Los ministros de Exteriores del G-7 se reunieron ayer en Italia para intentar buscar una postura común frente a Rusia sobre la guerra de Siria. Las conversaciones podrían dar lugar a nuevas sanciones a Moscú por su defensa del régimen de Bashar Al Assad.
El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, dijo que hablarían de la posibilidad de "nuevas sanciones" contra "algunos miembros del Ejército sirio y también contra algunos del Ejército ruso".
El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, dijo que su país no permitirá que los crímenes contra inocentes queden impunes y acusó a Moscú de no haber impedido el ataque químico sobre población civil en Siria. "Rusia se había comprometido a asegurar que los arsenales químicos sirios fueran destruidos. Pero no lo ha hecho y ha permitido el ataque, apuntó.
Estados Unidos no descartó autorizar nuevos bombardeos contra el régimen sirio si continúan los ataques con armas químicas. "Si vemos este tipo de acciones de nuevo, estamos abiertos a la posibilidad de una acción futura", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
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