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Contestando a Trump sobre la Unión Europea

lunes 16 de enero de 2017, 19:45h
Los comentarios que acostumbra a prodigar el recién elegido Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, respecto a la Unión Europa y su proyecto, no deja de asombrar a los expertos comunitarios y probablemente a todos los europeístas en general. Quizá sus palabras llenen de esperanza a los euroescépticos y a los que ahora o nunca han creído en la viabilidad del proyecto de Unión Europea, donde sobresalen los que han votado la salida de Gran Bretaña.

A lo largo de la campaña, el Presidente electo DonaldTrump ha realizado algunas manifestaciones sobre la Unión Europea que corresponden, sin duda, a su pensamiento más íntimo recientemente sintetizado en una entrevista hecha por el periódico “The Times” ayer, 15 de enero de 2017, titulada “Brexitwill be a greatthing”, algo así como la salida de Gran Bretaña será un gran hecho.

En esta entrevista en la que el periodista que se reúne con el Presidente electo en su oficina de la Torre Trump, en la 5ª Avenida de Nueva York, lo describe de la siguiente manera “su piel brilla como una naranja de sodio, su cabello es más rubio que el de cualquier humano que se haya encontrado, y su ropa es de colores primarios tan audaces que hacen que todo aquel que esté en el despacho parezca desaliñado”,entra en materia diciendo que Trump quiere hablar sobre Gran Bretaña, el Brexit, Europa y el mundo.

Lo primero que manifiesta el Presidente electo es que “el Brexit va a terminar siendo una gran cosa” y se proclama partidario de cerrar rápidamente un acuerdo comercial con Reino Unido: “soy un gran fan del Reino Unido, vamos a trabajar muy duro para hacerlo rápido y correctamente… me reuniré (con Theresa May), si quieres puedes ver la carta que acabo de enviarla… vamos a hacer algo muy rápido.” De este modo, se muestra partidario de tratar privilegiadamente al Reino Unido.

Sin embargo, su postura con respecto a la Unión Europea es muy diferente al declararse poco optimista sobre el futuro de la Unión en la que según dice “una combinación de problemas económicos y la crisis migratoria llevará a otros países a abandonar la Unión… la gente, los países, quieren su propia identidad, sino se hubieran visto a tomar los refugiados con los problemas que ello implica, no tendrían un Brexit. Esta fue la última gota que rompió la espalda del camello… creo que otros Estados se irán (de la Unión Europea)… y que será difícil mantener la Unión, al contrario de lo que tanta gente piensa… la gente está enojada por ello (los refugiados).”

Tras estas inusitadas declaraciones expresa su admiración por AngelaMerkel, pero cree que ella cometió “un error catastrófico al dar la bienvenida a un número ilimitado de sirios… creo que ella cometió un error muy catastrófico y que estaba tomando a todos estos ilegales “illegals” (sic) y nadie sabe de donde vienen.” Con respecto a los demás líderes describe a Jean Claude Juncker como un delicado gentleman, una persona muy educada, obvia referirse al verdadero representante de la Unión Europea en el exterior, el Presidente del Consejo Europeo Donald Tusky vuelve a repetir que tiene gran respecto por Angela Merkel.

Donald Trump insiste, según estas declaraciones, en mantener una visión muy pesimista sobre la Unión Europea con sus problemas de empleo y crecimiento. Continúa haciendo una dura visión de la Unión Europea manifestando que Europa está dominada por Alemania: “la Unión Europea básicamente es un vehículo para Alemania.” Su argumento, además, se completa con una crítica a la OTAN, sobre lo que no vamos a entrar en sus argumentos de fondo, pues reiteran lo que ya ha manifestado más de una vez que la OTAN está obsoleta.

Pudiera entenderse que el futuro Presidente piense que el papel de Estados Unidos en el mundo global no está favorecido por la construcción de la Unión Europea y por el propósito, más bien, una necesidad de la Unión Europea que subraya el vigente Tratado de la Unión de construir una Europa política que desarrolle una sólida Política Exterior de Seguridad y de Defensa tal y como se contiene en los artículos 21 a 46 que no son sino un largo desarrollo que encuentra sus cimientos lejanos en la construcción de la Cooperación Política desde los años 70.

No creemos que el Presidente Trump conozca esta voluntad y menos aún los Tratados que se vienen realizando desde el Acta Única Europea y que sustentan toda la construcción jurídica y política de la Unión.Tampoco creemos que Trump conozca las consecuencias que dimanan de los compromisos asumidos por los Estados en la firma de dichos Tratados, que contemplan una realidad jurídica y política de 28 Estados que han decidido libremente integrarse, en un proyecto destinado a fortalecer dicha Unión desarrollando la idea de construir “más Europa”. Sólo un Estado, precisamente Gran Bretaña, se ha mostrado siempre adverso a la construcción de una Europa política.

Esto ya lo sabíamos desde hace mucho tiempo y no hacía falta la traca final del Brexit nacida desde un engaño colectivo en una campaña sin precedentes de la que el propio primer ministro se desmarcó. De que Gran Bretaña no quería participar en la Unión Política baste recordar la posición británica en la elaboración del Acta Única Europea, la posición británica en la realización del Tratado de la Unión o Tratado de Maastricht, el planteamiento adverso de Gran Bretaña a Schengen, a la construcción del Espacio de Libertad Seguridad y Justicia, a la construcción de una Unión Económica y Monetaria, o su posición en el debate de los grupos de trabajo de la Constitución Europea, su posición a no comunitarizar ni la Política Exterior y de Seguridad Común ni la Política Exterior de Seguridad y Defensa en el proyecto constitucional y, finalmente, su decidida posición contraria al Tratado de Lisboa que acabaría alimentando un sentimiento de rechazo conseguido ahora de modo definitivo con el anuncio de la retirada de la Unión que será posible porque, por vez primera en los Tratados, se había puesto en marcha en la Constitución fallida y en el Tratado de Lisboa un instrumento jurídico, el conocido artículo 50.

No vamos a pedirle al Presidente de los Estados Unidos que reflexione sobre las consideraciones políticasque sus predecesores en el cargo tuvieron sobre la Unión Europea, entre ellos, figuras tan históricas como Roosevelt, Kennedy, Nixon, Reagan, Bush padre, desde luego Bill Clinton y el Presidente Obama. Quizá con un poco tiempo conozca algo más de las razones históricas, políticas y económicas de esta construcción que no sólo pretende ser un mercado del que, por cierto, no quiere salirse el Reino Unido.

La Unión Europea nació para la paz. Sería bueno que Donald Trumppudiera conocer más a fondo cómo este es un proyecto construido paso a paso, según había decidido su fundador Jean Monnet, a quien, por cierto, se le concedió la más alta distinción de los Estados Unidos: el Premio de la Libertad. Jean Monnet tuvo una frase esencial que no conoce, sin duda, el Presidente Trump: “Nosotros no coligamos Estados, nosotros unimos a las personas.”

Rogelio Pérez-Bustamante

Catedrático Jean Monnet ad personam

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