todos tendríamos que transigir, pero si en su fundación se hubiera dicho que seríamos un partido de centro derecha, yo hubiera combatido esa idea y no hubiera dado mi brazo a torcer, pero la coalición con Libertas fue la liquidación ideológica más profunda que ha sufrido el partido. En origen, el alma de Ciudadanos era intelectual e ilustrado, fresco y liberal, y eso se iba al garete en el pacto con Libertas. De hecho, si hubiera triunfado esa coalición, hoy Ciudadanos no existiría, ya que el nacionalismo estuvo a punto de acabar con ellos. Albert, que es un tipo inteligente, se dio cuenta del patinazo, y no sólo se dio cuenta sino que rectificó y pidió perdón, y a mí me reconoció que había sido el peor error de su vida en Ciudadanos.

Tras el paso por Ciudadanos, recalaste en UPYD, otro partido que mira más hacia la derecha

De eso me entere después, pero en ese momento me pareció más progresista. Yo no he cambiado de ideas aunque haya estado aquí y allá. Es cierto que me arrepiento de haber entrado en UPyD porque pensaba que era otra cosa.

¿Consideras un error de UPyD y Ciudadanos no haber llegado a un acuerdo en su día para formar un solo partido?

Eso no fue solo un error, sino un error evidente. La idea de unir Ciudadanos y UPYD la gestioné yo, y desde el primer momento, cuando contacte con Rosa Díez e intenté que llegásemos a un acuerdo, encontré su oposición y una postura variable de Rivera. Gestioné el intento de unión hasta el año 2010 y salí trasquilado de ambos sitios porque no había voluntad de acuerdo por ninguna parte. En mi opinión, Rosa Díez cometió un grave error porque si hubiera aceptado la unión con Ciudadanos, ella sería la líder de todo, pero Albert Rivera supo gestionar mejor la opinión pública que ella. Si se hubieran unido antes de las elecciones europeas de 2014, hubieran sacado 9 eurodiputados y hubieran sido la gran revelación, pero dejaron que la revelación fuera Podemos, que sacó 5. La culpa de que Podemos esté donde está la tienen la poca visión de Rosa Díez y Albert Rivera.

¿Qué opinión te merece Albert Rivera?

Tiene muchas virtudes, es inteligente, tiene una inteligencia emocional privilegiada, aprende rápido, es un político puro, pero ten en cuenta que los dos tuvimos que bregar fuerte en los orígenes de Ciudadanos, cuando él tenía 26 años y yo 52, y le guardo cierto cariño. No estoy de acuerdo con él en muchas cosas, en algunas sí, y en política hay mucho cainismo y mucha traición. Mi opinión personal será la que sea, pero esto es un tema de respeto, y yo no voy a entrar en esa política. Un programa como ‘Sálvame Deluxe’ me produce asco porque ese tipo de programas son los que hacen posible que caigamos en la pocilga en la que se ha convertido la política. Este tipo de programas defecan en la mente de muchas personas, y no voy a contribuir a ello con una respuesta polémica.

¿Puede aspirar Ciudadanos a ser partido de gobierno o será solo una muleta del bipartidismo?

Creo que tal y como está ahora Ciudadanos no aspira a ser un partido de gobierno sino todo lo contrario, aunque también te digo que Rivera se convertirá en el líder del centro derecha español, de eso no me cabe la menor duda, y quizás algún día pueda llegar a ser presidente del Gobierno.

- Un ex compañero de Albert Rivera crea la versión de izquierdas de Ciudadanos: Centro Izquierda Nacional

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