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Las 10 mejores canciones de Ry Cooder
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Las 10 mejores canciones de Ry Cooder

jueves 16 de marzo de 2017, 10:48h
Ry Cooder cumple 70 años, uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, particularmente con la guitarra slide, de la que posiblemente sea uno de los cuatro pilares absolutos, junto a Blind Willie Johnson, Elmore James, y Duane Allman. Su trabajo está ligadoa a la música de raíces, ya sea blues, folk, country, tex-mex o música caribeña, con una importante obra en solitario pero también como uno de los más importantes músicos de sesión de la historia. A continuación un breve repaso a una formidable obra a través de 10 canciones, propias y colaboraciones, imprescindibles.
Captain Beefheart & His Magic Band - Sure nuff and yes I do

Ry Cooder comenzó a llamar la atención en los Rising Sons, una banda de blues rock, en la que también estaba Taj Mahal, a mediados de los 60. Tras escuchar como tocaba el slide, Don Van Fliet, mejor conocido como Captain Beefheart, decidió que sería perfecto para su banda. Le ficharon mientras estaban grabando su primer disco, ‘Safe as milk’, y la presencia de este se hizo notar y mucho con su excelente trabajo de guitarra en piezas como este ‘Sure nuff and yes I do’ que se basaba en el ‘Rollin’ and tumblin’ de Muddy Waters.



Mick Jagger - Memo from Turner

Los Rolling Stones habían seguido la pista de Cooder desde sus tiempos en los Rising Sons, así que su nombre fue el primero de la lista cuando se vio que Brian Jones no iba a seguir con la banda. Cooder fue llamado a Londres para trabajar en la banda sonora de ‘Performance’, la película que supuso el debut de Mick Jagger como actor. Su increíble slide es la principal fuerza de ‘Memo from Turner’, la canción más destacada del disco y nos enseña como habrían sonado unos Stones con Cooder de guitarrista.



Marianne Faithful / Rolling Stones - Sister Morphine

Pero, como todo el mundo sabe, Cooder no fue el elegido para ser un Rolling Stone y esto fue porque el americano terminó echando pestes de los ingleses y diciendo que Keith Richards le había robado el riff de ‘Honky tonk women’, entre otras cosas. De sus sesiones con los Stones quedan pruebas como la ‘jam’ ‘Jammig with Edward!’ en la que toca con Jagger, Bill Wyman y Charlie Watts, además de con el pianista Nicky Hopkins y que los Stones sacarían al mercado en su sello en 1972. Mucho más significativa es su aparición en dos de los discos clave de la banda, el ‘Let it bleed’ donde aporta la mandolina a ‘Love in vain’ y la maravillosa ‘slide’ que pone al ‘Sister morphine’ que apareció en ‘Sticky fingers’. Antes ya había participado en la grabación original de la misma con la autora de la letra, Marianne Faithfull, en una versión en la que, además de Cooder, están Jagger a la acústica, Charlie Watts a la batería y Jack Nitzsche al piano.




Do re mi

Cuando apareció en el mercado ‘Ry Cooder’, el primer disco en solitario de Ry Cooder, el músico californiano solo tenía 22 años pero era ya todo un veterano que suena como tal. En el disco, el más blues de su carrera, se puede ver su fijación por el blues rural del Delta de los años 20 y 30, con versiones de Blind Blake, Sleepy John Estes, Leadbelly y su pieza favorita de todos los tiempos, el 'Dark Was the Night, Cold Was the Ground' de Blind Willie Johnson, además de su arreglo con aire rock del 'Do, re, mi' del mito del folk, Woody Guthrie, en la que vuelve a destacar su guitarra sincopada.



Randy Newman - Last night I had a dream

Randy Newman y Ry Cooder se conocieron durante la grabación de la banda sonora de ‘Performance’, donde tocaban los dos en piezas tan alucinantes como ‘Gone dead train’. Su amistad se mostró fructífera y la combinación entre Newman y Cooder siempre fue ganadora. El guitarrista participó en los tres mejores discos del cantautor, ’12 songs’, Sail away’ y ‘Good old boys’, y cada vez que aparece surge la magia. Sirva de ejemplo la maravillosa ‘Last night I had a dream’ de ‘Sail away’ donde la ‘slide’ de Cooder crea la atmósfera apropiada para la letra de Newman con muy pocas notas, pero sirve como ejemplo de eso de que “menos es más”.



Vigilante man

Para su segundo disco en solitario, 'Into the Purple Valley', Cooder se metió de lleno en el estudio de la Gran Depresión y su banda sonora y, como no podía ser de otra forma, volvió a recurrir a Woody Guthrie, cuyo 'Vigilante man' es la canción que cierra el disco. Claro que en su reinterpretación, lo que era una balada folk pasa a convertirse en un blues del Delta, demostrando que cuando se escarba en las raíces de la música rural, da igual que sea blanca o negra.



Paris, Texas

En los 80 Cooder se dedicó a grabar varias bandas sonoras, la más destacada fue su colaboración con el director alemán Wim Wenders en la brillante ‘Paris, Texas’, la película y la música en la que piensa la mayoría de la gente cuando piensa en el sonido de una guitarra ‘slide’ acústica. Su impacto fue tal que en España, la canción titular fue durante varios años la sintonía de ‘Documentos TV’. Si tuviera más espacio también aparecería la maravillosa ‘Canción mixteca’, un brillante ejemplo de su acercamiento a la música mexicana.



Feelin' bad blues

Otra de las bandas sonoras más conocidas de Ry Cooder es la de ‘Crossroads’, una película en la que lo más destacable es la música, principalmente esta maravilla en la que Cooder consigue que su guitarra llore. Y es que como dice uno de los personajes de la misma “el blues no es otra cosa que un buen hombre sintiéndose mal, pensando en la mujer con la que estuvo…”



John Hiatt - Lipstick Sunset

En 1987 a John Hiatt le pidieron desde su discográfica que nombrara a su banda de ensueño, sin tener que pensarlo mucho Hiatt contesto, Ry Cooder a la guitarra, Nick Lowe al bajo y Jim Keltner a la batería. Como a veces los sueños se cumplen, resultó que los tres estaban disponibles y dispuestos a colaborar con Hiatt. Como no podía ser de otra forma este se puso manos a la obra y llevó a la grabación su mejor colección de canciones hasta la fecha, cosas como 'Memphis in the meantime', 'Thing Called Love' o 'Have a little faith in me'. Pero el momento en el que Cooder brilla más es en la delicada 'Lipstick Sunset', en la que su guitarra es capaz de erizar los pelos. La cosa funcionó tan bien que a principios de los 90 los 4 músicos se volvieron a juntar formando una banda llamada Little Village.



Buena Vista Social Club - Chan Chan

Ry Cooder viajó a La Habana para grabar un documental de Wim Wenders en el que buscaban a algunos de los grandes músicos cubanos de los años 40 y 50. Lo que podría haber sido un atraco, un conocido músico americano llega a un sitio, paga cuatro duros a los músicos y saca un disco a su nombre, se convirtió en un bonito homenaje que convirtió a estos músicos en estrellas por cuenta propia. Compay Segundo, que había compuesto su primera canción en 1922, dio al disco su canción más conocida, un 'Chan Chan', cuya primera versión de 1987, que se convirtió en el nuevo 'Guantanamera' de la música cubana. Cooder se mantiene en un respetuoso segundo plano pero, como siempre, hay mucho corazón en todas las notas que da.

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